Un acad¨¦mico socialdem¨®crata, nuevo l¨ªder del PRD
Agust¨ªn Basave, elegido presidente del Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica con el 95% de los votos
El PRD, la fuerza hegem¨®nica de la izquierda mexicana, ha elegido por aplastante mayor¨ªa al acad¨¦mico Agust¨ªn Basave (Monterrey, 1958) como nuevo presidente. Apoyado por las principales corrientes, este socialdem¨®crata de modos tranquilos y sin experiencia en el cuerpo a cuerpo pol¨ªtico tendr¨¢ ahora que demostrar su capacidad para la acci¨®n y reordenar las filas de un partido que atraviesa sus horas m¨¢s bajas. Para ello, no dispone de mucho tiempo. En 2016 hay elecciones a 12 gobernaturas, y en 2018 se celebran los comicios presidenciales.¡±Hay que hacerse amigo de la renovaci¨®n radical. Comprendo a los que desconf¨ªan, muchos ciudadanos no han visto m¨¢s que tinieblas. No les pido que me sigan sino que me empujen. S¨®lo trabajando hombro con hombro podremos llegar lejos¡±, clam¨® este s¨¢bado.
Basave es un rostro nuevo para la gran pol¨ªtica. Hasta hace tres meses no militaba en la formaci¨®n. Y su experiencia anterior en un partido termin¨® en 2002 cuando abandon¨® desencantado el PRI. Trece a?os despu¨¦s, este doctor en Ciencias Pol¨ªticas por la Universidad de Oxford, goza del aprecio de la ¨¦lite intelectual, defiende la legalizaci¨®n de la marihuana e ideol¨®gicamente se sit¨²a entre el l¨ªder laborista, Jeremy Corbyn, y el expresidente socialista espa?ol Felipe Gonz¨¢lez.¡°M¨¦xico es un pa¨ªs con una desigualdad espantosa, una pobreza rampante y una corrupci¨®n que nos ahoga. Y si esa no es nuestra bandera m¨¢xima, seremos cualquier cosa, pero no seremos izquierda¡±, explic¨® recientemente en una entrevista a EL PA?S
En su ascenso, el principal valedor de Basave ha sido la propia crisis del PRD. En menos de un a?o, los golpes no han dejado de sucederse y han fulminado al anterior presidente, Carlos Navarrete (Guanajuato, 1958), un negociador insomne y de bajo perfil ideol¨®gico, durante cuyo mandato el PRD ha sufrido un grave deterioro en su identidad pol¨ªtica.
M¨¦xico es un pa¨ªs con una desigualdad espantosa y una pobreza rampante Basave
El primero aviso lleg¨® con Ayotzinapa. La tragedia sac¨® a la luz el lado oscuro de la formaci¨®n. M¨¦xico se horroriz¨® al descubrir que el alcalde de Iguala y su esposa, supuestos autores intelectuales de la matanza de los normalistas, hab¨ªan sido acogidos y amamantados en las filas del PRD pese a los indicios que les se?alaban como operadores del narco. Este esc¨¢ndalo se complet¨® con la incapacidad demostrada por Navarrete para deshacerse con celeridad del gobernador de Guerrero, ?ngel Aguirre, un antiguo dinosaurio pri¨ªsta que en 2011 se hab¨ªa pasado con toda su red clientelar al PRD y durante cuya gesti¨®n el Estado claudic¨® frente al crimen organizado. Con estos antecedentes, el PRD qued¨® fuera de la inmensa ola de indignaci¨®n que desencaden¨® la tragedia de Iguala. Esta alarmante desconexi¨®n y la evidencia de que el partido, lejos de buscar el voto en la calle, se prestaba a un ejercicio continuo de antropofagia entre facciones, llevaron a su fundador, Cuauht¨¦moc C¨¢rdenas, a abandonar sus filas. El portazo del ¨²ltimo gran patriarca de la izquierda ahond¨® el desprestigio del PRD. Las elecciones de junio pasado le dieron la puntilla. Obtuvo su peor resultado desde 1991. Apenas el 11% del voto. Pas¨® de 99 esca?os a 56 en la C¨¢mara de Diputados.
Su hundimiento coincidi¨® con la que ser¨¢ la principal preocupaci¨®n de Basave: la emergencia electoral de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. El que fuera dos veces candidato presidencial con el PRD, partido que abandon¨® en 2012, se ha embarcado en una lucha fratricida para controlar la izquierda. Su nueva formaci¨®n, Morena, logr¨® en las pasadas elecciones el 8% del voto nacional, y arrebat¨® al PRD el control de la Asamblea en el Distrito Federal, la joya de la corona de la izquierda mexicana.
Basave y Donaldo Colosio
Pero las ambiciones de L¨®pez Obrador van mucho m¨¢s all¨¢. Su objetivo es la presidencia. Esa ser¨¢ la principal ecuaci¨®n que deber¨¢ resolver Basave. La izquierda nunca ha entrado en la residencia de Los Pinos. El PRD era hasta hace pocos meses la ¨²nica fuerza con capacidad para hacerlo. Pero sus luchas intestinas, la competencia de L¨®pez Obrador y el desprestigio acumulado en este vertiginoso a?o la han apartado de la primera l¨ªnea de combate. Ahora mismo, ni siquiera dispone de un candidato. Su gran esperanza, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel ?ngel Mancera, ha entrado en barrena. Las encuestas le sit¨²an bajo m¨ªnimos y, aunque ya ha manifestado su deseo de disputar la presidencia, no ha aclarado si lo har¨¢ con el PRD, partido en el que no milita, o como independiente, una modalidad que ha irrumpido en el ecosistema mexicano, debilitando a¨²n m¨¢s a las fuerzas tradicionales.
A este universo fragmentado tendr¨¢ que enfrentarse Basave. El primer reto ser¨¢n los 12 comicios a gobernador que se celebran en 2016. Despu¨¦s, vendr¨¢ la elecci¨®n de la f¨®rmula presidencial. En ambos casos el nuevo l¨ªder del PRD tendr¨¢ que definir su estrategia pensando en un electorado que hace tiempo que pas¨® de la fatiga a la huida.
Basave es consciente de ello. Y su partido tambi¨¦n. El PRD, una vol¨¢til suma de facciones, ha sentido en las pasadas elecciones el aliento del desastre. Y su reacci¨®n ha sido la b¨²squeda de un hombre de consenso, una cara amable y respetada, un acad¨¦mico capaz de enarbolar un discurso regeneracionista y con el que se pretende hacer olvidar el fango de Iguala. Esa es desde hoy la misi¨®n de Agust¨ªn Basave.
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