La envidiable pol¨ªtica espa?ola
Con Rivera e Iglesias hay un salto de calidad frente a la podredumbre pol¨ªtica pasada
El fracaso es la oportunidad de empezar de nuevo con m¨¢s inteligencia. Henry Ford
Arranca la campa?a electoral espa?ola y hay razones para alegrarse. Lo viejo de la pol¨ªtica espa?ola es para llorar, y ah¨ª sigue, personificado en la figura de Mariano Rajoy. Pero lo nuevo, representado por Pablo Iglesias y Albert Rivera, los l¨ªderes de Podemos y Ciudadanos, nos presenta con la grata noticia de que el mundo pol¨ªtico en Espa?a empieza a gozar no solo de buena salud sino de un grado de madurez, decencia y racionalidad que deja en evidencia a las democracias m¨¢s antiguas.
Puede que se sorprendan al leer estas palabras aquellos espa?oles que tanto disfrutan con la autoflagelaci¨®n patria. Me sorprendo a m¨ª mismo ya que soy de los que lleva a?os diciendo que en la pol¨ªtica espa?ola lo que reina es la mediocridad. Part¨ªa siempre de la premisa de que en el pa¨ªs donde nac¨ª, Gran Breta?a, en otro donde trabaj¨¦ como corresponsal, Estados Unidos, y en Francia, la cuna de la Ilustraci¨®n, la pol¨ªtica se ejerc¨ªa con una seriedad y sofisticaci¨®n manifiestamente superior a lo que ve¨ªamos en Espa?a.
Pues ya no. De manera algo inquietante, ya que no hay nada m¨¢s desgarrador que abandonar una idea fija, iba sospechando ¨²ltimamente que algo estaba cambiando. Lo que me acab¨® de abrir los ojos fue el debate de la semana pasada entre Iglesias, Rivera y el l¨ªder del PSOE, Pedro S¨¢nchez.
La seriedad, la rapidez mental, el manejo de los datos, la agilidad verbal y, pese a sus diferencias, el trato mutuo respetuoso que exhibieron los j¨®venes dirigentes indica que estamos frente a una nueva realidad, que el futuro de la democracia en Espa?a est¨¢ en buenas manos. Lo que se detecta es no solo un salto de calidad respecto a la podredumbre de la pol¨ªtica espa?ola de los ¨²ltimos 20 a?os, sino un nivel de sensatez y cordura dif¨ªcil de encontrar hoy en d¨ªa en cualquier otro lugar del mundo.
El chulito Aznar; el endeble Zapatero; la momia Rajoy: lamentable que desde 1996 esto fuera lo mejor que la pol¨ªtica espa?ola haya sido capaz de producir. Se presentaban en foros internacionales o se reun¨ªan cara a cara con los jefes de gobierno del norte de Europa, o Estados Unidos, y no estaban a la altura. Sabi¨¦ndose impostores en semejante compa?¨ªa (s¨ª, Aznar en el fondo tambi¨¦n), los tres a su manera se achicaban, visiblemente inc¨®modos cuando eran invitados a subir a las mesas de la gente grande. A lo largo de estos a?os personas que han ocupado altos cargos en la Foreign Office o en el 10 de Downing Street me han dicho que tanto los jefes de gobierno brit¨¢nicos como los franceses, alemanes, holandeses y otros han llegado a sentir verg¨¹enza ajena a la hora de sentarse a dialogar con individuos de tan bananero nivel.
Hoy todo empieza a cambiar. Quiz¨¢ no lo hayan entendido a¨²n, pero los mismos que antes ve¨ªan a Espa?a desde fuera con desprecio hoy deber¨ªan mirarla con un punto de envidia, particularmente en el contexto del fen¨®meno m¨¢s interesante de nuestros tiempos en Europa y Estados Unidos: la abrupta aparici¨®n en el ¨¢mbito pol¨ªtico de partidos o personalidades ¡ª¡°los insurgentes¡±, les llama la prensa brit¨¢nica¡ª que amenazan con romper el orden establecido. Hagamos un repaso de las nuevas figuras equivalentes a Iglesias y Rivera en el panorama internacional.
En Estados Unidos, un racista mis¨®gino que insulta a mexicanos, musulmanes y descapacitados, que es un analfabeto en pol¨ªtica internacional y que sufre para completar una frase en ingl¨¦s sin cometer un error gramatical es hoy el favorito para ganar la candidatura presidencial del partido de Abraham Lincoln. El bocazas ignorante del que hablamos es el republicano Donald Trump, que llevaba cinco puntos de ventaja sobre la probable candidata dem¨®crata, Hillary Clinton, en una reciente encuesta nacional.
En Francia, el indisimuladamente xen¨®fobo Frente Nacional (FN) de Marine Le Pen gana m¨¢s apoyo cada d¨ªa, sacando descarado provecho de los atentados terroristas de Par¨ªs. Un par de victorias esperadas en elecciones regionales servir¨ªan como plataforma para que Le Pen monte un asalto plausible la presidencia de la naci¨®n en 2017.
En Gran Breta?a, el partido UKIP, versi¨®n Monty Python cervecera del galo FN, consigui¨® cuatro millones de votos en las elecciones generales de mayo. La izquierda insurgente ha irrumpido en el antiguo partido laborista a trav¨¦s de la figura de su nuevo l¨ªder, Jeremy Corbyn, caricaturesco ¡°anti-imperialista¡± estancado en los dogmas de los a?os setenta que exhibe m¨¢s inter¨¦s en la protesta callejera que en el poder parlamentario, en aferrarse a su infantil certidumbre ideol¨®gica que en ganar elecciones.
Rivera e Iglesias inspirar¨¢n rechazo entre aquellos que insisten en considerarlos o reaccionarios o peligrosos radicales, pero son gente moderada y pragm¨¢tica comparado con los Trump, los Le Pen, los Corbyn o Nigel Farage, el borracho que lidera UKIP. Vale la pena repetirlo: pese al desempleo masivo que hay en Espa?a y la ola de inmigrantes que ha llegado a sus fronteras en los ¨²ltimos 15 a?os, ni Ciudadanos ni Podemos apela a los bajos instintos tribales para ganar votos.
Es cierto que Iglesias no esconde sus simpat¨ªas por el Corbynismo pero bajo su mando Podemos se ha convertido, a diferencia del suicida laborismo brit¨¢nico, en un partido que aspira a ganar el centro pol¨ªtico. Iglesias ha tenido la sensatez de distanciarse del chavismo y de Vlad¨ªmir Putin, mientras Corbyn no solo sigue sin matizar su apoyo al ca¨®tico y dictatorial r¨¦gimen venezolano sino que tiene un n¨²mero dos que el otro d¨ªa sac¨® el libro rojo de Mao Zedong durante un debate parlamentario y ha nombrado como director de estrategia y comunicaci¨®n de su partido a un periodista que ha sido el principal apologista en Occidente del antidemocr¨¢tico l¨ªder ruso.
Posiblemente Mariano Rajoy vuelva a ganar las elecciones espa?olas, por un escaso margen. Pero el futuro pertenece a Ciudadanos y Podemos, y quiz¨¢ a un PSOE que asimile el dinamismo y algunas ideas de Podemos. El d¨ªa que Rivera o Iglesias, hombres inteligentes y capaces en cualquier contexto, se sienten en la mesa con los que gobiernan en Estados Unidos, Francia o Gran Breta?a ¡ªo cualquier otro pa¨ªs¡ª ni ellos ni los espa?oles tendr¨¢n motivos para sentirse avergonzados.
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