Argentina decide hoy en las urnas si se aleja de la era kirchnerista

Argentina fue uno de los primeros pa¨ªses en incorporarse a la ¨¦poca dorada de la izquierda latinoamericana que tuvo como l¨ªderes a N¨¦stor Kirchner, Lula da Silva o Hugo Ch¨¢vez. Todos ellos vivieron los a?os de bonanza y expansi¨®n econ¨®mica. Ahora, cuando el continente entra en una crisis por la ca¨ªda del precio de las materias primas, Argentina vota hoy y, gane quien gane, todos los pol¨ªticos y empresarios consultados pronostican que llega una nueva etapa mucho m¨¢s centrada y de probable ajuste. Incluso el candidato oficialista, Daniel Scioli, est¨¢ muy a la derecha de los Kirchner y apunta hacia un giro.

La izquierda latinoamericana m¨¢s enfrentada a EE UU tiene un hito fundacional: la cumbre de Mar del Plata en 2005, cuando Kirchner, Lula y Ch¨¢vez, apoyados por un Evo Morales a¨²n en la oposici¨®n y otros l¨ªderes emergentes, rompieron con el ALCA, el ¨¢rea de libre comercio de las Am¨¦ricas que promov¨ªa EE UU, y desairaron a George Bush con discursos dur¨ªsimos. Diez a?os despu¨¦s, de nuevo Argentina es el lugar donde se inicia un cambio de ciclo, pero en sentido contrario.

Lo que los argentinos votan hoy es la velocidad de ese giro, pero la direcci¨®n parece indiscutible. Si, como indican las encuestas, se hace con la victoria Daniel Scioli, que fue vicepresidente de N¨¦stor Kirchner aunque siempre estuvieron distanciados, ese giro ser¨¢ gradual. Si optan por dar una oportunidad a Mauricio Macri, el candidato m¨¢s fuerte de la oposici¨®n, que solo puede ganar si logra forzar una segunda vuelta, el giro ser¨¢ mucho m¨¢s r¨¢pido.

Scioli es muy distinto de los Kirchner, aunque ahora se ha entregado al kirchnerismo porque necesita sus votos

Scioli viene del ala m¨¢s a la derecha del peronismo y fue fichado por el expresidente Menem, pero mantiene v¨ªnculos muy estrechos con los l¨ªderes de la izquierda latinoamericana, que han viajado a Argentina para hacer campa?a con ¨¦l, en especial Lula y Evo Morales. No ha acudido el venezolano Maduro, pero Scioli ha evitado cualquier enfrentamiento con ¨¦l y no ha dicho una palabra de condena por el encarcelamiento del l¨ªder opositor Leopoldo L¨®pez. Macri, que ha suavizado su imagen en busca del voto peronista, est¨¢ m¨¢s hermanado con la derecha y tiene buenos amigos en el PP espa?ol. ?l s¨ª se ha mostrado dur¨ªsimo con Maduro y ha anunciado que si gana las elecciones reunir¨¢ a los l¨ªderes de Mercosur para condenar a Venezuela.

Seg¨²n los sciolistas, el gobernador de Buenos Aires va a inaugurar una nueva era post kirchnerista en la que se va a acercar a una econom¨ªa m¨¢s ortodoxa pero sin llegar al ajuste dur¨ªsimo de Brasil. ¡°Nosotros miramos al continente y aprendemos de los dem¨¢s. Tenemos dos ejemplos recientes. Venezuela ha seguido con las mismas pol¨ªticas pese a la crisis y la bajada del petr¨®leo, y ha sido un desastre. Y Brasil ha dado un giro radical hacia el ajuste duro y tambi¨¦n ha sido un desastre, pol¨ªtico y econ¨®mico. Scioli va a inaugurar una tercera v¨ªa aprendiendo de los errores ajenos¡±, asegura un sciolista importante.

Y mientras, la presidenta, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, sigue aferrada a su pol¨ªtica exterior diferente ¡ªesta misma semana organiz¨® una videoconferencia con el ruso Vlad¨ªmir Putin, uno de sus aliados preferidos¡ª y trata de marcar la l¨ªnea a su sucesor, aunque los kirchneristas asumen en privado que su ¨¦poca toca a su fin. Kirchner quiere dejar hasta el final su impronta, marcada por esa d¨¦cada dorada de la izquierda latinoamericana. Para el 5 de noviembre, en una especie de despedida internacional, la presidenta est¨¢ organizando un gran acto en Argentina al que acudir¨¢n Maduro, el ecuatoriano Rafael Correa y el boliviano Evo Morales, precisamente para conmemorar los 10 a?os del no al ALCA.

Scioli es muy distinto de los Kirchner, aunque ahora se ha entregado al kirchnerismo porque necesita sus votos. Se hace fotos con el embajador de EE UU, un anatema para el kirchnerismo, y promete acercarse a la UE. Sus hombres m¨¢s fieles difunden adem¨¢s a los inversores que Scioli va a arreglar los desajustes de la econom¨ªa y va a pactar con los fondos buitre para que Argentina deje de estar econ¨®micamente aislada y sin acceso al cr¨¦dito barato.

Promesas y planes reales

Scioli, hijo de un rico empresario italiano de electrodom¨¦sticos, no desaprovecha ninguna ocasi¨®n para dejar claro que ¨¦l va a hacer pol¨ªticas a favor de los inversores porque necesita que vuelvan al pa¨ªs una parte de los 300.000 millones de d¨®lares que se supone que tienen los argentinos ricos y no tan ricos a buen recaudo fuera de su tierra. Macri es a¨²n m¨¢s claro cuando promete que eliminar¨¢ el cepo cambiario, que limita la compra de d¨®lares y ha provocado un mercado negro que est¨¢ en pleno apogeo ante la incertidumbre de las elecciones.

Y sin embargo, el supuesto giro de Scioli y Macri es un pacto impl¨ªcito. Ninguno cuenta sus planes reales. Los argentinos dan una especie de cheque en blanco a sus candidatos. Casi todos los presidentes han hecho lo contrario de lo que prometieron en sus campa?as. Los votantes lo saben y no parece un problema grave.

Todo est¨¢ entre l¨ªneas, en unos c¨®digos que los argentinos, interesados por la pol¨ªtica como pocos pueblos en el mundo, entienden mejor que nadie. Para hacerse una idea, basta con reproducir el anuncio de la campa?a de Scioli m¨¢s repetido en las radios: ¡°Lo ¨²nico que les pido es una oportunidad. Lo dem¨¢s d¨¦jenmelo a m¨ª. Yo s¨¦ lo que hay que hacer y c¨®mo hacerlo¡±. Los detalles llegar¨¢n despu¨¦s de las elecciones.