El aeropuerto que salv¨® Berl¨ªn en la Guerra Fr¨ªa revive con los refugiados

El legendario aeropuerto de Tempelhof en Berl¨ªn, construido por orden de Adolf Hitler en 1935 y que fue utilizado por pilotos aliados para impedir que la poblaci¨®n del sector occidental de la ciudad sucumbiera al hambre y al fr¨ªo cuando estall¨® la Guerra Fr¨ªa, ha vuelto a ser utilizado, esta vez para albergar a cientos de refugiados que han llegado en las ¨²ltimas semanas a la capital en busca de asilo.

Las autoridades de Berl¨ªn, agobiadas por la llegada de refugiados, decidieron acondicionar tres gigantescos hangares del aeropuerto donde podr¨¢n dormir y comer unas 2.300 personas, en su mayor¨ªa provenientes de Afganist¨¢n, Pakist¨¢n y Siria. Hace una semana las autoridades acondicionaron el Hangar 1 donde actualmente viven 660 personas.

¡°Todos los d¨ªas llegan a la ciudad entre 600 y 700 refugiados¡±, dijo el ministro de Sanidad y Asuntos Sociales de la ciudad, Mario Czaja, al presentar las nuevas instalaciones construidas en el hangar 3 del aeropuerto, cientos de cabinas prefabricadas con capacidad para ocho y doce literas. ¡°En los ¨²ltimos dos meses han llegado a Berl¨ªn 30.000 personas y en cualquier momento ya no daremos abasto para seguir dando alberg¨¢ndolas¡±.

En la ma?ana del lunes, el hangar 3 estaba habitado por medio centenar de refugiados que hab¨ªan llegado desde M¨²nich. Eran j¨®venes y adultos que ten¨ªan el cansancio marcado en sus rostros, pero todos felices de haber podido llegar a un pa¨ªs que, gracias a la pol¨ªtica de asilo impulsada por la canciller, Angela Merkel, se ha convertido en el destino preferido de cientos de miles de refugiados.

¡°Soy un hombre libre y feliz de estar en Alemania¡±, dijo un afgano en ingl¨¦s cuando varias c¨¢maras de televisi¨®n le filmaron en su cuarto, que compart¨ªa con varios compatriotas. Los gigantescos hangares no ofrecen privacidad, pero los nuevos habitantes del legendario aeropuerto cuentan con la ayuda de trabajadores sociales que tienen la dif¨ªcil tarea de integrarlos a una nueva vida. ¡°Hay comida, tenemos una cama donde dormir y la gente es muy amable¡±, dijo el afgano, un hombre de 50 a?os que dej¨® a su esposa y tres ni?os en Kabul.

La nueva vida del aeropuerto de Tempelhof, que fue clausurado el 30 de octubre de 2008, ha recibido elogios de la prensa de la ciudad y de la poblaci¨®n, que aun no olvida el rol crucial que jugo el aeropuerto en la gesta hist¨®rica que impidi¨® entre 1948 y 1949 que el sector occidental de la ciudad sucumbiera al hambre y al fr¨ªo.

Segunda vida de un aeropuerto legendario

La leyenda de Tempelhof, bautizado por el arquitecto Norman Foster como la ¡°madre de todos los aeropuertos¡±, naci¨® el 24 de julio de 1948, cuando las autoridades de Mosc¨² ordenaron cerrar todos los accesos terrestres al sector occidental de Berl¨ªn para impedir el nacimiento de una nueva moneda, el marco, en la Alemania controlada por las potencias occidentales. Ese d¨ªa, el general Lucius Clay, comandante supremo de las fuerzas estadounidenses, estuvo a punto de desatar un nuevo conflicto mundial cuando quiso enviar a sus tanques para destruir las barreras construidas por el Ej¨¦rcito Rojo.

Los planes del general fueron rechazados por Washington, pero Clay, que no estaba dispuesto a dejar morir de hambre a la poblaci¨®n del sector occidental de la ciudad, orden¨® poner en marcha un operativo militar, el famoso puente a¨¦reo. D¨ªa y noche, con un promedio de 600 vuelos diarios, peque?os DC-3 aterrizaron a lo largo de 18 meses en la pista de Tempelhof para depositar alimentos, carb¨®n y medicinas que no pod¨ªan llegar por tierra. Los berlineses bautizaron el constante rumor de los aviones como la ¡°sinfon¨ªa de la libertad¡±.

Aunque la llegada de los refugiados ha provocado controversia en la poblaci¨®n alemana, los habitantes de Berl¨ªn creen que la decisi¨®n de habilitar los tres hangares del aeropuerto para dar alberge a los refugiados encierra un gesto simb¨®lico de agradecimiento tard¨ªo destinado a ofrecer ayuda a gente en un lugar que fue el escenario, hace 67 a?os, de una epopeya que permiti¨® que la ciudad siguiera existiendo gracias a la ayuda internacional que recibi¨® con el famoso puente a¨¦reo.

¡°Creo que la idea de utilizar los hangares para dar albergue a los refugiados es una gran idea, porque este aeropuerto sigue siendo un s¨ªmbolo de solidaridad y libertad¡±, dijo Annette Schmidt, una joven estudiante de medicina que se ha ofrecido como voluntaria para atender a los refugiados. ¡°Es un gran homenaje a este aeropuerto¡±.

Tempelhof fue clausurado como aeropuerto en 2008, pero su destino ya hab¨ªa sido decidido en 1996 cuando las autoridades de los L?nder de Berl¨ªn y Brandeburgo aprobaron la construcci¨®n de un nuevo aeropuerto internacional en Sch?nefeld. La decisi¨®n incluy¨® el cierre de Tempelhof y Tegel, que a¨²n sigue activo.

En los ¨²ltimos siete a?os, los gigantescos hangares fueron utilizados para organizar ferias comerciales y eventos culturales, mientras que la pista de aterrizaje y las zonas verdes se convirtieron en un enorme parque de diversiones. Pero Tempehof sigue siendo considerado casi como un lugar sagrado para los habitantes de Berlin. En 2014, la poblaci¨®n rechaz¨® mediante un refer¨¦ndum los planes del gobierno de construir viviendas, pero nadie protest¨® cuando el gobierno de la ciudad anunci¨® que utilizar¨ªa los hangares para ofrecer un techo a los refugiados, un uso humanitario que ha sido visto como un acto de justicia a la historia del edificio.