El ISIS obliga a cambiar las reglas en la lucha antiterrorista europea
Los yihadistas se convierten en una nueva forma de desaf¨ªo para la seguridad europea
Los atentados que Francia ha padecido en los ¨²ltimos meses ofrecen elementos para trazar un perfil claro del proceso de radicalizaci¨®n: el paso por las banlieues marginales, la c¨¢rcel, la peque?a delincuencia, la familia ¨Ctanto en los ataques contra Charlie Hebdo como en la matanza del viernes hab¨ªa hermanos implicados¨C y el salto hacia la brutalidad que representa el viaje a Siria, L¨ªbano o Afganist¨¢n. Sin embargo, tambi¨¦n se dan elementos que rompen cualquier esquema, que llevan a pensar m¨¢s en grupos terroristas de ultraizquierda como la Baader Meinhof o las Brigadas Rojas que en Al Qaeda. En cualquier caso, este espeluznante c¨®ctel se ha convertido en la mayor amenaza que ha sufrido Europa en su historia reciente y obliga a replantear las reglas tradicionales en la lucha contra el terrorismo.
"Se puede estudiar el origen cultural, sociol¨®gico y psicol¨®gico de los que toman las armas, pero a¨²n as¨ª nos faltan muchas claves", explica Richard Rechtman, psiquiatra y antrop¨®logo, experto en los mecanismos del odio, que ha pasado tres d¨¦cadas analizando el genocidio en Camboya y que ahora estudia los procesos de radicalizaci¨®n. "Es muy dif¨ªcil saber qui¨¦n va a saltar. Es f¨¢cil trazar el camino una vez que se ha convertido en terrorista, pero en sentido contrario es muy dif¨ªcil prevenir y detectarlo. Poner un brazalete electr¨®nico o recluir a cualquiera que se est¨¦ radicalizando es imposible porque la inmensa mayor¨ªa de los j¨®venes que padecen ese proceso no dan el salto a Siria y menos al terrorismo en Francia".
Rechtman es uno de los muchos investigadores sociales que en los ¨²ltimos a?os tratan de dilucidar c¨®mo, m¨¢s all¨¢ de las medidas policiales, se puede frenar un fen¨®meno que se est¨¢ acelerando en Francia: s¨®lo desde enero se ha producido el atentado contra Charlie Hebdo y el supermercado jud¨ªo Hypercacher, el asalto a un tren Thalys entre ?msterdam y Par¨ªs y la masacre del viernes en la que murieron 129 personas en seis lugares diferentes. "Existe un aut¨¦ntico problema social que se ha transformado en un problema teol¨®gico y cultural: gente que odia a la sociedad y que transforma ese rechazo en una versi¨®n radical del islam", explica Farhad Khosrokhavar, investigador en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Par¨ªs y que public¨® el a?o pasado el ensayo Radicalizaci¨®n.
Libros como este ¨²ltimo o como El ideal y la crueldad. Subjetividad y pol¨ªtica de la radicalizaci¨®n, que acaba de ser publicado y recoge los trabajos de 14 expertos, o las pel¨ªculas de Jacques Audiard, que gan¨® la Palma de Oro en Cannes con un filme sobre la violencia de las banlieues, Dhepaan, ahora en cartel en Espa?a, y que describe en El profeta los c¨ªrculos islamistas en las c¨¢rceles, demuestran que tratar de comprender los or¨ªgenes de la violencia se ha convertido en una obsesi¨®n nacional en un pa¨ªs que asiste desconcertado a un creciente ba?o de sangre.
"Europa no est¨¢ preparada para un n¨²mero tan elevado de yihadistas, tal vez 5.000", prosigue Farhad Khosrokhavar. "Tratar de controlar a miles de terroristas es enorme, los servicios de espionaje no pueden enfrentarse a eso. Europa no ha tomado conciencia de este problema, no se han ampliado los servicios de espionaje, mientras que el n¨²mero de terroristas se ha multiplicado por diez. En los a?os noventa, con Al Qaeda, el perfil era totalmente diferente. Ahora las amenazas son diez veces peores porque el califato lo cambia todo, ya que dispone de toda la eficacia de un Estado para entrenar, armar, financiar... Las autoridades han tardado mucho en darse cuenta del nivel de esa mutaci¨®n. Esto va a ir a peor".
En la plaza de la Rep¨²blica, en medio de un impresionante despliegue policial en la tarde del martes, Karim Amellal apura un caf¨¦. Creci¨® en la banlieue y ahora vive a apenas unos metros del lugar de los atentados. Este escritor, ensayista y profesor de Ciencias Pol¨ªticas se ha convertido en uno de los m¨¢ximos investigadores de estos espacios a los que no llega la Rep¨²blica. "No nos podemos enga?ar, la mayor¨ªa de los radicales que dan el salto al terrorismo tienen relaci¨®n con las banlieues; pero en Siria tambi¨¦n hay muchos yihadistas de clase media. No es un fen¨®meno que podamos entender s¨®lo desde el punto de vista de la marginaci¨®n, es m¨¢s amplio. Muchos yihadistas en potencia tienen mucho que ver con el terrorismo italiano o alem¨¢n de los ochenta", prosigue Amellal, quien cree que medidas como la polic¨ªa de proximidad, el trabajo con las comunidades y en las mezquitas as¨ª como en las c¨¢rceles son esenciales para tratar de frenar el problema.
Bernard Godard, antiguo funcionario del Ministerio del Interior, donde se ocupaba del islam entre 1997 y 2014, y autor del reciente libro La cuesti¨®n musulmana en Francia, explica que "la motivaci¨®n religiosa ya no es lo m¨¢s importante". "La prisi¨®n, la peque?a delincuencia, los factores patol¨®gicos son claves. Y es un cambio muy grande: en otros momentos de la yihad se rechazaba los delincuentes, ahora no", prosigue Godard. Preguntado sobre los refuerzos policiales anunciados por el presidente Fran?ois Hollande, responde: "El n¨²mero no marca la diferencia. Lo importante es saber qu¨¦ formaci¨®n tienen, c¨®mo est¨¢n repartidos, qu¨¦ capacidad tienen para detectar a aquellos que pueden dar el salto y para eso hay que estar muy cerca. Este tipo de vigilancia tal vez es m¨¢s eficaz desde los servicios sociales, los Ayuntamientos, los profesores. Lo esencial es que circulen la informaci¨®n".
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