La lucha antiyihadista pone a prueba la neutralidad de Turkmenistan
Las tensiones regionales empujan a tomar partido a uno de los grandes productores de gas
?Puede la neutralidad proteger al Estado centroasi¨¢tico de Turkmenist¨¢n de las turbulencias que se extienden por el mundo isl¨¢mico y que sacuden cada vez m¨¢s a Afganist¨¢n, uno de sus dos vecinos meridionales? La pregunta es muy actual para este pa¨ªs, uno de los mayores productores de gas del mundo, que celebra este fin de semana el 20 aniversario de la pol¨ªtica de neutralidad adoptada en 1995 por su primer presidente, Saparmurat Niyazov.
Ampar¨¢ndose en su neutralidad, Turkmenist¨¢n se ha mantenido al margen de las asociaciones defensivas y de seguridad formadas en torno a Rusia, la antigua potencia colonial. Pero las cosas se han complicado en los ¨²ltimos meses. Las tensiones entre Ankara y Mosc¨² causan desaz¨®n en los cuatro pa¨ªses de Asia Central que hablan lenguas t¨²rquicas (Kazajist¨¢n, Turkmenist¨¢n, Azerbaiy¨¢n y Kirguist¨¢n ).Tras la desintegraci¨®n de la URSS, Ankara cultiv¨® su relaci¨®n con ellos como parte del ¡°mundo turco¡±. En los or¨ªgenes de ese ¡°mundo turco¡± est¨¢ Turkmenist¨¢n cuyas fascinantes ruinas arqueol¨®gicas atestiguan las antiguas rutas de la guerra y del comercio de los pueblos euroasi¨¢ticos.
A las celebraciones organizadas por el presidente actual, Gurbanguly Berdimuhame¨¦dov, asisten el presidente turco Recep Tayyip Erdog¨¢n, el bielorruso Alexandr Lukashenko, el uzbeko Asl¨¢n Karimov, entre otros. Antes del derribo del bombardero Su-24 en la frontera de Siria y Turqu¨ªa, el presidente de Rusia, Vlad¨ªmir Putin, manifest¨® su intenci¨®n de asistir a la cumbre, pero ahora el dirigente ruso evita el contacto con Erdog¨¢n, y Rusia est¨¢ representada por Valentina Matvienko, la jefa del Senado.
La situaci¨®n en los pa¨ªses ribere?os del Caspio se ha complicado con la participaci¨®n militar rusa en defensa del r¨¦gimen sirio de Bashar el Asad. El lanzamiento de misiles de crucero desde un buque ruso de la flota del Caspio produjo inquietud en Turkmenist¨¢n, Kazajist¨¢n y Azerbaiy¨¢n, adem¨¢s de ser una se?al negativa para el proyecto de gaseoducto Transcaspio, que deber¨ªa unir las costas de Turkmenist¨¢n con las de Azerbaiy¨¢n por el fondo de ese mar. Proyecto clave en la estrategia de la UE para reducir la dependencia energ¨¦tica de Rusia, el gaseoducto no se ha construido, aunque los turcomanos ya han construido el tramo de conducci¨®n terrestre que une los yacimientos de Galkynysh con el litoral. El problema es c¨®mo continuar por el fondo del mar un proyecto al que se oponen Rusia e Ir¨¢n, ambos formalmente por razones ecol¨®gicas, aunque Mosc¨² ha dejado ya bien claro que est¨¢ dispuesta a usar sus misiles para defender sus intereses.
¡°Los turcomanos est¨¢n bastante irritados, porque, presionados por Bruselas, construyeron el gasoducto terrestre con sus propios recursos, y ahora las compa?¨ªas occidentales no quieren invertir en la canalizaci¨®n por el fondo del mar¡±, afirmaban medios diplom¨¢ticos europeos en Ashgabad .
Rusia concert¨® con Ir¨¢n el lanzamiento de sus misiles contra los insurgentes de Siria desde el Caspio, pero aparentemente no tuvo en cuenta a otros pa¨ªses ribere?os. En Teher¨¢n, durante la cumbre de pa¨ªses productores de gas, el presidente Gurbanguly Berdimuham¨¦dov trasmiti¨® su preocupaci¨®n a Vlad¨ªmir Putin y ¨¦ste le contest¨® que seguir¨ªa haciendo lo que considerara necesario para acabar con sus adversarios.
Durante muchos a?os, Rusia intent¨® monopolizar el tr¨¢nsito del gas de Turkmenist¨¢n a Europa por los gasoductos sovi¨¦ticos que unen su territorio al de Asia Central. Pero ahora que los precios del gas han ca¨ªdo en picado y Europa tiene otros proveedores, Mosc¨² ha reducido dr¨¢sticamente sus importaciones de gas turcomano, para evitar que compita con el suyo propio. Ashgabad compensa la p¨¦rdida del cliente ruso con la diversificaci¨®n de sus exportaciones y hoy tiene un gasoducto por el que lleva petr¨®leo a China y ha reforzado sus capacidades exportadoras de gas al norte de Ir¨¢n. Inasequible al desaliento, adem¨¢s, se dispone a inaugurar el 13 de diciembre la construcci¨®n de su tramo del TAPI (el gasoducto Turkmenist¨¢n-Afganist¨¢n-Pakist¨¢n-India). En su conjunto, este gasoducto deber¨ªa llevar 33.000 millones de metros c¨²bicos de gas al a?o, pero los analistas occidentales subrayan la inseguridad que reina a lo largo de la ruta, sobre todo en Afganist¨¢n, donde los talibanes y otros grupos radicales han incrementado su actividad b¨¦lica.
Turkmenist¨¢n ha reforzado militarmente la frontera con Afganist¨¢n sobre el tel¨®n de fondo de informaciones y rumores, no confirmados oficialmente en Ashgabad, sobre enfrentamientos en la zona, despu¨¦s de que grupos radicales del norte de Afganist¨¢n se hubieran declarado leales al ISIS.
La corriente del islam imperante en Turkmenist¨¢n es la sun¨ª, y las estructuras religiosas locales se basan en los modelos sovi¨¦ticos de una religi¨®n tolerante y tolerada, bajo la vigilancia de las autoridades pol¨ªticas. Sin embargo, este modelo est¨¢ cambiando en el entorno postsovi¨¦tico, en parte como respuesta a la incapacidad de las ¨¦lites dirigentes laicas de atender las reclamaciones de justicia social de los ciudadanos y cerrar el escandaloso abismo entre pobres y ricos. En el pasado Ashgabad se las arregl¨® para entenderse con los talibanes de Afganist¨¢n, pero el ISIS es una amenaza de calibre superior.
En los ¨²ltimos meses, Ashgabad explora las posibilidades de reforzar su seguridad con la ayuda de otros pa¨ªses que no hipotequen su pol¨ªtica de neutralidad. ¡°Si pide ayuda a EE UU, Washington le pide a cambio que modifique su posici¨®n en temas de derechos humanos, libere a los presos pol¨ªticos y d¨¦ cuenta de la suerte de los que desaparecieron¡±, dice un cultivado analista, que prefiere mantener el anonimato. Las autoridades turcomanas niegan la existencia de presos pol¨ªticos.
Desconfianza de Mosc¨²
Un potencial defensor de Turkmenist¨¢n podr¨ªa ser Rusia, pero Ashgabat desconf¨ªa de Mosc¨² y cree que si los rusos vienen a echarle una mano en la frontera ya no se marchar¨¢n nunca de all¨ª. Esta creencia, se?ala el analista, ha sido reforzada por la pol¨ªtica de Mosc¨² en Ucrania y la anexi¨®n de Crimea.
En los ¨²ltimos meses, el ministro de Exteriores de Turkmenist¨¢n, Rashid Mer¨¦dov, ha viajado a Washington, el secretario de Estado John Kerry ha visitado Ashgabad y, despu¨¦s de estos viajes, el presidente turcomano visit¨® Pek¨ªn. La lectura que los analistas han hecho de estos periplos es que China ha dicho ¡°no¡± a los intentos turcomanos por conseguir una mayor implicaci¨®n de EE UU en la seguridad de Asia Central. A Turkmenist¨¢n le queda Uzbekist¨¢n, pa¨ªs que tambi¨¦n es reticente a las organizaciones de seguridad dirigidas por Mosc¨² y que ha dedicado m¨¢s recursos a su preparaci¨®n militar. Tras los incidentes b¨¦licos en el norte de Afganist¨¢n y la toma de Kunduz por los talibanes, los presidentes de Uzbekist¨¢n y Turkmenist¨¢n acordaron mejorar su cooperaci¨®n fronteriza contra la amenaza com¨²n.
La ca¨ªda de los precios del petr¨®leo se deja sentir en el nivel de vida de los ciudadanos de Turkmenist¨¢n, aunque las autoridades no renuncian a los gigantescos proyectos de construcci¨®n de lujosos palacios o instalaciones deportivas.
En Siria luchan hoy miles de ciudadanos de la ex URSS, entre ellos oriundos de Rusia, Uzbekist¨¢n, Tayikist¨¢n y tambi¨¦n Turkmenist¨¢n. La ofensiva militar rusa en Siria hace temer en Asia Central que los guerrilleros curtidos en la lucha con el ISIS regresen a su pa¨ªs de origen trayendo consigo su guerra santa. Esta preocupaci¨®n se suma a la que provoca la captaci¨®n de voluntarios por parte del ISIS. La ¨¦lite de Asia Central, que percib¨ªa a Turqu¨ªa como Estado laico y factor de progreso tras la disoluci¨®n de la URSS, asocia a Erdog¨¢n con la islamizaci¨®n del pa¨ªs. Para evitar que los j¨®venes vayan a luchar a Siria, los ¨®rganos de seguridad en Turkmenist¨¢n vigilan los vuelos internacionales a Estambul (los turcomanos no necesitan visado para Turqu¨ªa) y obligan a salir de los aviones a quienes les parecen sospechosos de dirigirse a Turqu¨ªa para unirse despu¨¦s al Estado Isl¨¢mico, se?ala una fuente local en Ashgabad. En Turkmenist¨¢n se ha cerrado tambi¨¦n la red de centros de ense?anza controlados desde Ankara.
Las fronteras de los estados de Asia Central son las antiguas lindes administrativas internas trazadas por la URSS en los a?os veinte en la regi¨®n del Turkest¨¢n colonizada por el imperio ruso. ¡°El caso de Siria deber¨ªa ser aleccionador para todos, pues ese Estado surgido en las ruinas del imperio otomano que parec¨ªa consolidado se ha difuminado en un abrir y cerrar de ojos y ahora el factor consolidador en esa zona es el islam, que vuelve con un valor superior al de otras identidades nacionales postimperiales. En Asia Central tenemos Estados fr¨¢giles y fronteras artificiales tambi¨¦n en un entorno posimperial, como lo demuestran los incidentes y contenciosos fronterizos, por ejemplo entre Tayikist¨¢n, Uzbekist¨¢n y Kirguizist¨¢n. Si no se consigue hacer cristalizar a Estados laicos que den satisfacci¨®n a las aspiraciones de justicia social, el islam puede barrer todas esas demarcaciones artificiales, y esa transformaci¨®n puede ser muy r¨¢pida¡±, afirma el cultivado intelectual europeizado.
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