El ISIS: de los ¡®lobos solitarios¡¯ a las c¨¦lulas entrenadas en el califato
El grupo yihadista ha transitado en solo unos meses de inspirar ataques de simpatizantes a organizar c¨¦lulas terroristas vinculadas operativamente
Dos a?os despu¨¦s de irrumpir en la guerra siria y 16 meses tras la proclamaci¨®n del califato desde la ciudad iraqu¨ª de Mosul, el Estado Isl¨¢mico (ISIS, en ingl¨¦s) ha transitado de inspirar ideol¨®gicamente a lobos solitarios ¡ªalgunos con vinculaci¨®n real, aunque finalmente marginados, como Mehdi Nemouche, el asaltante del museo jud¨ªo de Bruselas¡ª a formar c¨¦lulas ligadas operativamente, como las que atentaron en Beirut, Ankara o, este pasado viernes, en Par¨ªs.
Cuenta el exyihadista dan¨¦s Morten Storm (Mi vida en Al Qaeda, Ediciones Pen¨ªnsula) que a finales de los noventa conoci¨® a un tal Zacarias Moussaoui en Brixton (Londres). Moussaoui, un franc¨¦s especialmente beligerante, ya hab¨ªa pasado por un campo de entrenamiento en Afganist¨¢n. Un mes antes del 11-S fue detenido por un delito de inmigraci¨®n. Poco despu¨¦s se supo que formaba parte de la c¨¦lula que perpetr¨® los ataques en el coraz¨®n de EE UU. Moussaoui era y es el paradigma de lo que la red de Bin Laden logr¨® atraer a su seno: un joven radicalizado, entrenado en sus filas y dispuesto finalmente en c¨¦lulas para atacar en Occidente.
Este es el patr¨®n que ha seguido el ISIS y ha consumado en los ¨²ltimos meses: ha transitado de inspirar voluntariamente ataques de lobos solitarios en territorio extranjero ¡ªcomo el del canadiense Martin Couture Rouleau en octubre de 2014 contra dos soldados¡ª a formar c¨¦lulas operativas al estilo de Al Qaeda. Con dos matices que hacen del grupo yihadista una amenaza mayor: el gran n¨²mero de integrantes del ISIS (alrededor de 31.500, de los que el 80% son extranjeros), muy superior al que pudo so?ar Al Qaeda, y su juventud y, por tanto, presumible largo recorrido.
¡°Lo que m¨¢s desconcierta sobre los ataques de Par¨ªs¡±, apunta en un an¨¢lisis Martin Reardon, veterano del FBI y miembro del think tank The Soufan Group, ¡°es que adem¨¢s de estar claramente bien planeados y coordinados, su ejecuci¨®n fue simple y [requiri¨®] poca tecnolog¨ªa¡±. Esa ha sido la t¨¢ctica seguida por las c¨¦lulas vinculadas a Al Qaeda.
Pero Par¨ªs no ha sido la primera muestra de esta forma de atentar. En unos t¨¦rminos similares a los usados para los ataques en la capital francesa, el ISIS reclam¨® la autor¨ªa el viernes de dos atentados suicidas en Beirut, con m¨¢s de 40 muertos. M¨¢s vago fue el comunicado en el que asumi¨® el derribo de un avi¨®n comercial ruso el pasado d¨ªa 31, con m¨¢s de 200 muertos. Las autoridades turcas culparon tambi¨¦n a una c¨¦lula del ISIS de la muerte de m¨¢s de un centenar de personas en varios atentados en Ankara el pasado 10 de octubre.
La activaci¨®n de sus c¨¦lulas operativas, no obstante, no es el ¨²nico elemento que eleva la alerta por amenaza de atentados coordinados en cualquier punto del planeta bajo la firma del ISIS. Al Qaeda logr¨® hacerlo a finales de los noventa con el doble ataque a las embajadas estadounidenses de las capitales africanas Nairobi y Dar el Salam. La reacci¨®n de las canciller¨ªas y la guerra al terror ¡ªen t¨¦rminos de Washington¡ª tuvo que aguardar al mayor ataque vivido por Occidente de manos de Al Qaeda: el 11-S. Para la mayor¨ªa de analistas, no tanto el asalto de la redacci¨®n del semanario franc¨¦s Charlie Hebdo, sino los ataques de este viernes, son el 11-S del ISIS.
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