Las visiones pol¨ªticas del gemelo Kaczynski
El PiS tiene una facci¨®n muy conservadora y nacionalista personificada por su presidente
Los resultados finales de las elecciones parlamentarias en Polonia han confirmado un enorme empuje de las fuerzas m¨¢s all¨¢ del centro-derecha. La derecha conservadora-nacionalista y la populista han aglutinado m¨¢s del 51% de los votos totales. El partido ganador, Ley y Justicia (PiS), ha obtenido un 37,6% de las papeletas, y la mayor¨ªa absoluta de esca?os, por lo que puede gobernar en solitario. El partido populista del ex¨Ccantante de rock Pawe? Kukiz ha conseguido representaci¨®n en el Parlamento (Sejm) con un 8,8% de los votos. Por contra, con un 4,8%, el partido del extravagante populista Janusz Korwin-Mikke se ha quedado a las puertas de conseguir el umbral m¨ªnimo del 5% para entrar en la c¨¢mara.
?D¨®nde se posicionar¨¢ el partido ganador Ley y Justicia (PiS) en el eje conservador/nacionalista¨C populista? Pregunta dif¨ªcil pero fundamental. Desde su derrota en 2007, el partido se mueve entre dos aguas. Por un lado, muestra una cara moderada, encarnada por el nuevo presidente Andrzej Duda y la candidata a primera ministra Beata Szyd?o. A pesar de ser pr¨¢cticamente unos desconocidos, han sido capaces de atraer a votantes del centro y j¨®venes gracias a una campa?a electoral moderna. Por otra parte, el PiS tiene una facci¨®n muy conservadora personificada por su presidente, Jaros?aw Kaczy¨½ski. Dentro de esta corriente, con un marcado componente nacionalista, muchos miembros, como Antoni Macierewicz, rozan posicionamientos populistas. Por ejemplo, este antiguo compa?ero de Kaczy¨½ski no duda en recurrir permanentemente a teor¨ªas conspiratorias y acusa a la Rusia de Putin de "atentado" por el accidente a¨¦reo en Smolensk (Rusia) en 2010 del gemelo de Jaros?aw, el ex-presidente Lech Kaczy¨½ski.
No est¨¢ claro todav¨ªa qu¨¦ vertiente del PiS tomar¨¢ el mando en Polonia. Pero parece que Kaczy¨½ski, a sus 66 a?os, tras esperar dos legislaturas en la oposici¨®n perdiendo unas elecciones tras otras no dejar¨¢ escapar su ¨²ltima oportunidad de imponer su visi¨®n pol¨ªtica. Aunque sea el pol¨ªtico polaco peor valorado en las ultimas d¨¦cadas, su f¨¦rrea disciplina e intransigencia hacen temblar a sus adversarios.
Cuando los hermanos Kaczy¨½ski irrumpieron en la escena pol¨ªtica a principios de los 90, Jaros?aw se erigi¨® en el cerebro estrat¨¦gico, mientras que Lech ofrec¨ªa la cara amable del proyecto. Jaros?aw ten¨ªa tres objetivos a largo plazo. En primer lugar, quer¨ªa establecer un fuerte partido de derecha bajo su mando. En segunda instancia, aspiraba a que la escena pol¨ªtica polaca estuviese monopolizada por los miembros de la antigua Solidarno??¨C¨C el sindicato decisivo en la d¨¦cada de 1980 para el derrocamiento del "real-socialismo" polaco. Finalmente, buscaba aislar a sus eternos enemigos, los post-comunistas.
Grosso modo, Kaczy¨½ski ha conseguido todos sus objetivos. Primero, el PiS es un partido fuerte y estable. Segundo, el PiS y la Plataforma C¨ªvica (PO) ¨C centro-derecha liberal - marcan la pauta de la pol¨ªtica polaca desde entonces. Mientras estos dos partidos se encuentran en situaci¨®n de conflicto permanente desde 2005, las diferentes coaliciones de las izquierdas tienen problemas para posicionarse e introducir temas en la agenda p¨²blica. Esta es una de las razones, por las que los social-dem¨®cratas polacos, todav¨ªa con un regusto post-comunista, son cada vez menos relevantes. En las ultimas elecciones, su coalici¨®n se qued¨® fuera del Parlamento.
?Qu¨¦ consecuencias acarrear¨¢ este impulso electoral de las potencias m¨¢s derechistas para el futuro de la Uni¨®n Europea? Cuando el PiS venci¨® en los comicios de 2005 con la promesa de limpiar el pa¨ªs de la corrupci¨®n post-comunista, r¨¢pidamente convirti¨® a Polonia en un jugador central en la escena europea. Y, ante la sorpresa de las propias instituciones, busc¨® la confrontaci¨®n, especialmente con Alemania ¨C¨C tensiones solventadas normalmente con acuerdos dentro del Consejo Europeo tras cuantiosas reuniones entre la canciller alemana Angela Merkel con uno de los gemelos Kaczy¨½ski. Tras la victoria de Donald Tusk y su Plataforma C¨ªvica en 2007, la pol¨ªtica de conflicto se suaviz¨® y Polonia sigui¨® el proceso de integraci¨®n dentro de la UE m¨¢s tranquilamente. Y Polonia gan¨® peso en el plano comunitario cuando Tusk se convirti¨® en el nuevo presidente del Consejo Europeo.
El PiS ha ganado las elecciones de 2015 sobre todo con un programa enfocado en la pol¨ªtica interior, en temas de justicia social y rechazo de la emigraci¨®n musulmana. No obstante, la pol¨ªtica exterior podr¨ªa volver al centro de la agenda y un nuevo escenario de conflicto permanente con la UE es esperable.
Cabe destacar que una gran parte de los polacos tienen actitudes positivas hacia la UE. De acuerdo con el ¨²ltimo Eurobar¨®metro de la Comisi¨®n Europea (EB 83/2015), los polacos conf¨ªan en las instituciones de la Uni¨®n Europea (48%) por encima de la media comunitaria (40%). Asimismo, la UE evoca una imagen m¨¢s positiva para los polacos (53%) que para el resto de los europeos (41%).
Kaczy¨½ski, quien desde ni?o admiraba los discursos del presidente franc¨¦s Charles de Gaulle (1959-1969), quiere, al igual que su ¨ªdolo, una "Europa de los Estados" y desconf¨ªa de una eventual federaci¨®n europea. Que Polonia entre en el Pacto del Euro bajo el mando de PiS es m¨¢s que improbable.
Durante su breve mandato como primer ministro (2006-2007), Kaczy¨½ski careci¨® de aliados internacionales relevantes para fomentar esta visi¨®n de Europa¨C¨C con la excepci¨®n del presidente checo V¨¢clav Klaus. Ahora el escenario es distinto, pues el euroescepticismo se ha extendido, particularmente en Hungr¨ªa y Reino Unido. Adem¨¢s de ser un aliado natural de los conservadores brit¨¢nicos y del primer ministro David Cameron, con quien ya comparte grupo en el Parlamento Europeo, Kaczy¨½ski se declara un ferviente admirador del Fidesz h¨²ngaro de Viktor Orb¨¢n. As¨ª, estos tres potenciales aliados podr¨ªan convertirse en un importante contrapeso para la Europa de la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria (UEM), abriendo un eje distinto al ya existente alrededor de las pol¨ªticas de austeridad y crecimiento.
Con los resultados electorales en Polonia, el proceso de integraci¨®n europea ha recibido el en¨¦simo golpe. En Europa las posturas euroesc¨¦pticas y asimetr¨ªas entre estados proliferan. Para dar respuesta a los nuevos desaf¨ªos que se presentan, parece que Angela Merkel tendr¨¢ que comprarse otro bono multiuso para sus futuros viajes a Varsovia.
El autor es Profesor de Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona y autor de dos libros sobre Polonia en la UE y los hermanos Kaczy¨½ski.
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