Bamako contiene la respiraci¨®n

Mal¨ª busca a los c¨®mplices de los terroristas que el viernes asaltaron el hotel Radisson Blu de Bamako y mataron a 19 personas. Testimonios de los rehenes apuntan a una acci¨®n ejecutada por personas ajenas a Bamako. La autor¨ªa es confusa y sit¨²a sobre Mal¨ª la sombra de la rivalidad entre Al Qaeda y el Estado Isl¨¢mico (ISIS, por sus siglas en ingl¨¦s): el viernes, el grupo Al Morabit¨²n, vinculado al primero, se atribuy¨® el ataque. El domingo por la noche, lo reivindic¨® tambi¨¦n el Frente de Liberaci¨®n de Macina, con simpat¨ªa hacia el ISIS.

"Todo el mundo tiene miedo, ya no sabes en qui¨¦n confiar". Mahamat Dembel¨¦ regenta una peque?a tienda cerca del hotel Radisson y es consciente de que los problemas no terminaron con el fin del ataque. El establecimiento de lujo, cerrado a cal y canto una vez que la investigaci¨®n en su interior parece haber finalizado, se ha convertido en lugar de peregrinaje de periodistas y curiosos, as¨ª como en escenario de improvisados homenajes. Cuatro mujeres de una ONG local dejan una corona de flores en la puerta. "Estamos aqu¨ª para homenajear a los muertos, malienses o extranjeros, todos por igual", asegura Khady.

La Gendarmer¨ªa y el Ej¨¦rcito se dejan notar estos d¨ªas en Bamako. Por el d¨ªa, las entradas y salidas de la ciudad y el acceso al aeropuerto se convierten en una pesadilla por los exhaustivos controles de identidad; por la noche, las fuerzas de seguridad se despliegan por los barrios y paran a todo veh¨ªculo que pueda representar una amenaza potencial. Los ciudadanos occidentales, sobre todo, extreman las precauciones. La certeza de que el ataque del viernes cont¨® con la complicidad de al menos tres personas m¨¢s ¡ªadem¨¢s de los dos terroristas abatidos por las fuerzas especiales en el interior del Radisson¡ª justifica el incremento de la presencia policial.

Las autoridades han facilitado a los medios locales las fotograf¨ªas de dos personas, un hombre y una mujer, como posibles sospechosos, solicitando la colaboraci¨®n ciudadana para su localizaci¨®n. Asimismo, este domingo se ha divulgado en la televisi¨®n p¨²blica maliense la imagen de los dos terroristas abatidos: dos hombres negros y ensangrentados tendidos en una camilla met¨¢lica. Los testimonios recogidos por los agentes que participan en la investigaci¨®n entre los rehenes liberados indican que no hablaban b¨¢mbara, la lengua nacional, sino que se expresaban en ¨¢rabe e ingl¨¦s. Las autoridades se muestran reacias a facilitar detalles sobre la investigaci¨®n en curso, pero todo parece apuntar a una acci¨®n ejecutada por personas ajenas a Bamako.

Para a?adir confusi¨®n al asunto, el domingo por la noche se ha producido una segunda reivindicaci¨®n del atentado que sit¨²a sobre Mal¨ª la sombra de la disputa yihadista que mantienen Al Qaeda y el ISIS. Si el mismo viernes, cuando el hotel todav¨ªa no estaba bajo control policial, fue el grupo Al Morabit¨²n, liderado por el argelino Mojtar Belmojtar y vinculado a Al Qaeda, quien se atribuy¨® la autor¨ªa de los hechos, ahora es el Frente de Liberaci¨®n de Macina, que no oculta sus simpat¨ªas con Boko Haram y, a trav¨¦s de estos, con el Estado Isl¨¢mico, quien asegura estar detr¨¢s del mismo.

El Frente de Liberaci¨®n de Macina es una de las ¨²ltimas manifestaciones del yihadismo que desangra a Mal¨ª y que vivi¨® su c¨¦nit en 2012 con la ocupaci¨®n del norte del pa¨ªs por tres grupos radicales: Al Qaeda en el Magreb Isl¨¢mico (AQMI), Muyao y Ansar Dine. En las filas de Ansar Dine y pr¨®ximo a su l¨ªder, Iyad Ag Ghali, militaba entonces Amadou Koufa, un predicador radical de etnia peul ligado a la secta Dawa que pretende extender la yihad a todo Mal¨ª, al que se considera creador de este nuevo grupo, cuyo nombre reivindica un califato teocr¨¢tico del siglo XIX que hac¨ªa una interpretaci¨®n muy radical del islam y que se extendi¨® por las actuales regiones de Mopti y S¨¦gou.

Fuentes de la lucha antiterrorista aseguran que el Frente de Liberaci¨®n de Macina, que se ha mostrado muy activo en los ¨²ltimos meses protagonizando una decena de ataques y atentados, entre ellos la toma de rehenes del hotel Byblos de Sevar¨¦, que caus¨® una docena de muertos el pasado mes de agosto, mantiene v¨ªnculos de operaciones con Boko Haram, la secta radical vinculada al Estado Isl¨¢mico que siembra el terror en el noreste de Nigeria.