Plebiscito por la paz

Los ¨²ltimos ocho d¨ªas en Colombia han demostrado que las heridas de nuestra guerra, e incluso de las tragedias naturales, a¨²n est¨¢n abiertas. Lo hemos escuchado de boca de las v¨ªctimas. Y cuando no est¨¢n abiertas, no falta el funcionario que la reabra sin medir las consecuencias o midi¨¦ndolas por motivaciones que a¨²n no son claras para algunos.

Es el caso del fiscal general Eduardo Montealegre que anunci¨® que revisar¨ªa los indultos y amnist¨ªas otorgados al M-19 por la toma del Palacio de Justicia, a pesar de que los miembros de esa guerrilla han cumplido quiz¨¢ como ning¨²n otro con lo pactado y honrado en un proceso de paz hecho a la luz de la realidad jur¨ªdica mundial de ese momento.

Los ¨²ltimos ocho d¨ªas en Colombia han demostrado que las heridas de nuestra guerra, e incluso de las tragedias naturales, a¨²n est¨¢n abiertas

Por eso es tan importante que, paralelamente, el pa¨ªs empiece a discutir sobre el mecanismo de refrendaci¨®n de los Acuerdos de La Habana, del plebiscito como la f¨®rmula escogida para que los colombianos salgan a las urnas a decir s¨ª o no a lo que en Cuba se firme entre el Gobierno y las FARC, a m¨¢s tardar el 23 de marzo de 2016, para ponerle fin a 50 a?os de conflicto.

Cumple el presidente Juan Manuel Santos con su palabra de someter a refrendaci¨®n el proceso de paz, pero al mismo tiempo le plantea a ambas partes de la mesa un reto a¨²n mayor: que lo pactado sea transparente y restaurativo para que quienes expresan en las encuestas y en otros espacios de opini¨®n, que quieren la paz pero con condiciones, salgan a votar masivamente por el fin de la guerra.

La refrendaci¨®n busca legitimar los acuerdos. Garantizar el mayor consenso en torno a las decisiones y el cierre definitivo de las heridas y la no repetici¨®n o reanudaci¨®n del conflicto. Hay quienes consideran que no es necesaria, pero la promesa de legitimar las decisiones v¨ªa ciudadan¨ªa fue hecha.

A mayor n¨²mero de colombianos participando, mayor legitimidad

As¨ª las cosas, el plebiscito puede ser el mejor mecanismo porque es m¨¢s expedito. Permite formular una sola pregunta y no centenares. Seg¨²n la legislaci¨®n colombiana, con el plebiscito el pueblo es convocado por el presidente para que apoye o rechace una decisi¨®n o pol¨ªtica p¨²blica. Aunque para el procurador el plebiscito es una caricatura de refrendaci¨®n, ser¨¢n los ciudadanos los que tendr¨¢n la ¨²ltima palabra, como corresponde.

Como cualquier otro mecanismo de participaci¨®n, sin embargo, tiene tambi¨¦n dificultades como que no alcance el umbral de votaci¨®n como hist¨®ricamente ha ocurrido. Por esta raz¨®n, el Congreso legisla para modificar la Ley Estatutaria de Participaci¨®n y disminuir del umbral del 25 al 13 por ciento. De aceptarse, en Colombia solo se requer¨ªa de menos de 5 millones para refrendar o negar los acuerdos de paz. Realista frente a las cifras de participaci¨®n electoral hist¨®rica, s¨ª. Pero en lo pol¨ªtico no deja de ser una complicaci¨®n que incluso puede correr riesgo de ser negada por la Corte Constitucional, que ya hab¨ªa definido la abstenci¨®n como un derecho que ahora se elimina.

Cumple el presidente Juan Manuel Santos con su palabra de someter a refrendaci¨®n el proceso de paz

El plebiscito es la figura ideal, ya se ha dicho, y hacerlo con una sola pregunta a¨²n m¨¢s. Pero mantener el umbral del 25 por ciento merece una reflexi¨®n de fondo. A mayor n¨²mero de colombianos participando, mayor legitimidad. Sacar una ley estatutaria para un caso particular tiene tambi¨¦n riesgos constitucionales. Si estamos bajando el umbral solo para garantizar el S? a los acuerdos, tendr¨ªamos que establecer la cifra como una regla general y no ad hoc.

Los estudiosos sobre el comportamiento electoral colombiano tienen una y mil razones para defender la medida y muchos de sus argumentos suenan convincentes. ?Pero no seremos capaces los colombianos de lanzarnos a la calle masivamente para decir S?, S? mil veces S? a la posibilidad de una Colombia en Paz?

Diana Calder¨®n es directora de Informativos de Caracol Radio y de Hora 20, Colombia. Twitter @dianacalderonf