La guerra llama a tu puerta
Es f¨¢cil imaginar que la semilla del odio terrorista pueda germinar en el M¨¦xico del narco, en la Argentina sin oportunidades o en el Brasil corrupto
Los siglos XIX y XX fueron la era de la imagen. El siglo XXI, la de la transmisi¨®n de los sentimientos generados por esas im¨¢genes. Un ejemplo ha sido la detenci¨®n de ocho sirios que pretend¨ªan ingresar de manera ilegal en Estados Unidos desde la frontera con M¨¦xico, otro el incremento de la vigilancia en las zonas de Uruguay y Paraguay donde se han trasladado algunos expresos de Guant¨¢namo. Y, si observamos esta ¨²ltima al detalle, veremos que despu¨¦s de haber gastado millones de d¨®lares para investigar las actividades de Ir¨¢n en Venezuela, ahora los chi¨ªes iraqu¨ªes y parte de los iran¨ªes se han convertido en socios vigilantes para evitar que el ISIS ¡ªdespu¨¦s de golpear a Europa¡ª llegue a Am¨¦rica Latina y ataque por la espalda al imperio del norte.
Otro contraste ha sido el desfile del Thanksgiving en Nueva York con 3,5 millones de asistentes y un despliegue de m¨¢s de 2.500 polic¨ªas para ocupar azoteas, calles y helic¨®pteros, mostrando que la mayor victoria del terrorismo es que la gente ya no puede hacer su vida con normalidad. Pero a¨²n es mayor el choque que produce ver un tanque estacionado frente al ¨¢rbol de Navidad en Bruselas, justo en el lugar donde dej¨® de latir el coraz¨®n administrativo de la Uni¨®n Europea a causa del terror. El terror busca frenar, alterar, condicionar e impedir la vida. Una vez que lo consigue, ha ganado.
En ese sentido, Estados Unidos ¡ªcomo v¨ªctima del 11-S y como el pa¨ªs que desencaden¨® esta pesadilla con la invasi¨®n de Irak y la alteraci¨®n del equilibrio de poderes entre sun¨ªes y chi¨ªes¡ª sabe que seguir¨¢ siendo el principal objetivo y que crear un enemigo com¨²n ¡ªcomo pas¨® en la Segunda Guerra Mundial, donde comunismo y capitalismo se unieron de la mano de Stalin y Roosevelt contra los nazis, los fascistas y el imperialismo de Jap¨®n¡ª hace m¨¢s llevadera la cruz de ser el principal enemigo del islam.
Estamos presenciando las primeras entregas de esta pesadilla, donde destacan el coraje, el dolor y el carrusel incesante de visitas para crear una coalici¨®n internacional de Fran?ois Hollande que quiere luchar contra un enemigo que tiene una gran ventaja. Porque a diferencia de Al Qaeda ¡ªque golpeaba al enemigo sin importar d¨®nde¡ª el Estado Isl¨¢mico busca infiltrarse y expandir su territorio. Ahora bien, si en esa estrategia est¨¢ claro que Par¨ªs es una derrota para el ISIS, entonces Bruselas es el triunfo porque simboliza la par¨¢lisis, lo que a su vez significa que el coraz¨®n de la Europa comunitaria no s¨®lo es d¨¦bil, sino que carece de entereza y elementos para defenderse frente a un desaf¨ªo tan primario como el terrorismo.
Pero lo que hay que controlar son las consecuencias expansivas de este momento. Y en las Am¨¦ricas ser¨¢ necesario considerar los fen¨®menos de transmutaci¨®n pol¨ªtica profunda como el de Venezuela, el que podr¨ªa empezar en Argentina o el que ha existido en la frontera entre M¨¦xico y EE UU, que ha desatado la psicosis en la relaci¨®n bilateral. Y lo que no debemos dejar de observar es que ninguno de los terroristas que han atacado territorio estadounidense llegaron de manera ilegal, sino que entraron con visa y llevaban una vida normal mientras se preparaban para alterar las ra¨ªces de nuestro mundo.
Sin embargo, eso no quita que haya zonas donde la desigualdad social permita la radicalizaci¨®n islamista y un terrorismo brutal. Y aunque destruyamos Raqa, una de las capitales del califato, el veneno ya ha sido inoculado en las entra?as de nuestras sociedades y ahora los enemigos son hijos de nuestros vecinos. Porque si eso es posible en Molenbeek (Bruselas), en Seine-Saint-Denis (Par¨ªs) o en Lavapi¨¦s (Madrid) es f¨¢cil imaginar que esa semilla puede germinar en el M¨¦xico del narco y la brecha social, en Argentina con su falta de oportunidades o en el Brasil de la corrupci¨®n.
Mientras tanto, una vez m¨¢s nos alcanzan las iron¨ªas del destino porque ese vuelo fantasma entre Caracas y Teher¨¢n, Teher¨¢n y Caracas que hasta ayer era obsesi¨®n, hoy se ha convertido en un punto de apoyo para que, con ayuda de terceros, los rusos o los sirios intercambien informaci¨®n de inteligencia, desde el Gobierno iran¨ª o los chi¨ªes contra los sun¨ªes hasta los barrios perif¨¦ricos o las capitales de Am¨¦rica Latina.
Y as¨ª hacemos frente a una realidad en la que nuestra vida se frena, nuestros trenes se detienen y nuestros hijos est¨¢n aterrorizados porque la guerra lleg¨® sin avisar a tocar directamente la puerta de nuestras casas.
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