Francia se envuelve en el patriotismo
El pa¨ªs enarbola la bandera tricolor y el himno republicano como s¨ªmbolos de unidad
En la frontera este de Par¨ªs emerge el Fuerte de Vincennes, que protegi¨® la capital francesa durante la guerra franco-prusiana de 1870 y que hoy alberga dependencias del Ministerio de Defensa franc¨¦s. En la puerta est¨¢ Paul, de 25 a?os, un joven robusto y de pocas palabras que espera en la cola para someterse a las pruebas de acceso al Ej¨¦rcito. Su deseo es alistarse en la Marina. ¡°Ya hace tiempo que pensaba en esto, pero los atentados hicieron que me decidiera¡±, confiesa. ¡°Me dije que era el momento de defender a mi pa¨ªs¡±. A su alrededor, media docena de j¨®venes imberbes le dan la raz¨®n. ¡°Si estoy aqu¨ª, es por patriotismo¡±, afirma Renaud, de 22 a?os y guardia de seguridad.
El Ej¨¦rcito franc¨¦s asegura que desde la matanza del 13 de noviembre ha recibido, a diario, a unos 1.500 aspirantes a integrarse en sus filas. Desde enero, tras los atentados contra Charlie Hebdo y un supermercado k¨®sher, hab¨ªan sido unos 400 al d¨ªa. El a?o pasado no se contaban m¨¢s de 150 diarios, seg¨²n fuentes del Ej¨¦rcito, con lo que el n¨²mero de candidatos se ha multiplicado por diez. Los puestos a cubrir tambi¨¦n han aumentado. Cuando termine 2015, el Estado franc¨¦s contratar¨¢ a 15.000 j¨®venes. El a?o pasado fueron 10.000.
El inter¨¦s de los j¨®venes franceses por las milicias parece enmarcarse en el renovado patriotismo que el pa¨ªs experimenta desde el 13-N. Igual que La Marsellesa, en otros tiempos contestada, se ha vuelto omnipresente, la bandera tricolor del pa¨ªs vuelve a ser enarbolada como un emblema de unidad nacional. Seg¨²n un sondeo de Odoxa para el diario Le Parisien, el 93% de los franceses afirma sentir ¡°apego¡± por esa bandera ¡ªincluso entre los votantes de izquierda un 88% la apoya¡ª y una amplia mayor¨ªa de franceses (el 61%) considera que colgarla de los balcones es ¡°una buena idea¡±.
Se trata de una tendencia sorprendente respecto de un s¨ªmbolo surgido en tiempos de la Revoluci¨®n Francesa ¡ªel rojo y el azul son los colores de la ciudad de Par¨ªs; el blanco, el de la realeza¡ª, pero que no se impuso como bandera hasta 1848, tras el fin de la monarqu¨ªa de Luis Felipe.
Los insurrectos prefer¨ªan una te?ida de rojo revolucionario, pero el poeta Lamartine los convenci¨® con un parlamento de los que hacen historia. ¡°La bandera tricolor ha dado la vuelta al mundo con el nombre, la gloria y la libertad de la patria¡±, dijo para convencerles. Luego qued¨® manchada al apropiarse de ella el r¨¦gimen de Vichy. Y luego intent¨® adue?¨¢rsela el Frente Nacional: su logotipo es una llama pintada con los colores de la bandera que reivindica en sus m¨ªtines.
Los hechos de los ¨²ltimos d¨ªas han invertido esa tendencia. El presidente, Fran?ois Hollande, ha propuesto a los franceses ¡°engalanar su lugar de residencia con la bandera azul, blanca y roja, los colores de Francia¡±, explic¨® el portavoz del Gobierno, St¨¦phane Le Foll, tras el Consejo de Ministros del mi¨¦rcoles. Aspira a que luzcan por todo el pa¨ªs durante el homenaje a las v¨ªctimas de los atentados (130 muertos y 350 heridos) este viernes en los Inv¨¢lidos de Par¨ªs. El primer ministro, Manuel Valls, se ha sumado a la reivindicaci¨®n. ¡°M¨¢s que las palabras, lo que domina hoy son los colores. Es decir, la bandera tricolor. Se trata de un sentimiento de pertenencia¡±, dijo en una entrevista televisiva. Valls ya hab¨ªa afirmado, d¨ªas atr¨¢s, que consideraba un error que ¡°la izquierda y Francia entera hubieran abandonado el himno, la bandera y los valores¡±, permitiendo que la ultraderecha se apropiara de ellos.
Aumento de ventas
La empresa Doublet, fabricante de referencia, asegura que los encargos de banderas se han duplicado desde los atentados, igualando los niveles alcanzados tras la muerte del general De Gaulle en 1970 y la victoria de la selecci¨®n francesa en el Mundial de 1998.
El filtro de Facebook que permit¨ªa te?ir la foto de perfil con los colores franceses tambi¨¦n ha sido un ¨¦xito. ¡°Tras el 11-S nos re¨ªmos mucho de las banderas que proliferaban en los jardines estadounidenses, pero esta vez hemos hecho lo mismo. No tenemos otro s¨ªmbolo de unidad que la bandera y el himno, aunque la mayor¨ªa de franceses solo sepa cantar la primera estrofa y el refr¨¢n¡±, ironiza el historiador Bernard Richard.
¡°No es por patriotismo regresivo ni por nacionalismo arrogante. Es una respuesta a una agresi¨®n. Pero no ser¨¢ duradero, porque no forma parte de nuestra idiosincrasia¡±, concluye.
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