La discreta vida del terrorista
Ismail Omar Mostefai, uno de los tres asaltantes de Bataclan, vivi¨® con toda su familia en un suburbio residencial a 90 kil¨®metros de Par¨ªs
Ismael Omar Mustaf¨¢ (Courcouronnes, 1985) pas¨® en poco tiempo de llevar una vida corriente y familiar en un suburbio residencial a 90 kil¨®metros de Par¨ªs a perpetrar una matanza en la sala de conciertos Bataclan y hacer estallar su cuerpo junto a otros dos terroristas. Ten¨ªa dos hijas, esposa, dos hermanos, dos hermanas y un pitbull. Este domingo los vecinos de la casa unifamiliar donde vivi¨® unos tres a?os y con los que apenas hablaba no pod¨ªan creer que ¨¦l y otros dos individuos fueran responsables del asesinato de 89 personas, que el terrorista fuera el vecino de al lado. ¡°Eso es lo m¨¢s inquietante de todo¡±, lamentaba Besnard, que se cruz¨® con ¨¦l cada ma?ana durante a?os.
A Omar, como le conoc¨ªan sus allegados, le han identificado por un trozo de dedo que la polic¨ªa pudo recuperar tras su inmolaci¨®n en la sala de conciertos. Las huellas coincid¨ªan con las de un delincuente com¨²n fichado unas seis veces por delitos menores (trapicheo de drogas, conducir sin carn¨¦¡). Un franc¨¦s de origen argelino al que se le hab¨ªa perdido la pista en los ¨²ltimos a?os y que ya constaba en los archivos policiales como sospechoso de haberse radicalizado.
El terrorista vivi¨® unos tres a?os con toda su familia en una peque?a casa unifamiliar
Durante un tiempo, llev¨® una vida corriente en un lugar solitario y aburrido. Pero todo apunta a que tras entrar en contacto con individuos mucho m¨¢s radicalizados que ¨¦l, termin¨® volando hacia Siria, pen¨²ltima parada antes de perpetrar su masacre. Es el segundo de los asaltantes que la polic¨ªa relaciona con ese pa¨ªs.
Omar vivi¨® unos tres a?os en una casa unifamiliar, situada en un peque?o n¨²cleo de la Madeleine ¡ªun barrio de Chartres, ciudad donde viven unas 40.000 personas¡ª, con su familia y su mujer, entonces embarazada de su segunda hija. Nadie recuerda exactamente de qu¨¦ trabajaba ni si lo hac¨ªa. ¡°Era muy educado, mi hija iba al colegio con la suya. Nunca tuvimos ning¨²n tipo de conflicto con su familia¡±, recuerda un vecino que viv¨ªa en el adosado de al lado y que, como el resto, estaba profundamente sorprendido por la noticia. ¡°Esta no es una zona donde haya un caldo de cultivo de este tipo de radicales. Esto no tiene nada que ver con algunas banlieue [barrios desfavorecidos] de Par¨ªs; aqu¨ª solo hay familias¡±, explica Benoit, un vecino del bloque de edificios de enfrente. Efectivamente, se trata de un lugar alejado de los t¨®picos sobre las zonas consideradas focos del islamismo en Francia.
La polic¨ªa, incluso parte de sus allegados, hab¨ªa perdido hac¨ªa alg¨²n tiempo la pista de este terrorista. Al parecer pudo dormir una ¨¦poca en un hogar social. Algunas fuentes se?alan que en 2014 habr¨ªa pasado un peque?o periodo en Siria y que se habr¨ªa radicalizado poco antes de esa ¨¦poca.
Cada ma?ana acud¨ªa a la mezquita. Ven¨ªa a buscarle un amigo", se?ala una vecina
En los archivos policiales estaba fichado con la letra ¡°s¡±, nomenclatura para identificar un riesgo potencial de acercamiento al islamismo. Pero no estaba siendo seguido ni investigado en el momento del atentado. Seg¨²n public¨® este domingo Le journal de centre, Omar habr¨ªa comenzado su proceso de radicalizaci¨®n con la llegada de un marroqu¨ª procedente de B¨¦lgica a la mezquita que ¨¦l frecuentaba cerca de Chartres.
La polic¨ªa ha interrogado a seis familiares del primer kamikaze identificado de la matanza de Par¨ªs. Entre ellos, el padre y un hermano de Mostefai, as¨ª como la esposa de este, que viven en los alrededores de Par¨ªs. Los investigadores quieren saber si conoc¨ªan alguna de las actividades del kamikaze relacionadas con el terrorismo o incluso si alguno pudo ayudarle en alg¨²n momento.
Los nuevos inquilinos de la casa donde pasaron aquellos a?os Omar y su familia estaban este fin de semana abrumados. Llevan solo tres meses viviendo ah¨ª y este domingo por la ma?ana tuvieron que salir cada 15 minutos a dar explicaciones. Con la puerta entreabierta, asustados y sin apenas sacar la cabeza, repet¨ªan una y otra vez que ellos no ten¨ªan nada que ver con el suceso. El resto del vecindario, sin embargo, no ten¨ªa ning¨²n problema en explayarse sobre su discreta vida. ¡°No hablaba pr¨¢cticamente con nadie. Cada ma?ana un amigo le esperaba en la carretera junto a su casa y se iban a la mezquita. Yo creo que no trabajaba, pero su padre ten¨ªa un empleo en el aeropuerto¡±, recuerda Corinne, una vecina que sol¨ªa encontr¨¢rselo cuando ella sal¨ªa de camino al trabajo.
Seg¨²n varias informaciones, dicha mezquita es la de Luc¨¦, a unos cuatro kil¨®metros del antiguo domicilio del terrorista. Ayer, dos personas custodiaban la puerta, daban explicaciones y negaban tener vinculaci¨®n con Omar. ¡°Esta persona no era asidua a nuestra mezquita, de verdad. Quiz¨¢ pudo venir dos o tres veces¡±. Decenas de periodistas se abalanzaban sobre la verja del templo y la polic¨ªa francesa vigilaban la estaci¨®n de Chartres. Se investiga ahora si en esta peque?a y tranquila ciudad pudo cocinarse parte del atentado.
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