Viva el Centro Hist¨®rico: el pasado urbano como gu¨ªa
Una ciudad viva es la que conecta el pasado con el presente y el futuro
Uno de los dilemas que enfrentan hoy en d¨ªa muchas ciudades con la suerte de contar con un centro hist¨®rico es ?Por qu¨¦ invertir en ellos cuando hay otras prioridades en la agenda? Sin embargo, la pregunta de fondo es ?cu¨¢l es el precio que est¨¢n dispuestos a pagar las urbes de hoy y las pr¨®ximas generaciones si no se invierte ahora?
Revitalizar los centros hist¨®ricos tiene sentido mucho m¨¢s all¨¢ de su valor simb¨®lico, art¨ªstico y arquitect¨®nico como evidencia del desarrollo de nuestras sociedades a trav¨¦s de los tiempos. Estos tambi¨¦n pueden convertirse en aut¨¦nticos nodos de actividad econ¨®mica, creando oportunidades para miles de peque?os y medianos comerciantes, y convirti¨¦ndose en verdaderos laboratorios de innovaci¨®n urbana.
Adem¨¢s de ser espacios para el arte, la cultura, el comercio y el turismo, los centros hist¨®ricos tambi¨¦n nos ofrecen la oportunidad de crear nuevas formas de participaci¨®n ciudadana. As¨ª, los centros revitalizados pueden mejorar la vida de sus residentes y contribuir a un mejor desarrollo de las ciudades donde se encuentran.
Am¨¦rica Latina y el Caribe poseen 33 centros hist¨®ricos declarados Patrimonio de la Humanidad por las Naciones Unidas. Adem¨¢s, la legislaci¨®n nacional de cada pa¨ªs reconoce m¨¢s de 300 sitios patrimoniales en toda la regi¨®n. Pese a la riqueza y diversidad de su herencia hist¨®rica, estos sitios estos est¨¢n en riesgo: el 65% de los centros hist¨®ricos de nuestra regi¨®n presenta alg¨²n grado de deterioro. En la carrera por ofrecer soluciones al explosivo crecimiento demogr¨¢fico de nuestras ciudades, hogar de m¨¢s del 80% de la poblaci¨®n latinoamericana, muchas urbes han olvidado proteger ese legado.
El ignorar los centros hist¨®ricos y la falta de inversi¨®n en ellos genera un efecto domin¨®. Los centros abandonados incentivan la migraci¨®n de j¨®venes buscando mejores oportunidades en educaci¨®n, trabajo, transporte, vivienda y servicios b¨¢sicos. Los negocios comienzan a cerrar por que no tiene la demanda necesaria para continuar y se movilizan a otras zonas buscando un mejor retorno por su inversi¨®n. Esto a su vez impacta al gobierno, pues no recauda fondos ni de los ciudadanos, ni del sector privado en impuestos, licencias y otros recursos econ¨®micos.
Una ciudad viva, con un centro hist¨®rico que conecte el pasado con el presente y el futuro. Esa es la visi¨®n con la que el Banco Interamericano de Desarrollo, el Gobierno y el Fideicomiso del Centro Hist¨®rico de la Ciudad de M¨¦xico han convocado al seminario internacional ¡°Viva El Centro¡±, que se desarrollar¨¢ precisamente en la capital mexicana.
El seminario ser¨¢ una oportunidad para compartir experiencias exitosas en nuestra regi¨®n y en otras partes del mundo.
Por ejemplo, el gobierno de Quito, Ecuador trabajo con multilaterales para renovar su capital y devolver a su gente la herencia del pasado integr¨¢ndola a su presente. Ahora no solo se trata una joya patrimonial. Tambi¨¦n es una zona viva en la que habitan m¨¢s de 40 mil personas y que es un centro de gobierno, comercio y cultura para toda la ciudad. Es esa vitalidad la que hoy atrae cada a?o a m¨¢s de medio mill¨®n de visitantes.
El valor cultural de los centros hist¨®ricos es obvio en s¨ª mismo. Su mera existencia es una oportunidad a cielo abierto de fortalecer la identidad de nuestros pueblos, que ven all¨ª el reflejo de su pasado como inspiraci¨®n para el presente y el futuro de sus ciudades.
Antigua Guatemala, por ejemplo, uno de los principales atractivos tur¨ªsticos de Centroam¨¦rica es una ciudad viva y pujante, el coraz¨®n cultural del pa¨ªs que ve en esa urbe el valioso legado de su herencia y, sobre todo, su capacidad de revitalizar su vieja capital y hacerla un motor de su desarrollo siglos despu¨¦s de ser pr¨¢cticamente abandonada.
La revitalizaci¨®n de los centros hist¨®ricos es una tarea de naci¨®n, m¨¢s que un deber de los gobiernos. de all¨ª que los proyectos para conservarlos y devolverles la centralidad con la que fueron concebidos siglos atr¨¢s ofrece tambi¨¦n la oportunidad ¨²nica de crear nuevas formas de participaci¨®n ciudadana en los que el sector privado, los acad¨¦micos, los habitantes y los gobiernos puedan ponerse de acuerdo.
El momento es ahora para que nuestros centros hist¨®ricos no solo brillen como las joyas hist¨®ricas que son, sino tambi¨¦n para que iluminen el presente y el futuro de nuestras generaciones. Para que una vez m¨¢s podamos decir: ¡°Viva el centro¡±.
* Jes¨²s Navarrete es especialista senior en Vivienda y Desarrollo Urbano de la Divisi¨®n de Gesti¨®n Fiscal y Municipal del Banco Interamericano de Desarrollo. Twitter @BID_urbano
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