¡°Europa se destruye al marginar la filosof¨ªa¡±
De la educaci¨®n a la religi¨®n, el pensador habla de los temas actuales que le preocupan
Massimo Cacciari, fil¨®sofo, termin¨® metido de lleno en los l¨ªos de la pol¨ªtica en uno de los lugares m¨¢s complicados, la ciudad en la que naci¨® hace 71 a?os: fue alcalde de Venecia entre 1993 y 2000 y entre 2005 y 2010. Empez¨® a finales de los sesenta en Potere Operaio y fue diputado con el Partido Comunista Italiano. M¨¢s adelante estuvo en La Margarita y en el Partido Democr¨¢tico. ?Han cambiado mucho sus ideas? ¡°No lo creo. Sigo mirando las cosas desde las posiciones de izquierda en las que me form¨¦ de joven, y llevo incorporando desde entonces a esas ideas todas las que puedan enriquecerlas, vengan de donde vengan; como las de Ernst J¨¹nger, por ejemplo. Pero siempre sabiendo que los problemas p¨²blicos no se gestionan desde los grandes conceptos sino con soluciones pragm¨¢ticas¡±.
Cacciari ha terminado hace poco un nuevo libro, Laberinto filos¨®fico, donde explora la relaci¨®n con el otro desde los inicios de la filosof¨ªa europea, y sigue dando clases en la Facultad de Filosof¨ªa que ¨¦l mismo fund¨® en de la universidad privada Vita-Salute San Raffaele en Mil¨¢n. Estuvo hace poco en Madrid para dar, invitado por Acciona, una lecci¨®n sobre Sch?nberg en la Sur, escuela fundada por La F¨¢brica y el C¨ªrculo de Bellas Artes. Durante una larga entrevista fue desgranando algunas ideas sobre cuestiones que le tocan de cerca.
LA IZQUIERDA NO EXISTE EN ITALIA
¡°Renzi est¨¢ absolutamente solo. Y justo cuando Berlusconi es un pol¨ªtico acabado y no se ve que la derecha tenga futuro. El Partido Democr¨¢tico, el que lidera Renzi, no tiene figuras destacadas, y sus cuadros resumen la incapacidad de la actual clase pol¨ªtica. Las iniciativas que ha tenido, como la reforma de la ley electoral o la del Senado, no terminan de cautivar a su electorado. La izquierda, as¨ª, simplemente no existe. El Movimiento 5 Estrellas podr¨ªa ganar las elecciones, pero que llegue a gobernar es por el momento solo una posibilidad. Renzi se ha rodeado de un c¨ªrculo de leales, que no representan a nadie. Algunos proceden del viejo PCI, otros vienen de la segunda o la tercera fila de La Margarita. Son casi todos toscanos. Es una situaci¨®n peligrosa. En una democracia importa que el Gobierno est¨¦ compuesto por hombres que tengan peso, que cuenten, que representen a alguien. Y hay un escenario posible cuando toque votar: con el sistema electoral que ha querido Renzi, ultramayoritario, el que consiga el 40% podr¨¢ gobernar. Pero si no llega a esa cifra se va al balotaje, donde habr¨¢ una disputa entre Renzi y 5 Estrellas. Ahora mismo, ganar¨ªa el Movimiento. Porque en el norte la Liga los votar¨ªa masivamente¡±.
EUROPA, CAMINO DEL DESASTRE
¡°La supervivencia del proyecto europeo pasa por recuperar la esperanza de que ese proyecto tiene sentido. Si no se construye una Europa con m¨¢s justicia social y donde la redistribuci¨®n de la riqueza sea real, donde los servicios funcionen, donde haya una verdadera apertura cultural, no hay futuro alguno. Si la ¨²nica Europa posible es la de la austeridad y la estabilidad, estamos perdidos. La Uni¨®n no se va a ir a pique por el problema de la inmigraci¨®n. Lo que ha hecho simplemente la inmigraci¨®n es sacar a la luz los terribles d¨¦ficits del proyecto europeo. No hay una cultura de la solidaridad, nunca llegaron a definirse pol¨ªticas en el Mediterr¨¢neo, aunque hace treinta a?os se intent¨® en Barcelona de la mano de Pasqual Maragall. Pero qued¨® en nada. Si no es posible cambiar la deriva actual, se va hacia el desastre. Los populismos, el de los Le Pen o el de la Liga Norte, est¨¢n jugando un juego muy peligroso. En estas coordenadas, ?ha habido alg¨²n l¨ªder europeo a la altura de las circunstancias? S¨ª, el ¨²nico que ha sabido ver que Europa debe seguir contando en el futuro ha sido Mario Draghi¡±.
LA NOVEDAD DEL PAPA FRANCISCO
¡°Ha demostrado tener una gran autoridad moral y ¨¦tica, y eso puede tener una influencia pol¨ªtica. Y podr¨ªa ser positiva. Hay un componente fundamental que no se puede olvidar: es jesuita. Y lo que hay detr¨¢s es una manera de hacer cuyo referente ¨²ltimo es Ignacio de Loyola. As¨ª que se ha enfrentado a grandes reformas y quienes gobiernan hoy en la Iglesia nada tienen que ver con los que lo hicieron en la ¨¦poca de Ratzinger. Tiene vocaci¨®n de influir. Pero dentro de unas perspectivas muy amplias: a la manera jesuita, poco a poco, lentamente, con mucha paciencia¡±.
LA FILOSOF?A, MARGINADA
¡°Aquella idea de formaci¨®n como camino a la excelencia, la paideia de los cl¨¢sicos, pasa por malas horas. No s¨®lo en Espa?a, y no s¨®lo marginando la filosof¨ªa de los planes de estudio. Ya no se ense?a ni lat¨ªn ni griego y, por lo que se refiere a la literatura, s¨®lo hay inter¨¦s por la del pa¨ªs donde se imparte. El de masacrar las humanidades es un discurso que se ha instalado hace tiempo en Europa. La idea que sostiene este proyecto es un mito: que el pasado, pasado est¨¢; y que por tanto est¨¢ muerto. Y eso no es cierto: el pasado siempre es problem¨¢tico y vive en la memoria actual, forma parte del proyecto de futuro. Est¨¢ vivo en la palabra, en la lengua. Pero hoy es que ni siquiera importa lo que estamos diciendo. Basta ver los debates en televisi¨®n, donde las palabras se tergiversan sin ning¨²n pudor. Al marginar la filosof¨ªa y las humanidades, Europa se est¨¢ destruyendo a s¨ª misma. Lo que resulta parad¨®jico es que sea Europa la ¨²nica empe?ada en borrar sus propias huellas. Ni Estados Unidos, ni China, ni Jap¨®n han tomado esa direcci¨®n. En cambio, Europa s¨ª le ha dado la espalda a su legado ¨Cal humanismo, al Renacimiento, al idealismo alem¨¢n¨C-- y entiende que el futuro pasa solo por el crecimiento del PIB y por adaptarse a las exigencias del presente inmediato¡±.
LO PEOR: DESCONOCER EL ISLAM
¡°El mayor problema es siempre el de la ignorancia. Cuando Occidente, con Estados Unidos al frente, invadi¨® Irak para derrocar a un tirano e implantar una democracia no ten¨ªa ni la menor idea de qui¨¦nes eran los sun¨ªes y los chi¨ªes y carec¨ªa de un plan para cuando llegara la paz. En buena medida, los responsables del surgimiento del Estado Isl¨¢mico somos nosotros. La ignorancia del otro, desconocer qui¨¦nes eran, c¨®mo se relacionaban, sus tradiciones y proyectos: eso es lo peor. Y ahora el Estado Isl¨¢mico nos ha declarado la guerra. Controla un territorio, tiene recursos econ¨®micos. Y en esa guerra est¨¢ dispuesto a utilizar todos los instrumentos terroristas que est¨¦n a su disposici¨®n. ?Pero en qu¨¦ guerra no se ha acudido al terror para ganarla? ?Qu¨¦ nombre puede d¨¢rsele sino a lo que ocurri¨® en Hiroshima? La situaci¨®n es extremadamente peligrosa porque tenemos al enemigo en casa. Y eso nos coloca en una situaci¨®n de impotencia¡±.
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