El Papa llega a una Rep¨²blica Centroafricana en guerra abierta
Bergoglio acaba la gira africana en este pa¨ªs sumido en la violencia desde 2013
El Papa Francisco ha llegado este domingo a Bangui, la capital de Rep¨²blica Centroafricana, en lo que supone el final de su gira por el continente y su primera visita a una zona de guerra. El viaje ha llevado la esperanza a esta ciudad donde esa sensaci¨®n parec¨ªa enterrada junto a los muertos que siguen cayendo en la dura guerra que azota Rep¨²blica Centroafricana-. ¡°Estamos contentos y preparados para recibir al Papa de Roma¡±. Al otro lado del tel¨¦fono, no habla uno de los feligreses cat¨®licos de ¡°Bangui, la bella¡± - la capital herida del pa¨ªs dividido-; es el imam de la Gran Mezquita, Ahmadou Tidjiani, expres¨¢ndose desde el punto m¨¢s incandescente de la ciudad: el conflictivo distrito de PK5. ¡°Queremos que el Pont¨ªfice mantenga el viaje a Centro¨¢frica y que visite nuestro barrio. Le acogeremos¡±. ?l mismo, en nombre de la comunidad musulmana, minoritaria, recibir¨¢ al Papa si el programa no se modifica o se anula a ¨²ltima hora por razones de seguridad. Y su circuito contiene varias zonas de fr¨¢gil estabilidad.
Espa?a en Centro¨¢frica
?frica est¨¢ ganando prioridad para las fuerzas militares de Espa?a y las tropas espa?olas est¨¢n cada vez m¨¢s presentes en el continente, siendo sus misiones en Rep¨²blica Centroafricana (la m¨¢s reciente) y Mal¨ª los pilares de la acci¨®n. Los otros dos pa¨ªses ¨C de cuatro- en los que Espa?a ha desplegado sus hombres son Senegal y Gab¨®n, que sirven de apoyo a las primeras dos misiones.
En un momento en el que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha mostrado dispuesto a que Espa?a releve el mando de los franceses en los frentes africanos, sobre todo en el Sahel, y que Defensa trabaja en el refuerzo de fuerzas, ?frica se ha convirtido en un factor fundamental de su pol¨ªtica exterior.
Dentro de la primera gira africana del papa Francisco, con Kenia y Uganda como primeras paradas, Rep¨²blica Centroafricana es sin duda la parada m¨¢s pol¨¦mica y peligrosa. Francia ¨Cque fuera la potencia colonial que rigi¨® en tierra centroafricana, el pa¨ªs europeo con m¨¢s presencia y experiencia en el pa¨ªs- le pidi¨® que suspendiera su paso por Centro¨¢frica, por considerar que el riesgo era demasiado alto. Pero Jorge Mario Bergoglio se ha mantenido firme. No quiere que su mensaje de reconciliaci¨®n y di¨¢logo interreligioso quede vac¨ªo. Ni lejano. Y por eso est¨¢ decidido a llevarlo personalmente hasta el mismo polvor¨ªn de Bangui, que sigue inmerso en los asesinatos y las oleadas de violencia.
Los musulmanes, actualmente la comunidad m¨¢s perjudicada de Bangui, tambi¨¦n le esperan con los brazos abiertos. ¡°El Papa no tiene una varita m¨¢gica, pero traer¨¢ buenos consejos. No viene a juzgar sino a traer un mensaje de paz". Cercados y perseguidos por los milicianos antibalaka -la gran y descontrolada milicia mayoritariamente cristiana activa en Bangui- queda un solo barrio donde los musulmanes pueden vivir en esta ciudad: el PK5. Y las condiciones siguen siendo las de hace ya casi dos a?os. ¡°No podemos acceder al hospital, los ni?os no pueden ir a la escuela, no podemos ni enterrar a nuestros muertos en el cementerio¡±, explica el imam. Si salen de PK5, ese enclave musulm¨¢n convertido en c¨¢rcel al aire libre, se arriesgan a ser asesinados por los antibalaka.
El padre Patrick, que participar¨¢ en la misa oficiada por el Papa en la catedral de Nuestra Se?ora de la Inmaculada Concepci¨®n, el domingo, coincide con el imam al abrazar la llegada del Pont¨ªfice como una ¡°¨²ltima oportunidad para nuestro pueblo¡±. ¡°Es un hombre de paz y confiamos en su mensaje. Es capital, porque ya lo hemos probado todo¡ y no ha funcionado¡±. El padre Patrick, atareado con los preparativos, nervioso y emocionado, describe su ciudad ¡°efervescente¡±, a pocas horas de recibir el Papa. ¡°Todas las confesiones van de la mano, hay una movilizaci¨®n total.¡±
Aunque ten¨ªa una situaci¨®n alarmante por su gran d¨¦ficit en asistencia sanitaria y sus ¨ªndices de pobreza y desnutrici¨®n, Centro¨¢frica era una tierra sin guerra hasta hace solo tres a?os. Un terreno f¨¦rtil que prendi¨® r¨¢pido con una peque?a chispa. En marzo de 2013, una coalici¨®n de rebeldes del norte, los S¨¦leka, ¨C un grupo heterog¨¦neo de mayor¨ªa musulmana pero sin la religi¨®n como estandarte de batalla- desbanc¨® al presidente del pa¨ªs con un golpe de Estado. Pocos meses despu¨¦s, en la navidad de 2013, las reci¨¦n nacidas milicias de autodefensa llamadas antibalaka, contraatacaban, en la capital, tomando como objetivo no s¨®lo los S¨¦leka sino toda la comunidad musulmana. M¨¢s de 5.000 personas murieron durante los peores meses de la guerra.
Estallaba as¨ª un espiral de violencia genocida que se ha ido esparciendo por todo el pa¨ªs y que ha dejado a un mill¨®n de centroafricanos sin hogar (de una poblaci¨®n de 4,6 millones de habitantes). La mitad han huido hacia otros pueblos dentro del territorio, ahora dividido, y la otra ha salido del pa¨ªs. Aunque el conflicto ha acabado ofuscando la convivencia entre comunidades, tambi¨¦n religiosas, la base de la guerra no es la religi¨®n. ¡°Nuestro problema no es de orden confesional, son el mal gobierno y la exclusi¨®n¡±, dec¨ªa Moustapha Sabone, coordinador pol¨ªtico de las FPRC (ex S¨¦lekas) en un comunicado celebrando la visita papal.
El Papa debe pasar 33 horas en Bangui, recorriendo sus cortas pero comprometidas distancias. En la misma ruta que tiene programada asesinaron hace un mes a uno de los portavoces del movimiento rebelde, Ahmad Nedjad, y a otros miembros de su delegaci¨®n, que hab¨ªan viajado hasta Bangui ¨Cdesde su cuartel general en Bambari- para negociar con las autoridades.
Bergoglio? celebrar¨¢ una gran misa en la Catedral, hablar¨¢ al pueblo desde el Estadio, dormir¨¢ en el mejor hotel de la ciudad, el Ledger, y tambi¨¦n tiene previsto encontrarse con los l¨ªderes de la comunidad musulmana en PK5 y visitar un campo de refugiados.
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