¡°Tumb¨® todas las plataneras y entr¨® el r¨ªo con fuerza¡±
La poblaci¨®n del occidente de M¨¦xico eval¨²a los da?os tras el paso del hurac¨¢n Patricia
La tarde del viernes el hurac¨¢n Patricia toc¨® tierra en Cihuatl¨¢n (Estado de Jalisco, occidente de M¨¦xico) y Mariano Jovian solo escuch¨® el silbido del viento entrando con fuerza a esta localidad de 18.000 habitantes. ¡°Tumb¨® todas las plataneras y luego se vino el r¨ªo con fuerza¡±. Hab¨ªan pasado un par de horas desde que se hab¨ªa resguardado en su casa ante el anuncio del hurac¨¢n m¨¢s feroz de la historia en el Oce¨¢no Pac¨ªfico.
Jovian rechaz¨® las invitaciones para ir a un albergue en una zona m¨¢s alta del pueblo y se qued¨® a esperar en su casa a las orillas del R¨ªo Marabasco. ¡°Para cuidar que nadie se lleve nada¡±, dice. El hurac¨¢n pas¨® pero unas horas m¨¢s tarde el cauce del r¨ªo invadi¨® su casa. La ma?ana del s¨¢bado estaba, con ayuda de sus vecinos, sacando el agua y limpiando el barro que da?¨® sus muebles. ¡°Lo importante es que estamos bien y s¨ª nos llevamos un susto pero gracias a dios no pas¨® nada m¨¢s¡±, remata. Las autoridades no han informado hasta ahora de v¨ªctimas mortales por el cicl¨®n.
A lo largo de la costa de los Estados de Jalisco y de Colima el escenario fue lejos de catastr¨®fico. La mayor¨ªa de las casas en la regi¨®n soportaron los vientos de 325 kil¨®metros por hora con los que el cicl¨®n empujaba al pisar el territorio mexicano. Algunos ¨¢rboles cedieron a la intensidad del meteoro, principalmente los sembrad¨ªos de pl¨¢tano, y la mayor¨ªa de las l¨ªneas el¨¦ctricas funcionaron tras el apag¨®n que las mismas autoridades mexicanas generaron para evitar accidentes.
¡°Nos avisaron con tiempo (sobre el hurac¨¢n) pero no quisimos ir a los albergues, mejor esperamos aqu¨ª. Tapamos bien las ventanas y casi no pod¨ªamos estar tranquilos por el ruido del aire pero se pas¨® r¨¢pido¡±, explica El¨ª Monta?o, un vecino de la costa de Manzanillo. Su casa est¨¢ a uno metros de la orilla del mar, pero un hotel ¨Cque s¨ª sufri¨® anegamientos-- impidi¨® que el agua y la arena se metieran hasta su habitaci¨®n. La ma?ana del s¨¢bado Monta?o sacaba las ramas de ¨¢rbol que el hurac¨¢n arrastr¨® hasta su patio. Bajo el cielo abierto y frente a un oleaje constante continu¨® limpiando lo que dej¨® el cicl¨®n.
Los caminos tambi¨¦n superaron el choque de intensas lluvias y viento veloz. Las autoridades liberaron de peajes todas las autov¨ªas de la regi¨®n e incluso cerraron la circulaci¨®n en las m¨¢s cercanas a la costa durante las horas m¨¢s cr¨ªticas del hurac¨¢n. Por la ma?ana, el Ej¨¦rcito y la compa?¨ªa de luz estatal (CFE) recorrieron la costa para verificar la situaci¨®n en los pueblos cercanos a la zona de impacto de Patricia. Durante la tarde, el presidente mexicano, Enrique Pe?a Nieto, se acerc¨® a las comunidades de la costa pr¨®ximas al puerto de Manzanillo para observar el estado de las localidades tras el paso del hurac¨¢n.
La tarde del viernes 23 de octubre en el pueblo de Barra de Navidad, conocido por ser un im¨¢n para aficionados del surf y la pesca deportiva, las calles se quedaron vac¨ªas y las r¨¢fagas de viento se llevaron l¨¢minas y ¨¢rboles. El ojo del hurac¨¢n pas¨® exactamente por esta localidad. El ganado se qued¨® intacto en sus corrales y el mar entr¨® unos metros dentro del pueblo para despu¨¦s retraerse. Una estatua de un pez vela da la bienvenida al pueblo y tras el paso del tan anunciado hurac¨¢n la gente se dedica a recoger las ramas de ¨¢rbol ca¨ªdas. A toda velocidad pasa el Gobernador de Jalisco, Arist¨®teles Sandoval, abordo de un todo terreno. La tranquilidad sigue en Cihuatl¨¢n.
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