El poder in¨²til
El peso demogr¨¢fico de los latinos en EE UU es una realidad que carece de un correlato pol¨ªtico
El poder hispano en Estados Unidos es inmenso y visible, pero sirve tanto como una pesada ametralladora sin balas. Se dice que los 50 millones de personas de origen latino constituyen una fuerza que ya no puede ser ignorada en la pol¨ªtica y en la econom¨ªa estadounidense. Pero es justo lo que est¨¢ haciendo la NBC al incorporar a Donald Trump como conductor invitado del programa Saturday Night Live esta semana. De nada han valido las protestas afuera del Rockefeller Center o las cartas de notables en repudio del empresario que lleva a cabo una campa?a presidencial a partir del discurso de odio en contra de los migrantes latinos.
Para la NBC result¨® m¨¢s importante el enorme rating que le supondr¨¢ Trump, algo de lo que el propio candidato se ha ufanado. Para nadie es un secreto que la audiencia de los debates de los precandidatos republicanos alcanz¨® niveles inauditos gracias a la presencia del especulador inmobiliario. Un tesoro que la NBC no est¨¢ dispuesta a dejar pasar de largo.
Se dice, en efecto, que el valor de la producci¨®n de los hispanos en Estados Unidos equivaldr¨ªa a la econom¨ªa n¨²mero 20 del mundo si fuesen un pa¨ªs. Dentro de algunos a?os superar¨¢ incluso al PIB de M¨¦xico. Esto es, si la ametralladora tuviera balas. Pero en la pr¨¢ctica es una abstracci¨®n.
Tambi¨¦n es cierto que el espa?ol constituye una realidad viva y pujante y que cada vez con mayor frecuencia las agencias de publicidad dise?an campa?as espec¨ªficas para el consumidor latino. Pero eso no se traduce en fuerza pol¨ªtica. El peso demogr¨¢fico es una realidad que carece de un correlato pol¨ªtico que se aproxime a su escala f¨ªsica. No es casual que los dos contendientes republicanos de origen hispano, Marco Rubio y Ted Cruz, no se hayan convertido en paladines de la causa migratoria o algo que se le parezca.
El valor de la producci¨®n de los hispanos en Estados Unidos equivaldr¨ªa a la econom¨ªa n¨²mero 20 del mundo si fuesen un pa¨ªs
El tema de fondo es que la causa a favor de los hispanos no rinde dividendos en una contienda presidencial. Donald Trump no ser¨¢ presidente (espero), pero no debido al castigo de un presunto voto latino sino a las otras razones que lo hacen impresentable.
Y es que a diferencia de muchos otros pa¨ªses, la contienda por la presidencia de Estados Unidos es una votaci¨®n por Estados de la uni¨®n. Todos los votos que corresponden a Texas terminan abonando a los republicanos, y todos los de California y de Nueva York a los dem¨®cratas. De hecho, la mayor parte de las entidades se consideran amarradas en un sentido u otro y apenas reciben atenci¨®n de los candidatos. La lucha se concentra en los llamados swing states: hist¨®ricamente Ohio, Virginia y Florida; y m¨¢s recientemente Pennsylvania, New Hampshire, Iowa y Carolina del Norte. En algunas de estas entidades el discurso en contra de la mano de obra ilegal es muy popular entre las clases trabajadoras tradicionales. Es decir, favorece a Trump.
Por otro lado, la poblaci¨®n de origen hispano es heterog¨¦nea en m¨¢s de un sentido. Muy distinta en Florida que en California o Nueva York. Y por lo dem¨¢s, algunos latinos de segunda o tercera generaci¨®n incluso pueden ser hostiles al arribo de nuevos migrantes.
Visto desde Am¨¦rica Latina parecer¨ªa una situaci¨®n esquizofr¨¦nica. No obstante tiene su propia l¨®gica y habr¨ªa que entenderla. Cabr¨ªa preguntarse si nosotros podr¨ªamos hacer algo m¨¢s al respecto, habida cuenta de que dos tercios de esa poblaci¨®n son de procedencia mexicana. La fuerza que ha adquirido el lobby jud¨ªo es aleccionadora en ese sentido. O el admirable Instituto Cervantes, de Espa?a, a favor del idioma y la cultura hispana. ?No ser¨ªa tiempo de pensar un Instituto Rulfo? ?Algo a la manera del Goethe, de la Alianza Francesa o el British Council? Una instituci¨®n que haga algo m¨¢s que los pobres esfuerzos de una embajada en Washington dedicada a representar los intereses del presidente.
Twitter: @jorgezepedap
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