Hacia un enfoque integral contra la inseguridad en las Am¨¦ricas

Guardias de seguridad que d¨ªa a d¨ªa se multiplican en los centros urbanos, robos, asesinatos, secuestros expresos, p¨¢nico que afecta a la convivencia social, parecen ser fen¨®menos que nuestras sociedades comienzan a asumir como algo inevitable.

Tenemos que sacudirnos ese aura de resignaci¨®n, y dar un impulso decisivo hacia un enfoque integral que pueda devolver la paz y tranquilidad en nuestros centros y barrios que todos ansiamos.

Ese deber¨ªa ser el objetivo de la Ministerial de Seguridad P¨²blica de las Am¨¦ricas (MISPA V), a celebrarse en Lima entre el 19 y 20 de noviembre y organizada por la Organizaci¨®n de los Estados Americanos (OEA) y el Gobierno de Per¨².

Parece parad¨®jico, pero a pesar de no tener guerras y haber pasado por una d¨¦cada de bonanza econ¨®mica y de inclusi¨®n social, Am¨¦rica Latina y el Caribe tienen la tasa m¨¢s alta de homicidios del planeta, 23 por cada 100.000 habitantes, seg¨²n cifras de Naciones Unidas. Al mismo tiempo, seg¨²n el BID, uno de cada cinco latinoamericanos fue v¨ªctima de un robo en el ¨²ltimo a?o, y uno de cada tres fue con violencia.

El mundo digital y la Internet acercan mundos que antes estaban separados. Entre los que tienen acceso a bienes suntuarios y los que no lo tienen, no existe hoy la separaci¨®n de hace 20 a?os. As¨ª las cosas y en una sociedad donde los valores ¨¦ticos no se han pasado de generaci¨®n en generaci¨®n, si no tengo un iPhone y lo quiero tener -porque todos lo tienen-, lo robo.

La gravedad del problema es a¨²n mayor porque afecta m¨¢s severamente al coraz¨®n de nuestro propio futuro. De acuerdo a las mismas fuentes, la tasa de v¨ªctimas mortales por actos de violencia entre nuestra poblaci¨®n de 15 a 29 a?os es cuatro veces superior a la media global. El PNUD estima que el exceso de homicidios que nos aqueja reduce en un 0,5 por ciento el Producto Interior Bruto de la regi¨®n.

Como en otros campos, la represi¨®n por s¨ª sola no es la mejor soluci¨®n. La forma tradicional de controlar el delito ha estado basada principalmente en un modelo exclusivamente punitivo, en el que las c¨¢rceles se convierten en universidades del crimen.

El problema es multidimensional y tiene en su origen variables sociales, econ¨®micas, culturales, y los excesos de la sociedad de consumo y afecta desproporcionadamente a los grupos m¨¢s vulnerables. A aquellos que no tienen recursos para obtener seguridad privada.

Como el problema, la soluci¨®n debe ser multidimensional. Necesitamos un enfoque integral, que incluya fundamentalmente un modelo preventivo que incluya programas de educaci¨®n y deporte, especialmente para las comunidades con poblaciones m¨¢s j¨®venes.

Desgraciadamente, en Am¨¦rica Latina, seg¨²n el BID, uno de cada cinco j¨®venes (32 millones de personas) ni estudia ni trabaja. Es la llamada generaci¨®n NI-NI, un potencial grupo de riesgo. Por ello es esencial el enfoque de Per¨², como anfitri¨®n de MISPA V, escogi¨® muy acertadamente como tema central del encuentro "La Prevenci¨®n de la violencia, la delincuencia y la inseguridad".

Un enfoque integral supone la modernizaci¨®n de los sistemas policiales y de justicia; la plena y efectiva coordinaci¨®n transfronteriza en el combate a la delincuencia organizada, que es responsable de un 30 por ciento del total de homicidios de la regi¨®n; la inclusi¨®n en las iniciativas pro seguridad de tanto los cuerpos policiales como de organizaciones de la sociedad civil y l¨ªderes comunitarios; la b¨²squeda de alternativas al encarcelamiento; y la implementaci¨®n de programas efectivos de reinserci¨®n de quienes cumplieron condenas, entre otros.

Ese enfoque, finalmente, tiene que guiarse por los datos y los resultados. La conferencia MISPA tambi¨¦n puede adelantar esta agenda. Debemos potenciar lo que es efectivo y dejar de hacer lo que no, pero para ello necesitamos saber qu¨¦ funciona y qu¨¦ no. S¨®lo as¨ª podremos revertir una tendencia que, ahora mismo, es inaceptable.

El reto es enorme, pero ineludible y urgente: en muchos de nuestros Estados Miembros, los desaf¨ªos en materia de seguridad afectan la cohesi¨®n social, la estructura y funcionamiento del Estado democr¨¢tico as¨ª como la actividad econ¨®mica y empresarial. Son obst¨¢culos que hay que sortear para que todos los ciudadanos puedan tener las mismas oportunidades de progreso.

Luis Almagro es Secretario General de la OEA. Twitter @Almagro_OEA2015