El padre de uno de los terroristas viaj¨® a Siria para que dejase el ISIS

El padre de Samy Amimour, con 28 a?os uno de los terroristas suicidas que hizo volar su chaleco de explosivos en el ataque a la sala Bataclan en el que murieron m¨¢s de 80 personas el viernes, intent¨® sin ¨¦xito que su hijo abandonara hace un a?o los combates en Siria con el Estado Isl¨¢mico (ISIS).

La periodista de Le Monde St¨¦phanie Marteau public¨® en diciembre de 2014 la historia de Mohamed despu¨¦s de que ¨¦ste regresara de Siria, destrozado por su fracaso a la hora de convencer a su hijo de que abandonase los combates junto a los yihadistas contra Bachar el Asad. En el reportaje se identifica al hijo como Khader para preservar su identidad, pero este lunes el diario franc¨¦s ha confirmado que Khader es Samy Amimour, un franco-argelino identificado como uno de los atacantes del Bataclan.

Mohamed regentaba un negocio de ropa en Seine-Saint-Denis. Su hijo se uni¨® al ISIS y, consciente de que ya no podr¨ªa hacerlo regresar a Francia porque ser¨ªa detenido, Mohamed se traslad¨® a Siria para convencerle de que desertara y se refugiase en su regi¨®n natal de Argelia. El hombre no avis¨® a Samy de su visita hasta que estuvo en la frontera turco-siria. El hijo reaccion¨® encolerizado, pero inici¨® los procesos para que, tras una semana de espera, el padre fuese embarcado en un autob¨²s junto con esposas de combatientes y voluntarios de todas las nacionalidades que cruzaron el desierto hasta llegar a Minbej, enclave del ISIS a 80 kil¨®metros de Alepo.

En Minjeb el hombre describi¨® a la periodista la amarga espera, enfermo por una intoxicaci¨®n alimentaria, v¨ªctima del rigor de la organizaci¨®n yihadista, que le imped¨ªa fumar, le obligaba a rezar, le mostraban v¨ªdeos de torturas y le escoltaba en los escasos encuentros con su hijo. Estos fueron tan fr¨ªos que el joven ni siquiera quiso explicarse c¨®mo hab¨ªa sido herido en una visita a Raqa despu¨¦s de la que usaba muletas.

Tras dos d¨ªas, Mohammed regres¨® a Turqu¨ªa acompa?ado de una conversa de Montpellier que le aseguraba que su marido esperaba cometer un atentado suicida. Desde Estambul viaj¨® a Francia sin mayores dificultades legales mediante un vuelo al norte de Europa.

En el reportaje el hombre le asegura a la periodista que, mediante conversaciones mensuales en Skype, a¨²n intenta persuadir a su hijo ¨Cen ese momento ya casado- de que dejara el ISIS, y que planeaba intentarlo en persona una vez m¨¢s, en esta ocasi¨®n acompa?ado por su esposa. ¡°Quiz¨¢s ella pueda convencerlo. No quiero que se quede toda la vida all¨ª¡±, termina el relato.