Los restaurantes de Nueva York incluyen un salero en el men¨²
La advertencia busca cambiar el h¨¢bito de consumo de los clientes que visitan las grandes cadenas de comida r¨¢pida
La ciudad de Nueva York vuelve a marcar el paso al velar por la salud de sus vecinos. A partir de este martes, los comensales de las grandes cadenas de restaurantes empezar¨¢n a ver aparecer en el men¨² un icono triangular con un salero cuando el plato contenga sodio por encima del l¨ªmite recomendable. Es la primera metr¨®poli en Estados Unidos que aplica esta advertencia que busca cambiar los h¨¢bitos de consumo y el sector modifique sus platos.
La propuesta fue aprobada el pasado 9 de septiembre por el consejo de salud. La medida es de obligado cumplimiento para las cadenas de restaurantes que operen 15 ¨® m¨¢s establecimientos en todo el pa¨ªs. Es el caso de las compa?¨ªas AppleBee?s y TGI Friday?s, que tienen establecimientos en Times Square. El Departamento de Salud calcula que el 10% de los productos que se ofrecen en sus men¨²s superan los niveles que se consideran saludables.
El s¨ªmbolo del salero, dicen los comensales, es m¨¢s simple de entender que un n¨²mero. En el caso de la sal, el l¨ªmite m¨¢ximo recomendado es de 2.300 miligramos diarios, como una cuchara de t¨¦. Pero algunos clientes que pasaron por ApleeBee?s, como James Berry, de luna miel por la ciudad, tuvieron que preguntar al camarero que representaba el tri¨¢ngulo que aparece junto a la quesadilla. Solo si se entiende su significado, se?ala, lograr¨¢ que se haga la elecci¨®n correcta.
Un bocadillo de pollo en Red Robin, por empleo, contiene 5.214 miligramos de sodio. Es m¨¢s del doble de lo permitido por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud. Tambi¨¦n superan el l¨ªmite las hamburguesas de TGI Friday?s y de Hardee?s, o la ensalada de pollo en Chili?s. Donde no aparecer¨¢ el salero es junto al bocadillo de jam¨®n y queso que se sirve en Burger King o la hamburguesa de pollo en McDonald?s, aunque al combinarla con patatas fritas se acercar¨¢.
Un neoyorquino medio consume alrededor de 3.200 miligramos diarios de sal, es decir, un 40% m¨¢s de lo recomendado. El 77% del sodio en la dieta de los estadounidenses proviene de comida que se sirve en los restaurantes y en alimentos procesados. Nueva York lleva ya una d¨¦cada indicando el contenido cal¨®rico en los men¨²s de las cadenas de comida r¨¢pida para hacer frente al problema de la obesidad y prohibi¨® el uso de grasas saturadas poco despu¨¦s.
Cambio del gusto
Cambiar los h¨¢bitos de consumo de los estadounidenses es, sin embargo, todo un reto. Los niveles de obesidad crecen pese a las iniciativas adoptadas durante la ¨²ltima d¨¦cada en el ¨¢mbito de la salud. El Instituto de Medicina de la Academia Nacional de las Ciencias calcula que podr¨ªan salvarse 100.000 vidas al a?o en EE UU si se redujera el contenido en sal. Pero admite que en este caso es a¨²n m¨¢s complicado porque implica que debe haber un cambio en el gusto.
Aunque la ciudad cuenta con cerca de 23.000 restaurantes y otros lugares donde se puede comer, este tipo de iniciativas para alentar una alimentaci¨®n saludable se concentran en las grandes cadenas porque representan m¨¢s de una tercera parte del tr¨¢fico de clientes. El exalcalde Michael Bloomberg trat¨® de prohibir tambi¨¦n la venta de grandes contenedores de refrescos, como ya hiciera con el consumo de tabaco en los restaurantes, pero la medida fue invalidada.
Las grandes cadenas tienen de plazo hasta el 1 de marzo para empezar a incorporar el salero en los men¨²s. La iniciativa fue muy criticada cuando se propuso en julio, bajo el argumento de que hay estudios que sin embargo consideran que el consumo de sal es bueno para la salud. Hubo cadenas que sin embargo se anticiparon a la medida y cambiaron la receta en los platos afectados para no incluir el salero.
Sara Burnett, responsable de pol¨ªtica alimentaria de Panera Bread, considera que ¡°es responsabilidad del sector hacer y vender comida que se servir¨ªa en sus casas¡±. En su caso modificaron tres productos. Por eso este s¨ªmbolo se considera puede animar a las otras cadenas a limitar el contenido en sal. Ya existen reglas para indicar el nivel de calor¨ªas, sodio y grasas a nivel federal pero son de aplicaci¨®n voluntarias. Los que las aplican, suelen tener en sus men¨²s productos m¨¢s saludables.
Oportunidad de elegir
Zane Tankel, consejero de Apple Metro, el consorcio que opera los restaurantes de AppleBee?s en Nueva York, considera que estas medidas forman parte de la manera de hacer negocio en la ciudad, por eso se puso junto a la responsable de salud, Mary Bassett, en la rueda de prensa para informar sobre la entrada en vigor de la nueva regulaci¨®n. ¡°No se trata de hacer de polic¨ªas ni queremos decir al cliente lo que debe hacer, pero hay que darle la oportunidad de que elegir¡±, afirm¨®.
La gran mayor¨ªa de los consumidores dice leer estas indicaciones nutricionales en las etiquetas o en los men¨²s. Consideran incluso que son ¨²tiles. Pero un reciente estudio del Langone Medical Center de la Universidad de Nueva York revela que hubo pocos cambios en los h¨¢bitos de consumo desde que en 2008 entr¨® en vigor la advertencia de las calor¨ªas. ¡°Estas medidas de etiquetado no son suficientes para lograr una reducci¨®n duradera¡±, afirman los investigadores.
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