La peligrosa vulnerabilidad de la clase media

La primera d¨¦cada del siglo XXI fue prodigiosa para Am¨¦rica Latina. La pobreza se redujo casi por la mitad. M¨¢s de 60 millones ascendieron a la clase media. La desigualdad disminuy¨® y por primera vez los latinoamericanos que no son pobres superan en n¨²mero a los que s¨ª lo son. Nunca antes en la regi¨®n la clase media hab¨ªa crecido tanto en tan poco tiempo.

Pero un dato de esta historia feliz no ha recibido suficiente atenci¨®n. Entre las personas que han superado la pobreza no todas han alcanzado la clase media. Una parte habita esa zona gris resbaladiza que algunos acad¨¦micos llaman el sector "vulnerable", conformado por las personas que salieron de la pobreza pero a¨²n enfrentan un alto riesgo de caer otra vez en ella. Esta clase, que algunos agrupan con la clase media, es la m¨¢s numerosa y sus miembros est¨¢n literalmente a una enfermedad o una recesi¨®n de volver a ser pobres.

Que existan los vulnerables no quiere decir que la clase media ya est¨¦ vacunada contra la indigencia. Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo estima que el 14% de la clase media en 2003 cay¨® al menos una vez en la pobreza durante la siguiente d¨¦cada. Para los vulnerables el porcentaje asciende al 65%, tambi¨¦n durante esa d¨¦cada de bonanza. Es decir: en los pr¨®ximos a?os, que no ser¨¢n tan pr¨®speros, el riesgo podr¨ªa ser mucho m¨¢s alto para ambos grupos.

Los vulnerables no solo se diferencian de las clases m¨¢s ricas en el ingreso. A diferencia del ciudadano promedio de clase media, los vulnerables no suelen tener t¨ªtulo de bachiller. Las probabilidades de que se ganen la vida en el sector informal de la econom¨ªa son mucho mayores. Entre 2003 y 2013 casi el 90% del aumento del empleo formal ocurri¨® entre los trabajadores de clase media.

Entre las personas que han superado la pobreza no todas han alcanzado la clase media. Una parte habita esa zona gris llamada "vulnerable"

La desaceleraci¨®n china y el d¨¦bil crecimiento econ¨®mico global han golpeado a muchos pa¨ªses de Am¨¦rica Latina. En los ¨²ltimos a?os la regi¨®n ha crecido a una tasa mucho menor a la de los mejores a?os del boom. Brasil, Argentina y Venezuela, que representan la mitad del PIB del continente, est¨¢n en recesi¨®n o creciendo muy poco. Para 2015 el Fondo Monetario Internacional prev¨¦ una contracci¨®n econ¨®mica regional, la primera desde la crisis econ¨®mica mundial.

Esta situaci¨®n, por supuesto, ya est¨¢ afectando a los vulnerables y la clase media. La pobreza en Venezuela, por ejemplo, aument¨® casi siete puntos entre 2012 y 2013. En Brasil la deuda promedio de los hogares es casi el 50% de la renta disponible, una situaci¨®n asfixiante para las millones de personas que viven al d¨ªa y cuyo ingreso ha disminuido por la recesi¨®n. Mauricio Prado, director ejecutivo de la empresa consultora Plano CDE, calcula que 35 millones de brasile?os est¨¢n bajo riesgo de caer en la pobreza.

Todo esto apunta a un incierto panorama pol¨ªtico y social. Como en otras regiones emergentes, la bonanza acarre¨® una etapa de excesiva complacencia en Am¨¦rica Latina. Muchos presidentes o partidos pol¨ªticos han pasado per¨ªodos inusualmente largos en el poder. Pero este fen¨®meno, que se ha visto en pa¨ªses como Brasil, Argentina, Ecuador, Venezuela y Bolivia, pareciera estar llegando a su fin. El bajo o nulo crecimiento ha minado la popularidad de muchos presidentes. El cambio parece inevitable en pa¨ªses donde hasta hace poco luc¨ªa lejano e improbable.

No hay un claro v¨ªnculo entre las protestas y los vaivenes de la clase media

?Podr¨ªan los reveses sufridos por los vulnerables y la clase media provocar protestas a lo largo de la regi¨®n? Es posible, pero nadie lo sabe. No hay un claro v¨ªnculo entre las protestas y los vaivenes de la clase media. Han estallado protestas en lugares donde la clase media crece r¨¢pidamente pero tambi¨¦n donde crece muy lentamente; en pa¨ªses donde la clase media ha padecido amargos contratiempos y en pa¨ªses donde los retrocesos apenas se han sentido. Y los horizontes de tiempo son tambi¨¦n imprevisibles. No hay manera de saber cu¨¢ndo habr¨¢ protestas en un pa¨ªs donde la clase media crece o se contrae, independientemente de la velocidad con que esto ocurra.

Lo que s¨ª sabemos con certeza es que todos los pa¨ªses se benefician a la larga del ensanchamiento de la clase media. Esta clase consume y ahorra m¨¢s, gasta m¨¢s en educaci¨®n y salud, paga m¨¢s impuestos, participa m¨¢s en pol¨ªtica, y ejerce m¨¢s presi¨®n para mejorar los servicios p¨²blicos. Tambi¨¦n suele valorar m¨¢s la democracia, los derechos de propiedad, las libertades individuales y el sistema de mercado. Y ayuda a cohesionar socialmente una sociedad, distendiendo las tensiones entre los pobres y la clase alta.

Ser¨ªa una l¨¢stima que millones de personas, en vez de asentarse en la clase media o seguir ascendiendo hasta tocar sus puertas, no logren resistir los embates de poderosas fuerzas adversas que tienen poca capacidad de influir.

Alejandro Tarre es periodista venezolano. Twitter: @alejandrotarre