Sebasti¨¢n Ceria, empresario y fil¨¢ntropo: ¡°Argentina es una larga historia de oportunidades perdidas¡±
Despu¨¦s de vender su empresa en 850 millones de d¨®lares, lanz¨® una fundaci¨®n que se propone gestionar la Argentina post-Milei y compr¨® el Racing de Santander de Espa?a
En el oto?o de 2018, Sebasti¨¢n Ceria (Buenos Aires, 59 a?os) recibi¨® una oferta de la Bolsa de Alemania por su empresa Axioma, dedicada a la gesti¨®n y control de los riesgos financieros con sede en Nueva York. Aunque ten¨ªa un crecimiento sostenido y buenos ingresos, las posibilidades de expandirse eran limitadas por las diferencias entre los accionistas. En abril de 2019 cerr¨® el trato y vendi¨® la empresa en 850 millones de d¨®lares. Matem¨¢tico de formaci¨®n, Ceria hab¨ªa llegado como expatriado a Estados Unidos para hacer un doctorado y encontr¨® su vida profesional en la intersecci¨®n entre las matem¨¢ticas, los algoritmos, la industria y, m¨¢s adelante, las finanzas.
Despu¨¦s de la venta de la empresa, se ha embarcado en dos emprendimientos aparentemente inconexos: la gesti¨®n del Racing de Santander -en donde ha invertido m¨¢s de 30 millones de euros- y Fundar, una fundaci¨®n argentina identificada con la socialdemocracia europea y el progresismo latinoamericano. En el mundo pr¨¢ctico de esas vidas se cruzan temas distintos: c¨®mo dise?ar pol¨ªticas p¨²blicas y un plan de desarrollo en la Argentina de Javier Milei y c¨®mo reemplazar el c¨¦sped del campo de juego de uno de los equipos espa?oles con chances de ascender a Primera Divisi¨®n.
¡ªHay dos conceptos en el Racing que son bastante ¨²nicos. El sufringuismo, que es convertir el sufrimiento en un estado de ¨¢nimo en el que la gente se sent¨ªa c¨®moda porque el club ha pasado por cosas mal¨ªsimas. Y la paparda, un pez que no se sabe si est¨¢ vivo o muerto y alude a la idea de dejar pasar una oportunidad. El Racing, como Argentina, tiene una historia muy larga de oportunidades perdidas.
Ceria vive en Londres, viaja a Santander cuando juega el Racing y visita Buenos Aires cada vez que puede. En su ¨²ltimo viaje particip¨® en el evento anual de Fundar en el Palacio Paz, una mansi¨®n de 12.000 metros cuadrados que la familia Paz hizo construir a principios del siglo XX en el centro de la ciudad como reflejo de su fascinaci¨®n por Par¨ªs. En el discurso de Ceria hubo una omisi¨®n: el nombre del presidente argentino.
Pregunta. No nombr¨® a Milei cuando parece que todo lo ocupa en Argentina.
Respuesta. Yo pienso en lo que va a venir despu¨¦s de Milei, quiero hablar de futuro. De todas maneras, estoy evolucionando en mi manera de mirar a Milei: demostr¨® que la valent¨ªa y la irrupci¨®n pueden llevarte al triunfo. Argentina necesitaba que alguien viniera y pateara el tablero. Los argentinos est¨¢n abandonados por su clase dirigente, por su ¨¦lite. Acuerdo con su idea de que el pa¨ªs est¨¢ lleno de privilegios, y a¨²n as¨ª puedo ver sus contradicciones: no se puede hablar de casta y proponer a [el juez federal Ariel] Lijo para la Corte Suprema, no se puede hablar de libertad econ¨®mica y proteger el r¨¦gimen [especial tributario para empresas] de [la provincia patag¨®nica de] Tierra del Fuego. El es disruptivo en la destrucci¨®n, no en la construcci¨®n. No creo que lo que ¨¦l propone termine generando bienestar, pero s¨ª que muchas de las cosas que ¨¦l dice que tenemos que destruir, tenemos que destruirlas. Hay que repensar el Estado desde cero y pensar en una democracia realmente participativa. No estoy de acuerdo ni con sus pol¨ªticas, ni con su manera de tratar a los seres humanos.
P. En el centro de los programas de Fundar est¨¢ la idea del desarrollo econ¨®mico con participaci¨®n estatal. Ese modelo parece estar en el centro de las cr¨ªticas de Milei y ese modelo fue, tambi¨¦n, el derrotado en las urnas. ?C¨®mo asimil¨® esa derrota?
R. No sent¨ª una derrota porque no ten¨ªa un candidato. No ve¨ªa una buena soluci¨®n en Argentina. Creo que Milei rescata o pone de manifiesto much¨ªsimas cr¨ªticas al movimiento progresista, que se ensimism¨® en esta cosa del expertise, del saber, de la Torre de Babel, de que ¡°nosotros pensamos en los problemas¡± sin resolver los problemas de la gente. Hay un gran fallo del progresismo en general, no creo que sea propiamente argentino. Fundar tiene que aprender de eso. El valor de Fundar es el de generar riqueza, pero utilizando al Estado como un gran apalancador. No cambiar¨ªa nada de eso pero s¨ª cambiar¨ªa la forma en que llegamos a eso. En Fundar, cuando tenemos que explicar algo usamos la frase ¡°es m¨¢s complejo¡±. Eso es un grav¨ªsimo error. De eso s¨ª me arrepiento. Hablar en dif¨ªcil para nuestros lectores habituales. ?No! Hay que hablarle a la gente com¨²n, que fue lo que hizo [Donald] Trump.
P. ?Qu¨¦ ideas de pol¨ªticas p¨²blicas han revisado al calor de esa crisis que se?ala?
R. Fundar, que tiene algo de la socialdemocracia europea sin dejar la identidad latinoamericana, fue valiente en varias cosas, como hablar del mundo del trabajo de una manera diferente y pronunciarse en contra de las retenciones [a las exportaciones agropecuarias]. Hemos hecho cosas que descolocan. Pero s¨ª es cierto que representamos un modelo parecido al de los grandes consensos. Estoy orgulloso de Fundar. Quiero estar tambi¨¦n entusiasmado con Fundar. Milei me ayud¨® a redefinir lo que es el entusiasmo.
P. Llam¨® chant¨®crata a Milei [chanta es una expresi¨®n argentina que alude a la falta de seriedad].
R. El chant¨®crata se esconde en el expertise para explicar algo que no funciona. Lo dije cuando promet¨ªa una dolarizaci¨®n que ni siquiera intent¨® implementar una vez que lleg¨® al poder. La escuela austr¨ªaca existi¨® y plante¨® las cosas que plante¨®. Esas ideas no funcionaron en ning¨²n lado. Y el chant¨®crata ahora aparece en temas como la idea de convertir a Argentina en un polo de Inteligencia Artificial, como si se tratara, simplemente, de tirar cables del norte hacia aqu¨ª. Eso requiere de aportes de la comunidad cient¨ªfica y de un plan serio y consistente que el Gobierno no tiene. Es otro de los riesgos latentes: que el pa¨ªs se transforme en una chantocracia.
P. ?C¨®mo deber¨ªa ser la reinvenci¨®n hacia adelante de ese progresismo donde usted se ubica?
R. Esa socialdem¨®crata progresista est¨¢ en crisis. Se me fue el norte, tengo que definir otro norte. Hay que pensar m¨¢s disruptivamente y estoy muy atento a eso: a buscar y encontrar esas nuevas ideas. ?Cu¨¢l es la reforma agraria del siglo XXI? Es una pregunta importante porque no es simplemente dando tierra. ?C¨®mo debemos crear incentivos para hacer m¨¢s arm¨®nicas las relaciones entre campo y ciudad? No soy un gran creyente en la asignaci¨®n universal, pero s¨ª soy un gran creyente en darle capital a la gente. La gente se capitaliza trabajando y ahorrando y eso es ya m¨¢s dif¨ªcil en Argentina. Por eso hay que encontrar la manera de capitalizarla. En educaci¨®n tenemos que inspirarnos en las grandes ideas del pasado, como las maestras estadounidenses que trajo [el ex presidente Domingo Faustino] Sarmiento en el siglo XIX o la Ley Universitaria, que permite hacer todas las carreras sin ninguna restricci¨®n.
P. Entre los apoyos empresariales decisivos a Milei aparece el sector financiero y las empresas tecnol¨®gicas, un universo que usted conoce.?C¨®mo explica esa afinidad?
R. Creo que las voces del disenso est¨¢n apagadas porque tienen miedo o porque no paga disentir. A muchos empresarios argentinos les encanta esta idea del m¨¦rito y Milei te dice que el m¨¦rito es su esfuerzo y con eso les infla el ego. Eso es basura. [Marcos] Galper¨ªn [due?o de Mercado Libre y el empresario m¨¢s rico de Argentina, seg¨²n Forbes] tiene m¨¦rito, pero no es todo m¨¦rito. No todos tienen padres con el dinero para mandar a sus hijos a la Universidad de Stanford. Despu¨¦s hay much¨ªsimos hechos fortuitos como haber nacido en el momento donde irrumpe internet o sale la burbuja de criptomonedas o la revoluci¨®n financiera de las billeteras virtuales. Admiro lo que ha hecho Mercado Pago por la inclusi¨®n financiera en Argentina. Pero mucho tiene que ver, en general, con el hecho de estar en el momento justo, en el lugar justo. No estoy de acuerdo en que Argentina no tenga, como tiene Estados Unidos, un impuesto de salida: cuando dejas de ser residente all¨ª ten¨¦s que pagar impuestos por lo que ganaste. Quiero rescatar esos valores y alertar sobre algunos cambios. En los sesenta, un CEO ganaba 50 veces de lo que ganaba un empleado medio de la compa?¨ªa de la que era CEO. Hoy hemos pasado de 50 a 500 veces. Es una locura.
P. En su discurso en el foro empresarial de IDEA de 2022 usted plante¨® que los empresarios son los que ten¨ªan que ceder parte de los privilegios...
R. [se adelanta] Creo mucho en el concepto empresarial, en la iniciativa privada, en la capacidad que tienen las empresas de generar valor. Lo que quiero es que no s¨®lo generen valor para los accionistas. El capitalismo sabe crear valor, pero dejemos de crear valor s¨®lo para los que m¨¢s tienen, creemos tambi¨¦n valor para los que menos tienen.
P. ?Not¨® mayor inter¨¦s de invertir en Argentina con los incentivos que Milei dice que ofrece?
R. Cuando asumi¨® [en 2015 Mauricio] Macri hubo una reuni¨®n con inversores en el consulado argentino de Nueva York a la que asist¨ª. Uno de los asistentes pregunt¨®: ¡°Esa gente que ustedes dicen que robaban [en referencia al kirchnerismo] ?puede volver?¡±. Le pod¨ªan decir que no, pero obviamente hay elecciones y todo puede cambiar. Ese fue uno de los problemas del gobierno de Macri: hubo inversiones financieras, pero pocas de largo plazo y eso es lo que pasa ahora tambi¨¦n. Los inversores buscan cierta maduraci¨®n de la sociedad en general: que l¨ªderes, ¨¦lites y todos decidan en qu¨¦ cuadrante de la br¨²jula van a ir. Los inversores ven con muy malos ojos cuando se habla mal de lo anterior, salvo que este sea una situaci¨®n extrema como Siria. El tema pendular es muy negativo para los que piensan en inversiones a largo plazo.
En su evocaci¨®n de hijo de la amplia clase media argentina de las d¨¦cadas de los sesenta y setenta, Ceria cuenta que compraba jeans de segunda mano. ¡°Mi padre, ingeniero de profesi¨®n, era un intelectual fant¨¢stico, un Google antes que inventaran Google. Mi madre era trabajadora social¡±. En el Instituto Libre de Segunda Ense?anza (ILSE), un colegio secundario que depende de la Universidad de Buenos Aires (UBA), descubri¨® las matem¨¢ticas y se anot¨® en la Facultad de Ciencias Exactas con la idea de especializarse en matem¨¢tica aplicada: ¡°Era un lugar que se ca¨ªa a pedazos, con ventanas rotas, sin calefacci¨®n ni tizas, pero fue uno de los momentos m¨¢s felices de mi vida¡±.
En 1988, recibi¨® una beca doctoral en Carnegie Mellon y se instal¨® en Pittsburgh. Su tesis fue su contribuci¨®n a la disciplina de la investigaci¨®n operativa: ¡°Busqu¨¦ resolver problemas concretos -explica- y ese algoritmo que invent¨¦ lo utilizan las aerol¨ªneas para decidir c¨®mo van los aviones, los transportistas para decidir c¨®mo se reparte el correo privado y los financieros para construir portafolios¡±.
Despu¨¦s de doctorarse, y gracias al algoritmo que dise?¨®, empez¨® a trabajar en la Universidad Columbia de Nueva York. En 1998, fund¨® su primera empresa gracias a un premio de 150.000 d¨®lares de la National Science Foundation (una agencia del Gobierno de Estados Unidos) para hacer una investigaci¨®n a partir del algoritmo. Hasta entonces ¡ªten¨ªa 33 a?os¡ª hab¨ªa sido s¨®lo alumno y profesor. ¡°En los primeros 10 a?os tuvimos muchos altibajos y hac¨ªamos de todo: de consultores, trabaj¨¢bamos en distintas aplicaciones, en remates online, en publicidad on line y en muchas cosas divertidas¡±.
Con la expansi¨®n de internet empez¨® a quedarse sin financiamiento para Axioma¡ªsu familia y amigos ya hab¨ªan invertido¡ª y avizor¨® una posible quiebra. Por azar, un s¨¢bado decidi¨® ir a jugar al f¨²tbol en Columbia para salir de un estado depresivo, y uno de los profesores le prometi¨® que le conseguir¨ªa un mill¨®n de d¨®lares. Morgan Stanley, por una serie de circunstancias y tambi¨¦n de azares, invirti¨® 20 millones de d¨®lares que permitieron a Axioma crecer.
En 2005, Ceria desarroll¨® un modelo de riesgo para los mercados financieros. ¡°Si vas al bitcoin ¡ªexplica¡ª, hay much¨ªsimo riesgo y potencialmente much¨ªsimo retorno. Si vas al portafolio de menos riesgo, hay bajo retorno. Mi competidor estimaba la matriz de varianza de riesgo todos los meses y nosotros decidimos hacerlo todos los d¨ªas con un equipo de 15 personas. Un a?o despu¨¦s explot¨® la burbuja, cay¨® Lehman Brothers y con la volatilidad y el riesgo su producto pas¨® de tener el 2% del mercado a casi el 50%.
¡ªEse 2008 ten¨ªamos ventas por 10 millones de d¨®lares anuales y una d¨¦cada m¨¢s tarde por 100 millones. La empresa crec¨ªa al 20% anual y eso fue un factor decisivo para que la Bolsa de Alemania nos hiciera la oferta de compra.
P. ?Dud¨® en venderla?
R. No dud¨¦ en lo m¨¢s m¨ªnimo. En Estados Unidos dicen: ¡°Mejor tener suerte que ser inteligente¡±. Yo digo: Mejor s¨¦ inteligente cuando ten¨¦s suerte. Es una de las pocas cosas que invent¨¦. Fui muy inteligente cuando tuve suerte, como en este caso.
Fundado en 1913, Racing de Santader fue subcampe¨®n de la liga en 1930-31, semifinalista de la Copa del Rey en dos temporadas del siglo XXI donde tuvo, tambi¨¦n, dos participaciones en la Copa UEFA. Lleva m¨¢s de la mitad de su vida en las categor¨ªas de ascenso y fue la primera sociedad an¨®nima deportiva abusada por sus accionistas, que la llevaron al borde del colapso.
Nieto de abuelos maternos espa?oles ¡ªella de Burgos, ¨¦l de Madrid¡ª Cer¨ªa est¨¢ casado con Alicia Zorrilla, a quien llam¨® la santanderina cuando se conocieron en Nueva York. Su mejor amiga de la infancia, Paula Roca, se cas¨® con Manolo Higuera, ex jugador del Racing y luego presidente en una de las etapas m¨¢s traum¨¢ticas del club. Esa cercan¨ªa hizo que Ceria decidiera invertir en el club con Higuera nuevamente como presidente: ya es due?o de m¨¢s del 80% de las acciones y preside la Fundaci¨®n que se ocupa de temas sociales diversos.
La primera de las tres conversaciones con EL PA?S fue en su piso de Buenos Aires: Racing iba primero con 10 puntos de ventaja; en la segunda, virtual desde Londres, su club hab¨ªa empezado una racha de derrotas; la tercera, desde Santander, estaba a un punto del l¨ªder. Ceria ha pasado de las volatilidades de los mercados financieros a las monta?as rusas de las gestas deportivas.
P. M¨¢s all¨¢ de las afinidades personales, ?Qu¨¦ lo llev¨® a invertir en el Racing?
R. Tengo una gran preocupaci¨®n por la p¨¦rdida del sentimiento de comunidad que hay en el mundo y hab¨ªa una gran oportunidad de potenciarla en una regi¨®n de Espa?a. Lo estamos consiguiendo con los resultados deportivos y por el trabajo social que hacemos. Lo que m¨¢s escucho cuando camino por Santander es ¡°gracias, Seba¡±. Cuando llegu¨¦ dije algo que cal¨® hondo en la comunidad: ¡°Hay que suspender la incredulidad¡±. Lo dec¨ªa cuando trabaja en mi empresa. Es muy dif¨ªcil tener ¨¦xito si no te cre¨¦s que pod¨¦s tener ¨¦xito.
P. ?Cu¨¢l es su marca en el Racing?
R. Son dos: la del optimismo y la gesti¨®n profesional.
P. ?Puede dar ejemplos de eso?
R. El primer proyecto fue un software para el manejo de los jugadores desde la cantera ¡ªes decir desde los 6 a?os¡ª hasta el primer equipo. Nos permite saber qu¨¦ le pasa a cada jugador todos los d¨ªas. Desde que llegan al club nos dicen c¨®mo durmi¨® la noche anterior, qu¨¦ comi¨® hasta saber qu¨¦ hicieron en cada entrenamiento. Creamos un grupo de data science dentro del club para hacer modelos matem¨¢ticos de juego. Vemos al Racing como un foco de innovaci¨®n, de investigaci¨®n y desarrollo y que puede, tambi¨¦n, ofrecer productos para el mercado. El segundo ejemplo de gesti¨®n es el campo de juego de El Sardinero [el estadio del club]: una peste nos arruin¨® el c¨¦sped, decidimos levantarlo y poner alfombras. Cuando empezamos a jugar nos dimos cuenta que no se estaba asentando. Las alfombras que pusimos no son de suficiente calidad. Decidimos levantarlos y coser, que es una t¨¦cnica donde pon¨¦s los panes y una m¨¢quina pone fibras y afirma el campo de juego. Esta historia nos va a costar medio mill¨®n de euros. El club no tiene ese dinero y lo vamos a poner.
P. ?Lo est¨¢ pensando como un negocio a largo plazo?
R. No tengo una visi¨®n mercantilista del f¨²tbol, no vine a ganar plata. Lo estoy pensando como un negocio a largo plazo y estoy muy entusiasmado. Vemos en el f¨²tbol una manera de influir en la sociedad y como un veh¨ªculo de transformaci¨®n social, aunque lo hacemos dentro de una Sociedad An¨®nima Deportiva, con fines de lucro. En Espa?a hay una regulaci¨®n muy estricta y cada club sabe cu¨¢nto puede gastar en jugadores y en otros rubros. La cuenta de resultados de 2024 va a ser algo as¨ª como 16 millones de euros en ingresos y m¨¢s o menos gastamos 16 millones de euros en egresos. El negocio es si sub¨ªs a primera divisi¨®n: los ingresos televisivos se multiplican por un factor entre 6 y 10 veces.
P. En Argentina no podr¨ªa replicar este modelo porque no hay sociedades an¨®nimas, que es un cambio que quiere introducir Milei. ?C¨®mo se para frente a ese debate?
R. El modelo exitoso no tiene que ver con si es una Sociedad An¨®nima Deportiva o un club a la vieja usanza. Tiene que ver con la seriedad, la disciplina y la manera de trabajar. En Argentina yo deber¨ªa presentarme a las elecciones de un club. En el caso de meterme en el Racing hubo un disparador muy importante que tiene que ver con Argentina: el Mundial de Qatar. Primero por poder unir a un pueblo en un festejo extraordinario y segundo por ver la victoria de la di¨¢spora.
P. ?Cu¨¢l es la victoria de la di¨¢spora?
R. Como cient¨ªfico que se fue de Argentina, siempre sent¨ª que el pa¨ªs me hac¨ªa sentir un sentimiento de culpa por haberme ido. En el Mundial eso no existi¨®: el equipo argentino era totalmente argentino, aunque s¨®lo uno de ellos, (el arquero suplente) Franco Armani, jugaba en el pa¨ªs. Lionel Scaloni, el entrenador, vive en Mallorca y es m¨¢s argentino que el dulce de leche. Eso me pareci¨® muy fuerte. La victoria de la di¨¢spora est¨¢ tambi¨¦n en Fundar. Es la idea de ayudar desde afuera: en mi caso, con recursos econ¨®micos e ideas. El pa¨ªs no puede vivir aislado de lo que ocurre afuera.
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