El precedente afgano: ataques de soldados locales contra extranjeros

A finales de agosto, un hombre vestido con uniforme militar afgano mat¨® en un campamento en la provincia de Helmand a dos soldados estadounidenses de Resolute Support (apoyo decidido), la misi¨®n de entrenamiento y asesoramiento a las fuerzas afganas que desde enero sustituye a la misi¨®n de combate de la OTAN en Afganist¨¢n. Fue el tercer y ¨²ltimo en lo que va de a?o de los ataques green on blue (verde contra azul, por el color de los uniformes de las respectivas fuerzas), que alcanzaron su pico entre 2011 y 2013.

Estos ataques internos, como los llama la OTAN oficialmente, suelen tener una capacidad mort¨ªfera m¨¢s limitada que otros atentados. Pero su impacto pol¨ªtico y sobre la moral es desproporcionadamente alto, sobre todo porque mina la confianza entre las fuerzas extranjeras y las autoridades civiles y militares locales, uno de los objetivos de los talibanes y otros grupos insurgentes en Afganist¨¢n. Ataques de este tipo llevaron en los ¨²ltimos a?os, entre otros, a la suspensi¨®n temporal del entrenamiento de las fuerzas afganas por parte de la ISAF, seg¨²n el Centro de Estudios Internacionales y Estrat¨¦gicos (CSIS) de Washington. Un atentado de este tipo caus¨® en agosto del a?o pasado la baja del militar de m¨¢s alto rango de Estados Unidos desde el 11 de septiembre de 2001: el general del Ej¨¦rcito Harold Greene, que muri¨® abatido por un hombre que vest¨ªa el uniforme de soldado afgano en una base en Kabul.

Seg¨²n la misi¨®n estadounidense, los 110 ataques de este tipo desde 2007 han costado la vida a 144 miembros de la coalici¨®n internacional. El peor a?o fue 2012, cuando se registraron 48 ataques verde contra azul que dejaron 64 muertos y 102 heridos. Desde entonces, la cifra se ha ido reduciendo dr¨¢sticamente hasta los cuatro muertos de este a?o por este tipo de atentados.

Fuentes de la misi¨®n internacional en Afganist¨¢n atribuyen este descenso a las medidas tomadas tanto por las fuerzas internacionales como por el Gobierno afgano para "reducir el riesgo" de este tipo de ataques, entre otros mediante una mejora de las revisiones de seguridad, de la contrainteligencia y de una mayor "comprensi¨®n de la diversidad cultural".