Una ONG acusa a la Polic¨ªa mexicana de asesinar a 50 civiles
Un informe de Human Rights Watch asegura que las autoridades cometieron ejecuciones extrajudiciales este a?o en Michoac¨¢n
En enero y mayo de este a?o fueron asesinados 50 civiles a manos de agentes de la Polic¨ªa Federal mexicana en el Estado de Michoac¨¢n, seg¨²n la organizaci¨®n internacional Human Rights Watch (HRW). Las autoridades mexicanas alegaron en su momento que los muertos eran peligrosos narcotraficantes que fallecieron en un "fuego cruzado" con las fuerzas del orden. Ahora una de las organizaciones no gubernamentales m¨¢s reconocidas en el mundo lo desmiente: "No estaban armados cuando recibieron las balas. Sus muertes fueron falseadas por el Gobierno".
La madrugada del 6 de enero de este a?o un grupo de autodefensas ¡ªciudadanos armados que se levantaron contra el narco en 2012¡ª estaba acampado frente al Palacio Municipal de Apatzing¨¢n para pedir mayor rigidez en la lucha contra los carteles locales. Hacia las cuatro de la ma?ana un contingente de soldados y polic¨ªas federales irrumpi¨® para dispersar el plant¨®n y detuvo a 44 personas. Enseguida se corri¨® la voz entre los compa?eros y en pocas horas se congregaron 100 personas para ir a buscar a los detenidos. Un testigo an¨®nimo, al que le llaman Alejandro, le cuenta a HRW que cuando se encontraron con la Polic¨ªa, que estaba cortando uno de los ejes principales del municipio, bajaron de sus veh¨ªculos y se acercaron a los agentes caminando. "Entonces fue cuando los polic¨ªas abrieron fuego sin ninguna advertencia previa", se?ala el informe, que recoge varios testimonios.
El llamado Alejandro afirma haber recibido esa ma?ana seis disparos ¡ªen el hombro izquierdo, dos veces en un pie, en la pantorrilla derecha y dos impactos en la pierna izquierda¡ª antes de lograr resguardarse debajo de una camioneta. No sirvi¨® de nada. Un agente lo arrastr¨® para sacarlo de su escondite, le pis¨® la herida y le apunt¨® con una pistola en la cabeza. No le remataron porque varias personas estaban grabando la escena desde las viviendas cercanas, seg¨²n cuenta. Mientras permanec¨ªa en el suelo desangr¨¢ndose, vio c¨®mo los polic¨ªas colocaban armas al lado de sus compa?eros muertos y heridos.
La ONG apunta tambi¨¦n a que las autoridades impidieron que los heridos en Apatzing¨¢n recibieran atenci¨®n m¨¦dica, por lo que muri¨® al menos una persona m¨¢s. Alejandro permaneci¨® en el suelo perdiendo sangre durante 90 minutos despu¨¦s de la balacera sin que los polic¨ªas lo ayudaran.
Cinco meses despu¨¦s, a 300 kil¨®metros hacia el norte, el Rancho del Sol amaneci¨® sembrado de cad¨¢veres. El 22 de mayo murieron 42 civiles y un polic¨ªa en el municipio de Tanhuato. La versi¨®n del Gobierno es que los civiles eran narcotraficantes ¡ªmiembros del?cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n¡ª y que los agentes de la Polic¨ªa Federal respondieron a una agresi¨®n.?
Un investigador en derechos humanos que entrevist¨® a tres detenidos cuenta que ¨¦stos confesaron haber disparado inicialmente a los polic¨ªas, pero que muchos otros dejaron caer sus armas y recibieron tiros por la espalda mientras intentaban huir. Seg¨²n los testimonios ¡ªtodos coincidentes en la declaraci¨®n¡ª la Polic¨ªa les oblig¨® a disparar en el suelo para que dieran positivo las pruebas para detectar si hab¨ªan disparado armas de fuego. Y contin¨²a se?alando que varios polic¨ªas se llevaron a 7 detenidos dentro de la vivienda principal del rancho y mataron a cuatro de ellas. A una la quemaron en una bodega.
Un conocido presentador de televisi¨®n mexicano destap¨® el esc¨¢ndalo en agosto. Seg¨²n se?al¨® el periodista, que revelaba haber tenido acceso a los informes de la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica ¡ªla cual no se hizo cargo del caso hasta ese mismo mes¡ª 23 de los cuerpos presentaban heridas "incompatibles con un enfrentamiento armado" y al menos una decena ten¨ªa m¨²ltiples heridas de bala en la espalda, producidas por disparos a corta distancia. El informe al que tuvo acceso inclu¨ªa que de las 42 armas confiscadas, 30 no hab¨ªan sido disparadas, lo cual debilita el argumento de que la Polic¨ªa hab¨ªa actuado solamente en defensa propia.
El entonces titular de la Comisi¨®n Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido,?neg¨® que los polic¨ªas hubieran cometido ejecuciones extrajudiciales, y asever¨® que todos los disparos se efectuaron a una distancia considerable del lugar donde se hallaron los cuerpos. Rubido expres¨® que el saldo de 42 civiles muertos, comparado con apenas un polic¨ªa que perdi¨® la vida, se deb¨ªa a la ¡°capacitaci¨®n superior¡± de la Polic¨ªa.
"Ante evidencias de que se cometieron atrocidades, la respuesta del Gobierno ha consistido en negar o restarle importancia a la magnitud al problema", observ¨® Daniel Wilkinson, director gerente de la Divisi¨®n de las Am¨¦ricas de Human Rights Watch. "Es la misma actitud que vimos el a?o pasado ante Ayotzinapa y Tlatlaya", coment¨® en referencia a dos conocidos casos recientes en M¨¦xico. Y remata: "El Gobierno todav¨ªa no est¨¢ dispuesto a abordar seriamente la crisis de derechos humanos en el pa¨ªs".
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