El Papa choca con la resistencia del Vaticano a perder sus privilegios

Las batallas m¨¢s cruentas del Vaticano siempre tienen que ver con el dinero. Desde el asesinato de Roberto Calvi, el llamado banquero de Dios, a la violenta expulsi¨®n de Ettore Gotti Tedeschi, encargado por Benedicto XVI de sanear las finanzas vaticanas, pasando por la reciente detenci¨®n de un sacerdote espa?ol y una relaciones p¨²blicas italiana acusados de filtrar documentos secretos. Los dos libros que reproducen esos documentos confirman la feroz resistencia de la curia a perder sus privilegios con las reformas del papa Francisco.

Desde hace un par de meses, monse?or Lucio Vallejo Balda se sent¨ªa perseguido. Incluso lleg¨® a confiar a sus ¨ªntimos que ¡°las mafias del Vaticano¡± hab¨ªan puesto precio a su cabeza. Pag¨® de su bolsillo un par de guardaespaldas y, el pasado viernes, le dijo a su anciana madre que necesitaba ¡°aire fresco¡± y se la llev¨® a Florencia. El s¨¢bado, al despertarse, mir¨® por la ventana y dijo: ¡°Ya est¨¢n aqu¨ª. Vienen a por m¨ª¡±.

Se trataba de gendarmes del Vaticano, que lo detuvieron bajo la acusaci¨®n de sustraer y suministrar documentaci¨®n secreta de la COSEA, una comisi¨®n instituida por el Papa en julio de 2013 con el fin de averiguar la situaci¨®n verdadera de las siempre controvertidas finanzas de la Santa Sede. Vallejo Valda era el ¨²nico religioso del grupo de ocho. La ¨²nica mujer era Francesca Chaouqui, una relaciones p¨²blicas que tambi¨¦n fue detenida bajo los mismos cargos y puesta enseguida en libertad al declarar que toda la culpa era ¡°del monse?or¡±, a quien acus¨® adem¨¢s de grabar de forma subrepticia conversaciones del Papa.

El lunes por la ma?ana, una escueta nota del Vaticano informaba de las detenciones, advert¨ªa de ¡°la gravedad¡± de las filtraciones y anunciaba la pr¨®xima publicaci¨®n de ¡°nuevos libros¡±. Ya en 2012, la publicaci¨®n por parte del periodista Gianluigi Nuzzi del libro Su Santidad: las cartas secretas de Benedicto XVI destap¨® la existencia de guerras entre cardenales de la curia por el poder y el dinero. Aquellas filtraciones, denominadas Vatileaks y cerradas en falso con la detenci¨®n de Paolo Gabriele, el mayordomo del Papa, desembocaron en la renuncia de Joseph Ratzinger en febrero de 2013. L'Osservatore romano defini¨® entonces a Benedicto XVI como ¡°un pastor rodeado por lobos¡±, y no se refer¨ªa precisamente al hasta entonces fiel Paoletto.

Los lobos que destruyeron el pontificado de Ratzinger siguen gozando de buena salud. Los dos libros que tem¨ªa el Vaticano ya se han puesto a la venta, y en ellos, tanto Gianluggi Nuzzi, autor de Via Crucis, como Emiliano Fittipaldi, autor de Avarizia, despliegan ¡ªjunto al relato de las intrigas vaticanas¡ª una infinidad de documentos procedentes de la COSEA, la comisi¨®n instituida por Bergoglio. Su lectura, efectivamente, confirma el v¨ªa crucis de Ratzinger y Bergoglio ante la avaricia de la curia.

Los libros hablan de apartamentos lujosos en poder de los cardenales, millonarias cuentas a¨²n sospechosas en el IOR (el banco vaticano) o 200.000 euros de la fundaci¨®n que gestiona el hospital pedi¨¢trico del Vaticano destinados a pagar la reforma del ¨¢tico de monse?or Tarcisio Bertone, el secretario de Estado de Ratzinger. Mil ejemplos de despilfarro y mala gesti¨®n a las que el Vaticano quita importancia. Su portavoz, Federico Lombardi, asegura que ¡°en buena parte son informaciones conocidas¡± e incluso ya resueltas por las reformas del Papa, y a?ade: ¡°Pero el resultado, desgraciadamente buscado, de la divulgaci¨®n de esas informaciones es crear la impresi¨®n de un reino permanente de la confusi¨®n, de la falta de transparencia, de la b¨²squeda de intereses particulares o incorrectos¡±.

Desde el Vaticano se insiste en que el Papa ha sido traicionado. La cuesti¨®n es por qui¨¦nes. ?Por quienes han filtrado documentos secretos sobre las finanzas del Vaticano? ?O por quienes, como queda claro tras la lectura de los libros, siguen tratando de bloquear desde dentro las reformas de Bergoglio? Hay quien sostiene que el sacerdote detenido actu¨® por venganza al no haber sido nombrado para un alto puesto. El periodista Nuzzi lo defiende. Tal vez Lucio Vallejo, como en su d¨ªa Paolo Gabriele, solo buscaba con sus filtraciones proteger a un papa ¡ªeste tambi¨¦n¡ª rodeado por lobos.