Familias mexicanas burlan la ley para conseguir marihuana medicinal
Familiares de ni?os epil¨¦pticos contrabandean jarabe de cannabis pese al veto. La justicia s¨®lo permite el remedio a una familia. El Senado debate una reforma legal
El hombre contesta al tel¨¦fono, es media tarde. Saluda, se presenta y dice que s¨ª, que sab¨ªa que le iban a llamar por lo de la marihuana. Est¨¢ en Chicago y cuenta el caso de su hija, que vive en un pueblo de Guerrero, en M¨¦xico. ¡°Mi gordita sufre de epilepsia, tiene convulsiones¡±, cuenta. ¡°Ten¨ªa tiempo sin que le dieran, pero cuando le dan son bien feas, acaba muy cansada. Yo vivo aqu¨ª de hace siete u ocho a?os, trabajo de soldador. Ella tiene como nueve. Un d¨ªa la mam¨¢ de mi hija vio a Ra¨²l [el padre de otra ni?a enferma de epilepsia] en la televisi¨®n por lo del jarabe de marihuana. Lo grab¨® y me mand¨® el v¨ªdeo. Ah¨ª me empec¨¦ a informar y al final consegu¨ª el jarabe. Llegar¨¢ esta semana a Guerrero¡±.
M¨¦xico vive pendiente de la marihuana. Hace dos semanas, la Suprema Corte permit¨ªa que una asociaci¨®n cultivase sus propias plantas para uso l¨²dico. Casi paralelamente, el pa¨ªs atestiguaba c¨®mo una familia de Monterrey, los Elizalde Benavides, obten¨ªa un permiso especial de un juez para importar un jarabe elaborado con marihuana. La hija mayor, Graciela, sufre del s¨ªndrome Lennox-Gastaut, un tipo especialmente agresivo de epilepsia. La ni?a convulsionaba m¨¢s de 400 veces al d¨ªa cuando empez¨® a tomar el jarabe el pasado octubre. De acuerdo a Ra¨²l, su pap¨¢, las crisis han disminuido un 15% en apenas un mes.
Cuando vio el v¨ªdeo de Ra¨²l, el hombre de Chicago, que prefiere ocultar su nombre para evitar problemas legales, quiso tambi¨¦n el jarabe, pero se top¨® con la ley: el permiso de la familia Elizalde no implica que otros afectados puedan disponer de ¨¦l. Es una excepci¨®n a la prohibici¨®n de importar medicamentos elaborados con cannabis.
En una reuni¨®n de familiares de enfermos de epilepsia hace dos semanas en la Ciudad de M¨¦xico, Ra¨²l se?alaba la incongruencia: ¡°aquellos de ustedes que se traigan el jarabe para sus hijos sin permiso podr¨ªan incurrir en un delito de corrupci¨®n de menores¡±. De cara a la ley, los pap¨¢s que consiguen jarabe de marihuana para sus hijos est¨¢n, en realidad, narcotiz¨¢ndolos.
¡°Es riesgoso, me imagino¡±, dice el pap¨¢ de la ni?a de Guerrero, ¡°pero no me dan otra soluci¨®n con su enfermedad. Es la ¨²nica manera: uno tiene que ver por sus hijos. Adem¨¢s, por lo que s¨¦, el jarabe no presenta contraindicaciones. Las personas de la tienda donde lo compr¨¦ me dijeron cu¨¢nto le ten¨ªamos que dar. Depende del peso, los a?os...¡±.
Desde Colorado
El hombre compr¨® un frasco del mismo jarabe que toma la ni?a de Monterrey. Llam¨® a un dispensario de Colorado y lo encarg¨®. Le cost¨® 250 d¨®lares. Lo mand¨® a Guerrero, dice, con unos conocidos.
No es un caso ¨²nico. Un matrimonio afincado en la Ciudad de M¨¦xico contaba la semana pasada que ya hab¨ªan pensado en hacerlo, traerse el jarabe de contrabando. Su hija mayor, de dos a?os, sufre del s¨ªndrome de Ohtahara, un tipo de epilepsia igualmente agresivo. Saben que el Senado maneja una iniciativa para reformar varias leyes que, en la pr¨¢ctica, permitir¨ªa que todos importaran el jarabe sin problemas. Pero ignoran cu¨¢nto tardar¨¢ en aprobarse. El equipo de la senadora Cristina D¨ªaz, del PRI, titular de la iniciativa, cree que no ocurrir¨¢ hasta mediados de febrero. Entretanto, los enfermos y sus familiares se desesperan.?
La familia afincada en la capital, que prefiere esconder igualmente su identidad, lo ha intentado todo para evitar las crisis de su hija. El pap¨¢ contaba por ejemplo que en su frustraci¨®n dieron con un tipo que hab¨ªa elaborado un jarabe de marihuana en su casa. Cuando supo del caso de su hija, les dio para que probaran. ¡°Lo que pasa¡±, contaba el pap¨¢, ¡°es que no hab¨ªan sacado el THC; o sea llevaba CBD y THC¡ Lo prob¨¦?primero para ver y me vol¨¦¡±.
Ese batiburrillo de siglas corresponde a los nombres de dos cannabinoides, dos componentes de la marihuana. El THC es el principal psicoactivo de la planta, pr¨¢cticamente ausente del jarabe que todos ans¨ªan. El CBD es el que necesitan los enfermos de epilepsia, abundante en el remedio de las ni?as de Monterrey y de Guerrero.
Y hay m¨¢s, al menos otra familia de la capital y dos m¨¢s de Monterrey tienen o han encargado el jarabe sin permiso. Lo pasan a M¨¦xico de contrabando a sabiendas del riesgo que implica, convencidos de que el caso de la ni?a de Monterrey les avala.
Una reforma descafeinada
Cuando la senadora Cristina D¨ªaz present¨® su iniciativa hace dos semanas, insisti¨® mucho en que lo importante es ¡°importar los medicamentos¡±. Su equipo y los grupos sociales que promueven el cambio se muestran optimistas: aunque tarde un poco, se aprobar¨¢. La primera fase de la reforma pasa por retocar las leyes de salud e importaci¨®n y exportaci¨®n, esa es f¨¢cil. La segunda parte, armar ¡°un andamiaje legal¡± que permita la producci¨®n de marihuana en M¨¦xico con fines cient¨ªficos, se antoja complicada. ¡°En la iniciativa original¡±, dec¨ªa la semana pasada una persona cercana a la senadora, ¡°la producci¨®n era igual de importante, pero el PRI dijo que si permites la producci¨®n, aunque sea para fines cient¨ªficos, abres la puerta para la autoproducci¨®n y el autoconsumo¡±.
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