Islamofobia, el precio del miedo en Estados Unidos

Estados Unidos vive d¨ªas de histeria, jornadas de miedo al extranjero y p¨¢nico a ese infiel que puede imponer el terror dentro de sus fronteras. Poco o nada importan los datos, esos que dicen que de los 750.000 refugiados que se han asentado en Estados Unidos desde los ataques del 11 de septiembre, ninguno de ellos ha sido detenido bajo cargos de terrorismo dom¨¦stico, seg¨²n declar¨® esta semana el representante por California, Xavier Becerra, citando a la revista The Economist.

Los ataques de Par¨ªs han hecho aflorar el miedo y la ignorancia. El alcalde de Roanoke, una peque?a ciudad en el Estado de Virginia, sugiri¨® a mediados de esta semana hacer con los refugiados sirios lo que se hizo con los ciudadanos americanos de ascendencia japonesa tras el ataque a Pearl Harbor: internarlos en campos. David Bowers debi¨® pensar que recurrir a la historia y mencionar al presidente Franklin D. Roosevelt ser¨ªa suficiente garant¨ªa de legitimidad para su propuesta. Movido por la fuerte corriente de tomar posiciones para frenar la barbarie, Bowers habl¨® sin haber hecho m¨ªnimas comprobaciones, lo que le ha llevado a pedir disculpas por sus comentarios.

¡°El presidente Roosevelt se vio obligado a encerrar a ciudadanos japoneses tras el bombardeo de Pearl Harbor y ahora parece que la amenaza contra Am¨¦rica por parte de ISIS es tan real y seria como fue la de nuestros enemigos entonces¡±, dijo el alcalde. Aparte de que a quien intern¨® Roosevelt fue a ciudadanos americanos cuyo crimen era haber tenido antepasados japoneses y no japoneses en s¨ª, el Gobierno norteamericano pidi¨® perd¨®n en 1988 por lo sucedido diciendo que hab¨ªa sido el resultado de ¡°prejuicios racistas, la histeria de la guerra y un fracaso del liderazgo pol¨ªtico¡±.

El internamiento de japoamericanos por Roosvelt se debi¨® a "prejuicios racistas, la histeria de la guerra y un fracaso del liderazgo pol¨ªtico¡±

Y sin embargo, los que aspiran a liderar Estados Unidos parecen ansiosos por repetir estos d¨ªas errores del pasado. Marco Rubio ha comparado a los musulmanes con los nazis. Ted Cruz y Jeb Bush quieren negar la entrada al pa¨ªs a los refugiados sirios, pero solo a aquellos que sean musulmanes, abriendo las puertas a los cristianos. Ben Carson, liderando encuestas, ha comparado a los refugiados sirios con "perros rabiosos", y todo el mundo conoce el final que espera a estos ¨²ltimos. Chris Christie, por citar otro ejemplo de histeria americana, ha llegado a decir que cre¨ªa que incluso ¡°ni los hu¨¦rfanos menores de cinco a?os deber¨ªan ser admitidos en Estados Unidos¡±.

Luego est¨¢ Donald Trump, quien merece una rese?a aparte porque su propuesta es directamente una llamada al renacer del fascismo que arras¨® Europa. El magnate multimillonario, que dice tener soluciones expr¨¦s para casi cualquier asunto que se debata, dijo este pasado jueves se hac¨ªa necesario crear un registro de musulmanes, algo que no se aleja mucho de la estrella amarilla con la que los nazis marcaban a los jud¨ªos.

Como ejemplo pr¨¢ctico de una reacci¨®n de urgencia ante el p¨¢nico que imponen ataques como los vividos en Par¨ªs, la C¨¢mara de Representantes pas¨® esta semana un proyecto de ley que pone freno al plan de Barack Obama de dar cobijo a unos 10.000 refugiados sirios. "No podemos dejar entrar a ninguno hasta que no estemos seguros al 100% de que no representan un peligro para la patria", dijo el presidente de la C¨¢mara, Paul Ryan.

El magnate Donald Trump reclama un registro de muslmanes para enfrentar el problema del terrorismo de ISIS

Una semana despu¨¦s de que los terroristas de ISIS mataran a 130 personas en varios ataques en Par¨ªs, la comunidad musulmana en Estados Unidos se ha visto obligada a entrar, como sucedi¨® tras el 11-S, en modo defensivo. No solo defienden su fe, recordando que el Islam es una religi¨®n de paz, sino que enfrentan ataques f¨ªsicos. La profanaci¨®n con heces de una mezquita en Texas y las p¨¢ginas arrancadas de un Cor¨¢n; otra mezquita vandalizada en Nebraska; ataques verbales y en las redes sociales contra lugares religiosos de Tampa, Houston¡­ ¡°Me temo que, desgraciadamente, estamos asistiendo a una corriente generalizada de islamofobia¡±, dice Ibrahim Hooper, director nacional de comunicaci¨®n de CAIR (siglas en ingl¨¦s del Consejo de Relaciones Isl¨¢mico Americanas).

En su libro American Hysteria (Histeria Americana), el periodista y actual investigador visitante en la escuela de Leyes de Yale Andrew Burt sostiene que la histeria pol¨ªtica surge en per¨ªodos de profunda incertidumbre sobre la identidad americana. ¡°Cuando los americanos pierden el sentido de quienes son, agreden a lo que perciben como amenazas creando listas negras, chivos expiatorios, conspiraciones o encubrimientos¡±, escribe Burt en el pr¨®logo de un volumen que repasa momentos cruciales del extremismo pol¨ªtico de EE UU, como el MaCarthismo de la d¨¦cada de los a?os cincuenta del siglo pasado.

Burt concluye las p¨¢ginas de su libro citando al tercer presidente de Estados Unidos, Thomas Jefferson. ¡°La mejor manera de proteger las libertades que tanto amamos es dej¨¢ndolas intactas- no solo en tiempos de normalidad, sino tambi¨¦n en periodos de crisis-¡±. De lo contrario, se paga el precio del miedo, cuya moneda tan bien conoce Estados Unidos en la ¨²ltima d¨¦cada, ya fuera invadiendo Irak bajo mentiras o violando los derechos de cientos de prisioneros secuestr¨¢ndolos del mundo en territorio cubano.