Los desastres naturales no son tan naturales

El martes 24 de diciembre de 2013, a las dos de la madrugada, un polic¨ªa vestido de paisano se top¨® con unos vecinos que cortaban una calle en Flores, el barrio de Buenos Aires en el que naci¨® el papa Francisco. El agente, fuera de servicio y enloquecido, sac¨® su pistola de 9 mil¨ªmetros y dispar¨®, matando a uno de los miembros del piquete, ?ngel Duarte, de 40 a?os.

La historia de esta muerte tiene que ver con el abuso de autoridad, pero tambi¨¦n con el calentamiento global. Una ola de calor azot¨® el norte y el centro de Argentina desde finales de 2013 hasta el inicio de 2014. Fue el diciembre m¨¢s caluroso desde que existen los registros, con las temperaturas disparadas m¨¢s de 2,5 grados por encima del promedio de referencia 1961-1990. El Servicio Meteorol¨®gico Nacional decret¨® la alerta roja en Buenos Aires por la ola de calor.

Las altas temperaturas provocaron varios muertos. El aumento del consumo de electricidad para encender el aire acondicionado caus¨® cortes de luz. Y los continuos apagones provocaron protestas vecinales, con barricadas de neum¨¢ticos ardiendo en las calles. Y todo por el aumento del CO2 en la atm¨®sfera del planeta, seg¨²n los cient¨ªficos. El calentamiento global ya no es una entelequia, sino un fen¨®meno real de consecuencias explosivas.

Desde 1995, 606.000 personas han perdido la vida en desastres meteorol¨®gicos, potenciados por el calentamiento

¡°Desde que se llev¨® a cabo la primera conferencia internacional sobre cambio clim¨¢tico en 1995, 606.000 personas han perdido la vida y 4.100 millones de personas han resultado heridas, han perdido su hogar o han necesitado asistencia de emergencia a consecuencia de alg¨²n desastre meteorol¨®gico¡±, seg¨²n el ¨²ltimo informe de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducci¨®n del Riesgo de Desastres (UNISDR). El estudio, con cifras dur¨ªsimas, se present¨® una semana antes del inicio de la cumbre del clima de Par¨ªs, de la que se espera un nuevo acuerdo internacional para recortar las emisiones de CO2.

¡°A largo plazo, un acuerdo en Par¨ªs para reducir emisiones de gases de efecto invernadero representar¨¢ una contribuci¨®n considerable a la reducci¨®n de p¨¦rdidas y da?os ocasionados por los desastres, los cuales en parte est¨¢n impulsados por el calentamiento del planeta y por la elevaci¨®n del nivel del mar¡±, proclam¨® la sueca Margareta Wahlstr?m, directora de la UNISDR.

El informe del organismo de Naciones Unidas se?ala que entre 2005 y 2014 se registr¨® un promedio de 335 desastres meteorol¨®gicos en el mundo, casi el doble que entre 1985 y 1995. ?Significa esto que el cambio clim¨¢tico ha duplicado en 20 a?os las inundaciones, tormentas, olas de calor y sequ¨ªas? Muy pocos en la comunidad cient¨ªfica se atrever¨ªan a responder que s¨ª.

La biblia en este campo es el Bolet¨ªn de la Sociedad Meteorol¨®gica de EE UU, que cada a?o radiograf¨ªa cat¨¢strofes naturales para averiguar si no eran tan naturales como parec¨ªan. El informe de este a?o, Explicando eventos extremos de 2014 desde una perspectiva clim¨¢tica, ha hallado 14 desastres vinculados probablemente al calentamiento global, de un total de 28 analizados por cient¨ªficos de todo el mundo.

La ola de calor en Argentina ¡°fue cinco veces m¨¢s probable¡± por el cambio clim¨¢tico provocado por el ser humano, seg¨²n este informe. El documento tambi¨¦n alerta de que el riesgo de temperaturas anuales r¨¦cord en Europa ¡ªcomo ocurri¨® en 2014¡ª ¡°se increment¨® en gran medida por el cambio clim¨¢tico¡±. En Espa?a, 2014 fue extremadamente c¨¢lido, con una temperatura media de 15,96 grados, 1,33 grados por encima de los valores normales, seg¨²n la Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa. Fue el segundo a?o m¨¢s c¨¢lido desde que hay registros.

La ola de calor en Argentina ¡°fue cinco veces m¨¢s probable¡± por el cambio clim¨¢tico, seg¨²n un estudio

¡°La mayor parte de los estudios que analizan olas de calor concluye que los humanos estamos haciendo estos eventos m¨¢s probables o m¨¢s intensos¡±, explica Stephanie Herring, principal autora del informe e investigadora de la Administraci¨®n Nacional Oce¨¢nica y Atmosf¨¦rica de EE UU. ¡°Sin embargo, en otros tipos de eventos, como las tormentas invernales, no encontramos la huella humana tan a menudo¡±, reconoce Herring.

Su equipo s¨ª cree que los inusuales tres huracanes que golpearon Haw¨¢i en 2014 fueron ¡°sustancialmente m¨¢s probables a causa del cambio clim¨¢tico¡±. Entre ellos destac¨® el cicl¨®n tropical Iselle, que barri¨® el archipi¨¦lago en agosto y destruy¨® el 60% de los cultivos de papaya, arruinando a los agricultores m¨¢s pobres, sin seguro contra desastres naturales.

Yakarta, la capital de Indonesia, con 10 millones de habitantes, tambi¨¦n sufri¨® los efectos del cambio clim¨¢tico, seg¨²n los cient¨ªficos. La ciudad recibi¨® lluvias ins¨®litas entre el 10 y el 20 de enero de 2014. Miles de edificios e infraestructuras quedaron inundados, paralizando la urbe. Un total de 26 personas muri¨® y las p¨¦rdidas econ¨®micas alcanzaron los 384 millones de d¨®lares, seg¨²n las autoridades. ¡°Las inundaciones devastadoras en Yakarta son m¨¢s probables debido al cambio clim¨¢tico¡±, sentencia el informe, que se apoya en registros hist¨®ricos y complej¨ªsimos modelos matem¨¢ticos.

Los cient¨ªficos tambi¨¦n creen que el calentamiento global estuvo detr¨¢s del diluvio ca¨ªdo en el oto?o de 2014 en las monta?as francesas Cevenas, de la sequ¨ªa en ?frica oriental y de las asfixiantes olas de calor vividas en Australia y Asia. Las regiones pobres registraron la mayor parte de las v¨ªctimas. ¡°Los pa¨ªses en desarrollo son a menudo m¨¢s vulnerables a los eventos meteorol¨®gicos extremos, porque est¨¢n peor adaptados¡±, lamenta Peter Stott, coautor del informe y climat¨®logo del Met Office, el servicio meteorol¨®gico de Reino Unido.