La oposici¨®n siria pide proteger a los refugiados ante la llegada del invierno

El invierno se acerca y a la violencia cotidiana, las carencias y las penurias que sufren los ocho millones de desplazados internos provocados por la guerra en Siria, pronto se a?adir¨¢n las bajas temperaturas, las lluvias y la nieve. ¡°Parece inconcebible que, enfrent¨¢ndonos a un dictador, sufriendo todo tipo de peligros, bombardeos y ataques, la gente muera de fr¨ªo¡±, lamenta Hadi al Abdul¨¢, activista de la ciudad de Homs. Pero ocurre.

De ah¨ª que asociaciones vinculadas a la oposici¨®n siria lanzaran este lunes en Estambul una ¡°llamada urgente¡± a que la comunidad internacional haga un esfuerzo por incrementar la ayuda humanitaria tanto a los desplazados internos como a los refugiados sirios que residen en campos de refugiados en malas condiciones en L¨ªbano, Jordania e Irak. ¡°Millones de sirios han perdido sus hogares y est¨¢n en peligro por falta de comida, por las enfermedades o porque carecen de calefacci¨®n. Ya en anteriores inviernos, muchos ni?os, mujeres y ancianos murieron por el fr¨ªo o las inundaciones¡±, explica Orhan Mohamad, director de la Unidad de Coordinaci¨®n de Asistencia (ACU): ¡°Por eso llamamos a las organizaciones internacionales a que act¨²en r¨¢pidamente antes de que ocurran desgracias¡±.

En la provincia de Alepo ya se han registrado fuertes lluvias en los ¨²ltimos d¨ªas y en la mente de las ONG est¨¢n las fuertes heladas y nevadas de los dos pasados a?os, que en muchos casos impidieron que la ayuda humanitaria llegase a tiempo a los interesados. ¡°Est¨¢ claro que este invierno, como los anteriores, habr¨¢ nieve, fr¨ªo, inundaciones, y tambi¨¦n que nuevamente volver¨¢ a faltar ayuda y volver¨¢n a repetirse los desastres vividos¡±, critica Hamza Alabdul¨¢, de la organizaci¨®n de ayuda y desarrollo Onsur, otra de las firmantes de la llamada a la acci¨®n, junto a consejos ciudadanos locales de las provincias de Homs, Hama, Idlib y Alepo; los ¡°Cascos Blancos¡± encargados de la protecci¨®n civil en las ¨¢reas rebeldes; diversas ONG sirias con sede en el sur de Turqu¨ªa, y grupos isl¨¢micos vinculados a los Hermanos Musulmanes. ¡°Los problemas se incrementan a?o a a?o, pero la ayuda se est¨¢ reduciendo¡±, se queja el cl¨¦rigo saud¨ª Salman al Ouda, lamentando la falta de asistencia llegada desde Estados isl¨¢micos y recordando que ¡°la caridad es un deber de todos los musulmanes¡±.

La situaci¨®n en Siria, denuncian estos grupos opositores, se ha complicado adem¨¢s con la entrada de Rusia en el conflicto a finales de septiembre. De acuerdo con los datos de ACU, que a grandes rasgos coinciden con los c¨¢lculos de la ONU, durante el mes de octubre 127.172 personas han huido de sus hogares en las provincias de Idlib y Alepo a causa de los bombardeos rusos. Seg¨²n esta organizaci¨®n, los ataques a¨¦reos rusos han alcanzado s¨®lo una decena de objetivos del Estado Isl¨¢mico y un centenar de ¨¢reas controladas por los rebeldes opuestos al r¨¦gimen de Bachar el Asad. ¡°La mayor¨ªa de estos objetivos eran civiles y muchos hospitales est¨¢n siendo atacados. Durante el ¨²ltimo mes hemos perdido a cinco trabajadores de nuestra plantilla: m¨¦dicos, trabajadores de laboratorio, gente que transportaba sangre para transfusiones¡­¡±, denuncia Mohamad.

El director de ACU admite a EL PA?S que ¡°la falta de coordinaci¨®n¡± entre las diversas organizaciones de ayuda ¡°es un gran problema¡±, ya que ralentiza la distribuci¨®n del material y aumenta el gasto. Pero muchas organizaciones internacionales, en especial las occidentales, recelan de las ONG que operan en lo que los opositores denominan territorio ¡°liberado¡±, pues junto a los activistas que iniciaron la revoluci¨®n contra Asad, pululan importantes grupos yihadistas como el Frente al Nusra (filial de Al Qaeda), Ahrar ash Sham o Yaish al Islam, que podr¨ªan utilizar el reparto de ayuda humanitaria como forma de proselitismo. De hecho, durante el verano se denunci¨® que el Estado Isl¨¢mico estaba repartiendo ayuda robada al Programa Mundial de Alimentos de la ONU. ¡°Siempre existir¨¢ el riesgo de que la ayuda caiga en manos de yihadistas¡±, reconoci¨® Mohamad: ¡°Pero si por eso se deja de enviar, morir¨¢n cientos de miles de personas inocentes¡±.