Hay que modernizar las reglas de la seguridad europea
No estamos ante una nueva Guerra Fr¨ªa, pero s¨ª ante una se?al de aviso de Rusia
La seguridad de Europa se ha vuelto menos previsible y menos estable. Esta semana, la OTAN ha celebrado una reuni¨®n extraordinaria en la que Turqu¨ªa inform¨® del derribo de un avi¨®n de la Fuerza A¨¦rea rusa que hab¨ªa infringido su espacio a¨¦reo. Se trata de un incidente grave que exige calma y diplomacia, y me gustar¨ªa que haya m¨¢s contactos entre Ankara y Mosc¨². Adem¨¢s, es un caso que pone de relieve la necesidad de fortalecer los mecanismos para evitar incidentes de este tipo en el futuro. Porque forma parte de una pauta m¨¢s general. En los ¨²ltimos a?os hemos visto un aumento significativo de la actividad militar de Rusia junto a nuestras fronteras, as¨ª como una voluntad de emplear la fuerza para alcanzar objetivos pol¨ªticos.
El 26 de febrero de 2014, Rusia puso en marcha unas maniobras no anunciadas con 38.000 soldados cerca de la frontera con Ucrania. Unos d¨ªas despu¨¦s, muchos de esos soldados rusos participaban en la toma de Crimea, una parte del territorio soberano ucraniano. En respuesta al car¨¢cter cada vez m¨¢s imprevisible de nuestro vecindario, la OTAN ha adoptado medidas defensivas para proteger a todos los aliados, y seguiremos haci¨¦ndolo el tiempo que sea necesario. Ahora bien, para restaurar la estabilidad de Europa a largo plazo, es necesario adem¨¢s modernizar las reglas de la seguridad europea.
Las maniobras y los ejercicios militares de Rusia est¨¢n alcanzando un ritmo que no se ve¨ªa desde el fin de la Guerra Fr¨ªa. En los tres ¨²ltimos a?os, Rusia ha llevado a cabo 18 maniobras sin anunciar. En algunas de ellas intervinieron m¨¢s de 150.000 soldados, y en varias parece que hubo ataques nucleares simulados. Asimismo, vemos un claro aumento de las actividades rusas por aire y por mar, incluso ¡ªpor lo visto¡ª para vigilar las reacciones de los pa¨ªses vecinos.
Todos los pa¨ªses tienen derecho a realizar entrenamientos y ejercicios militares. Las fuerzas de la OTAN tambi¨¦n lo hacen. El mes pasado organizamos nuestras mayores maniobras en a?os, con 36.000 soldados desplegados en Portugal, Espa?a e Italia. Pero, a diferencia de Rusia, publicamos el calendario de ejercicios e invitamos a observadores, incluidos los rusos. Todo lo contrario de una Rusia deliberadamente imprevisible y nada transparente.
Esto sucede en un contexto en el que el r¨¦gimen que gobierna las actividades militares en Europa ha dejado de cumplir su prop¨®sito fundamental, que es garantizar la transparencia y previsibilidad. Los 57 pa¨ªses que forman la Organizaci¨®n para la Seguridad y la Cooperaci¨®n en Europa (OSCE), entre los que est¨¢n todos los miembros de la OTAN y Rusia, acordaron unas reglas sobre la actividad militar en Europa que incluyen la observaci¨®n y la notificaci¨®n de los ejercicios. Las reglas reflejaban unos principios comunes y el deseo de evitar conflictos en Europa, dentro del respeto a la soberan¨ªa de cada naci¨®n. Sin embargo, las acciones de Rusia en Ucrania, como antes en Georgia y en Moldavia, indican que para Mosc¨² esos principios ya no son inviolables. Es m¨¢s, Rusia se ha retirado de varios de esos acuerdos o recurre a lagunas legales para desobedecer sus disposiciones.
No estamos ante una nueva Guerra Fr¨ªa. Pero s¨ª ante una se?al de aviso.
Las reglas de la seguridad europea se han quedado anticuadas. Necesitamos modernizarlas para que reflejen la realidad actual y necesitamos recuperar a Rusia. Necesitamos inspecciones sin anunciar de las maniobras no anunciadas. Necesitamos rebajar los criterios para la notificaci¨®n de esos ejercicios. Necesitamos medidas que den m¨¢s transparencia a las actividades y exhibiciones militares en Europa. Y necesitamos unas normas comunes para afrontar posibles accidentes e incidentes en el mar y el aire. La OTAN respeta las normas y va a seguir haci¨¦ndolo. Pero est¨¢ claro que necesitamos un r¨¦gimen moderno, negociado en el marco de la OSCE.
Si no creamos un r¨¦gimen de transparencia m¨¢s agresivo y moderno, concebido para esta nueva realidad, el peligro de que se cometan errores de c¨¢lculo, haya accidentes y se caiga en una confrontaci¨®n militar ser¨¢ cada vez mayor. No podemos dirigirnos como son¨¢mbulos hacia una escalada involuntaria.
La firme defensa de los aliados debe ir de la mano de la b¨²squeda de una transparencia rec¨ªproca sobre las actividades militares. Debemos intensificar los esfuerzos para modernizar y reforzar las reglas de la seguridad europea. Si no lo hacemos, Europa no tendr¨¢ una estabilidad duradera.
Jens Stoltenberg es secretario general de la OTAN.
Traducci¨®n de M. Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
Esta tribuna es una iniciativa de la Alianza de Peri¨®dicos L¨ªderes en Europa (LENA). Forman parte Die Welt, La Repubblica, Le Figaro, Le Soir, Tages-Anzeiger, Tribune de Gen¨¨ve y EL PA?S.
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