Nueve muertos en un doble atentado contra una mezquita cerca de Bagdad

Al menos nueve personas han muerto y una treintena han resultado heridas este viernes en un doble atentado a la salida de las plegarias de mediod¨ªa en Yusufiya, una localidad de la periferia de Bagdad. A falta de identificar a sus autores, el ataque tiene las huellas del Estado Isl¨¢mico (ISIS) que controla amplias zonas del norte y el oeste de Irak, pero que con frecuencia golpea a la comunidad chi¨ª y a las fuerzas de seguridad tambi¨¦n en la capital. Sin incluir el mes de noviembre, los terroristas han matado a 6.520 civiles iraqu¨ªes desde principios de a?o, seg¨²n la ONU.

Una bomba de fabricaci¨®n casera escondida al borde de la calzada ha estallado cuando los fieles abandonaban la mezquita en Yusufiya, a 30 kil¨®metros al sur de Bagdad, un poco antes de las doce y media de mediod¨ªa. Esa primera explosi¨®n ha matado a dos civiles y herido a otros nueve, seg¨²n fuentes policiales citadas por Reuters. Poco despu¨¦s, mientras los servicios de emergencia y las fuerzas de seguridad trataban de asistir a las v¨ªctimas, un terrorista suicida ha detonado su chaleco explosivo matando a siete personas m¨¢s e hiriendo a 28.

Esa t¨¦cnica del doble atentado y que el objetivo fuera una aljama chi¨ª apunta a la responsabilidad del ISIS, el mismo grupo que est¨¢ detr¨¢s de los atentados de Par¨ªs y de Beirut, y cuya brutalidad inspira a islamistas violentos en todo el mundo. Sus l¨ªderes, que se adhieren a una interpretaci¨®n extrema del islam sun¨ª que excluye al resto de las ramas y lecturas de esa religi¨®n, explotan la fractura sectaria que se ha abierto en Irak tras el derribo de Sadam Husein por EEUU en 2003 y el consiguiente acceso al poder de la hasta entonces marginada mayor¨ªa chi¨ª.

Su particular credo encuentra eco entre algunos sun¨ªes iraqu¨ªes que se sienten ahora injustamente responsabilizados de los cr¨ªmenes del dictador y discriminados pol¨ªticamente. En el caso de Yusufiya, el feudo intercomunitario se ha agravado por los cambios demogr¨¢ficos alentados desde Bagdad.

De poblaci¨®n eminentemente sun¨ª, esa localidad, junto a las vecinas de Mahmudiya y Latifiya (donde asesinaron a los siete agentes del CNI en 2003), fue un importante foco insurgente frente a la ocupaci¨®n que les granje¨® el apodo de ¡°tri¨¢ngulo de la muerte¡±. Sin embargo, poco a poco las operaciones militares para desalojar a los insurgentes primero y a los miembros del ISIS el a?o pasado, la ha vaciado de sus habitantes originarios (a los que se ha prohibido regresar por razones de seguridad) a la vez que se repoblaba con chi¨ªes, v¨ªctimas de ataques recurrentes.