La oposici¨®n se acerca a la mayor¨ªa que permite dejar atr¨¢s el chavismo

La Mesa de la Unidad Democr¨¢tica (MUD), la coalici¨®n que aglutina a los partidos opositores en Venezuela, ha obtenido 110 esca?os en la Asamblea Nacional ¡ªde un total de 167¡ª en las elecciones del domingo, seg¨²n el ¨²ltimo dato oficial, frente a los 55 diputados del partido del presidente, Nicol¨¢s Maduro. A¨²n hay dos esca?os por asignar. El Consejo Nacional Electoral hab¨ªa atribuido 107 esca?os a la coalici¨®n opositora. A esta suma han sido a?adidos los tres diputados de las circunscripciones ind¨ªgenas, en las que ganaron partidos o candidatos en coalici¨®n con la MUD. Los dos esca?os que a¨²n han de ser atribuidos ¡ªen una regi¨®n del Amazonas y en el Estado de Aragua¡ª podr¨ªan dar a la oposici¨®n una mayor¨ªa parlamentaria de dos tercios, lo cual les otorgar¨ªa el m¨¢ximo poder ¡ªtendr¨ªan competencia para promover cambios constitucionales, para designar y destituir autoridades de otros poderes, como los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, o para promulgar leyes org¨¢nicas¡ª. Por el momento, disponen de una mayor¨ªa de tres quintos, que les permitir¨¢ emitir votos de censura contra los integrantes del gabinete ministerial.

Sumergida en una crisis pol¨ªtica y econ¨®mica de enorme calado, Venezuela dio este domingo un voto de confianza al cambio. De hecho, fueron millones. Los suficientes para que la oposici¨®n, esa que durante a?os ha sufrido los amedrentamientos y las trabas, tenga ahora el control del Parlamento. Un triunfo tan digno y holgado como impensable. Ante s¨ª tiene ahora el reto may¨²sculo de fortalecer una inestable unidad y cohabitar con el chavismo de a pie. Una realidad innegable alejada del madurismo. El varapalo de las urnas pone en una situaci¨®n complicada al presidente Nicol¨¢s Maduro, divorciado de sus bases, incapaz de sobreponerse al carisma de Hugo Ch¨¢vez y pendiente de la inc¨®gnita que representa el papel que desempe?ar¨¢n los militares.

Durante toda la campa?a, las encuestas otorgaban una clara ventaja a la oposici¨®n, pero esta se redujo en la ¨²ltima semana. Lo que ocurri¨® el domingo fue inaudito en la historia reciente del pa¨ªs. La MUD daba por hecho ayer que gan¨® 112 diputados, por 51 del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y cuatro esca?os por definir. A ¨²ltima hora del lunes en Venezuela, los ¨²ltimos datos oficiales daban 107 diputados a la oposici¨®n, 55 al chavismo y tres a los ind¨ªgenas, con dos diputados por asignar. En la tarde de este martes el recuento evolucionaba: 110 diputados para la oposici¨®n, 55 al chavismo y dos por asignar.

La oposici¨®n no alcanzar¨ªa de esta manera una mayor¨ªa de dos tercios en la Asamblea a partir de enero, o lo que es lo mismo, no podr¨ªa promover una reforma de la Constituci¨®n, designar y destituir autoridades como las del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) o promulgar leyes org¨¢nicas. Es decir, romper con la estructura construida por el oficialismo durante 17 a?os.

El rotundo ¨¦xito puede ser la mejor argamasa para la Mesa de la Unidad Democr¨¢tica (MUD), una constelaci¨®n de formaciones y egos con intereses distintos que decidieron caminar juntos en estas elecciones por el bien com¨²n. Ahora deber¨¢n evitar cualquier desv¨ªo, los cambios de carril no est¨¢n permitidos. Uno de sus primeros objetivos es aprobar una ley de amnist¨ªa para liberar a los presos pol¨ªticos venezolanos y permitir el regreso de los que est¨¢n exiliados.

La oposici¨®n ocupar¨ªa dos tercios de la Asamblea a partir de enero, o lo que es lo mismo, podr¨ªa promover una reforma de la Constituci¨®n

Este ha sido el principal caballo de batalla de Lilian Tintori, esposa de Leopoldo L¨®pez, l¨ªder de Voluntad Popular encarcelado hace casi dos a?os y condenado a m¨¢s de 13. Tintori ha sido una de las figuras m¨¢s reforzadas tras la contienda electoral. Su intensa gira internacional en defensa de los derechos de su marido y el resto de presos ha conseguido atraer la atenci¨®n de decenas de pa¨ªses y dirigentes hacia el devenir de Venezuela.

Pero si algo ha quedado claro es que Venezuela no necesita m¨¢s rupturas. Muchos de los votantes que el domingo otorgaron su confianza a la oposici¨®n pertenecen a una realidad ajena a la de buena parte de los l¨ªderes pol¨ªticos de la MUD. Se trata de personas que anta?o votaron por el chavismo. Y que, obviamente, pueden volver a hacerlo.Reconciliaci¨®n.

El domingo se confirm¨® que, pese a todo y despu¨¦s de muchos a?os, el voto s¨ª castiga y puede volverse como un bumer¨¢n. ¡°No queremos la Asamblea de la revancha, sino de la justicia¡±, recalc¨® ayer Henrique Capriles. El excandidato presidencial fue el primer l¨ªder en sacar pecho por el triunfo. No es balad¨ª. Su discurso integrador, en pro de la reconciliaci¨®n y la cohabitaci¨®n con el chavismo, una realidad innegable, le ha supuesto muchos choques dentro de la oposici¨®n. El domingo, las urnas le dieron la raz¨®n y ayer incidi¨® en ese mensaje al pedir a los nuevos parlamentarios ¡°madurez, humildad y serenidad¡±.

Responsables tambi¨¦n de la hist¨®rica victoria de la MUD fueron el presidente, Nicol¨¢s Maduro, y los gobernantes chavistas, que sea alejaron de la realidad de sus bases y no han sabido superar la figura de Hugo Ch¨¢vez. Queda por ver cu¨¢l ser¨¢ el papel de los militares, uno de los soportes de la revoluci¨®n bolivariana a partir de ahora.

En los ¨²ltimos d¨ªas de campa?a, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, trat¨® de apaciguar cualquier discurso incendiario de Maduro de cara a la jornada del domingo. De hecho, la noche electoral, antes de que el CNE informase de los resultados, Padrino, acompa?ado del alto mando militar, compareci¨® para pedir tranquilidad y que se mantuviese la calma. Una se?al, interpretaban ayer muchos analistas, de distanciamiento con la c¨²pula del chavismo y con el presidente.

Nicol¨¢s Maduro reconoci¨® los ¡°resultados adversos¡± y los achac¨® a la ¡°guerra econ¨®mica¡±, la misma que, seg¨²n ¨¦l, es la culpable de la galopante crisis, con una inflaci¨®n por los cielos; de la inseguridad o del desabastecimiento que forma las prolongadas colas ante los supermercados. Esas que tienen que hacer d¨ªa a d¨ªa los venezolanos que le castigaron con el voto. ¡°Es una bofetada para despertar¡±, reflexion¨® sobre el sue?o en el que viv¨ªa y que se torn¨® en una pesadilla.