Una nueva Rep¨²blica en Argentina
Macri es el primer presidente democr¨¢tico que no tiene origen Radical ni peronista en casi un siglo
Desde aquella contribuci¨®n de V. O. Key en 1955, el an¨¢lisis electoral se benefici¨® por el concepto de ¡°elecci¨®n cr¨ªtica¡±. El mismo captura un escenario en el que se produce un masivo realineamiento de las preferencias electorales de la sociedad, una transferencia de votos de un partido a otro que desaf¨ªa la tendencia hist¨®rica. Cristaliza en dichas elecciones una nueva coalici¨®n, ya sea por cambios en las agendas, en la demograf¨ªa, en las reglas de juego o en la conformaci¨®n del sistema de partidos, entre otros.
O por todos esos factores al mismo tiempo. Una elecci¨®n es verdaderamente cr¨ªtica cuando produce cambios hacia el futuro, transformaciones que estructuran un nuevo sistema pol¨ªtico. Key, que estudiaba el sur estadounidense de mediados del siglo XX, no sab¨ªa que estaba escribiendo sobre la Argentina de 2015. Ocurre que es la primera vez en casi un siglo ¡ª99 a?os¡ª?que un presidente democr¨¢tico no tiene origen Radical ni peronista. Mauricio Macri acaba de hacer historia en muchos sentidos.
Un partido de poco m¨¢s de una d¨¦cada de existencia llega al poder, el PRO. Qua partido, se constituye en el centro de gravedad del sistema mismo, el gran equilibrador. Depender¨¢ del PRO si su socio de la coalici¨®n, la hist¨®rica Uni¨®n C¨ªvica Radical, seguir¨¢ existiendo como tal o ser¨¢ licuada, dada su condici¨®n de socio menor. Tambi¨¦n si esa gran tienda heterog¨¦nea y desorganizada ¡ªesa identidad fluida que llamamos peronismo¡ª retornar¨¢ a los principios democr¨¢ticos con convicci¨®n o se quedar¨¢ en su actual limbo kirchnerista.
El PRO se consolida como el partido urbano por excelencia. Esencial base social democr¨¢tica, ese voto de clase media, con educaci¨®n superior al promedio, liberal, con aspiraciones de movilidad y progresista, le pertenece. No hay m¨¢s que mirar, elecci¨®n tras elecci¨®n, su sostenido crecimiento en las diez ciudades mas importantes del pa¨ªs para concluir que all¨ª est¨¢ su plataforma natural de sustentaci¨®n.
Esta elecci¨®n tambi¨¦n viene a resolver un cierto Tal¨®n de Aquiles de la democracia argentina. Para muchos, el origen de los recurrentes golpes militares obedec¨ªa a que, a partir de la crisis de los treinta, la burgues¨ªa no tuvo un partido con chances concretas de ganar. As¨ª, transform¨® a la instituci¨®n militar en su partido pol¨ªtico. Y como dir¨ªa Barrington Moore, sin burgues¨ªa¡ªy yo agrego ahora, ¡°interesada en la democracia¡±¡ªno hay democracia.
Si el PRO es el partido de los cre¨ªdos de Barrio Parque, como dir¨ªa Scioli, y de la derecha, parafraseando a Cristina Kirchner, entonces debe decirse que en un pa¨ªs con una derecha hist¨®ricamente autoritaria, filo fascista y anti-semita hasta los huesos, ello es un lujo y un milagro de la historia al mismo tiempo. Porque si el PRO es la derecha, con lo cual disiento pero solo para seguir el argumento, es una derecha moderna, liberal y democr¨¢tica. En todo caso, seria una derecha progresista.
Pero la geometr¨ªa pol¨ªtica no es una buena categor¨ªa de an¨¢lisis. Mucho menos para el PRO, que recrea hoy los temas del 83 de Alfons¨ªn¡ªla democracia y la constituci¨®n republicana¡ªy los combina con los temas del 58 de Frondizi¡ªel crecimiento sustentado por la agregaci¨®n de valor y el impulso modernizador como filosof¨ªa de gobierno. Por cierto que no hay nada conservador en ello.
Esta elecci¨®n tambi¨¦n resuelve, ?finalmente!, la gran crisis de representaci¨®n de 2001. Un nuevo partido surge y llega al poder. Aquella crisis dijo ¡°que se vayan todos¡±, esta elecci¨®n dice ¡°que venga Mauricio Macri¡±. Si es el caso, el kirchnerismo ha sido una mera transici¨®n autoritaria de un r¨¦gimen democr¨¢tico, el del 83, a otro, el que surge hoy. En otras palabras, si Argentina fuera Brasil o Francia, esta ser¨ªa una nueva rep¨²blica.
Dejo al lector la tarea de elegir el n¨²mero para la rep¨²blica que ha nacido este 22 de noviembre de 2015. Seg¨²n dice su himno nacional, ?Al gran pueblo argentino, salud!
Twitter @hectorschamis
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