El Partido Comunista chino veta el golf a sus 88 millones de miembros
La medida forma parte del plan anticorrupci¨®n del presidente Xi
No jugar¨¢s al golf. No tendr¨¢s relaciones sexuales impropias. No participar¨¢s en festines pantagru¨¦licos. Son algunas de las ¨®rdenes que el Comit¨¦ Central del Partido Comunista de China ha incluido en la actualizaci¨®n, mucho m¨¢s dura que su edici¨®n previa, del c¨®digo ¨¦tico para sus 88 millones de miembros, la ¨¦lite que gobierna un pa¨ªs de 1.300 millones de personas.
El nuevo c¨®digo pretende actualizar las normas de comportamiento de los militantes para adecuarlas a la campa?a contra la corrupci¨®n que se desarrolla desde la llegada al poder, hace casi tres a?os, del presidente chino, Xi Jinping. La agencia Xinhua precisa que el fin es clarificar exactamente qu¨¦ constituye una ¡°violaci¨®n de la disciplina¡±, el impreciso cargo que se ha utilizado generalmente contra centenares de funcionarios ca¨ªdos en desgracia como sospechosos de corrupci¨®n.
As¨ª, aunque los miembros del Partido ya ten¨ªan prohibido ¡°mantener amantes y perpetrar adulterio¡±, se endurecen las normas de conducta sexual. Y se proh¨ªben por primera vez de manera expl¨ªcita comportamientos como la glotoner¨ªa o la bebida excesiva ¡ªuno de los primeros objetivos de la campa?a de Xi¡ª y la pr¨¢ctica del golf, un juego que si bien es a¨²n muy minoritario en China, en los ¨²ltimos tiempos ha aumentado su popularidad de modo exponencial entre los nuevos ricos y los altos funcionarios. M¨¢s que un deporte, el golf es una manera novedosa y enormemente eficaz de desarrollar relaciones ¨²tiles para los negocios o la carrera en un pa¨ªs donde los contactos son muchas veces decisivos para el ¨¦xito.
Como ejemplo de la necesidad de castigar esta pr¨¢ctica, el organismo encargado de mantener la disciplina dentro del Partido recuerda el caso de un vicealcalde en el sur de China detenido mientras jugaba en horas de trabajo. ?M¨¢s pruebas condenatorias? Un exjefe de polic¨ªa condenado a prisi¨®n por ¡°corrupci¨®n masiva¡± tambi¨¦n era aficionado al deporte.
Con el veto al golf, el Partido recupera una parte de su pasado. Durante la ¨¦poca mao¨ªsta estuvo prohibido como ¡°deporte para millonarios¡±, aunque empez¨® a poder practicarse en los a?os ochenta, en la etapa de ¡°reforma y apertura¡± de Deng Xiaoping.
Desde entonces no ha dejado de tener tanto ¨¢vidos practicantes como duros cr¨ªticos. Entre ellos, el Ministerio de Recursos, que se ha quejado en los ¨²ltimos meses del alto consumo de agua de los campos y del efecto que su construcci¨®n tiene en la reducci¨®n de tierra cultivable, un bien demasiado escaso en el pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo. Te¨®ricamente, desde 2004 est¨¢ prohibida la creaci¨®n de nuevos campos, aunque sus promotores siempre han encontrado maneras de obviar el veto. En algunas regiones en busca de turistas con ¡°cach¨¦¡±, como la isla tropical de Hainan, las autoridades locales han llegado a ofrecer desgravaciones fiscales a las compa?¨ªas gestoras.
Seg¨²n Xinhua, cuando se impuso la prohibici¨®n exist¨ªan cerca de 200 campos de golf en todo el pa¨ªs. En la actualidad llegan a m¨¢s de 600, aunque en mayo pasado se anunci¨® el cierre de 66 de estas instalaciones ¡°ilegales¡±.
A partir de ahora, los militantes comunistas que deseen practicar este deporte tendr¨¢n que viajar al extranjero, algo que acentuar¨¢ una moda, la del turismo de golf, que ya exist¨ªa entre los m¨¢s adinerados. Algunos quiz¨¢ soliciten el ingreso en un club tan cl¨¢sico como el de Wentworth, en Reino Unido, adquirido por el grupo Reignwood, con sede en Pek¨ªn.
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