Los refugiados clim¨¢ticos no tienen d¨®nde buscar asilo
La legislaci¨®n internacional no ampara a quien huye por razones medioambientales
Si la crisis de refugiados que ha vivido Europa con la llegada hasta el 1 de diciembre de unos 900.000 migrantes este a?o ha desbordado la capacidad de los Estados para gestionar de forma eficaz la llegada de personas que huyen de la guerra en busca de asilo ¡ªfundamentalmente de Siria, Irak y Afganist¨¢n¡ª las consecuencias, en cuanto a flujos migratorios, que pueden derivar del aumento de las temperaturas pueden ser devastadoras. Seg¨²n los c¨¢lculos de ACNUR (la agencia de la ONU para los Refugiados), en los pr¨®ximos 50 a?os entre 250 y 1.000 millones de personas se ver¨¢n obligadas a abandonar sus hogares y trasladarse a otra regi¨®n de su pa¨ªs o incluso a otro Estado si el ser humano no frena el cambio clim¨¢tico. Estos refugiados, que huyen de un entorno hostil donde el clima o los desastres ambientales les han dejado sin agua y alimentos, carecen, sin embargo, de un estatus jur¨ªdico en el que buscar amparo.
¡°No existen estimaciones fiables de la migraci¨®n inducida por el cambio clim¨¢tico, pero los cambios ambientales ya est¨¢n dando lugar a importantes movimientos de poblaci¨®n¡±, asegura un portavoz de la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones (OIM). De acuerdo con sus estimaciones, ¡°en los ¨²ltimos 30 a?os se han triplicado las sequ¨ªas y las inundaciones¡±, y los cambios en el medio ambiente o los desastres ambientales han provocado migraciones mayores que los conflictos armados.
El ¨²ltimo informe del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC, por sus siglas en ingl¨¦s) indica que en 2014, m¨¢s de 19 millones de personas tuvieron que abandonar sus hogares por desastres como inundaciones, tormentas o terremotos. Seg¨²n sus c¨¢lculos, desde 2008 una persona cada segundo se ha visto obligada a dejarlo todo por estas razones. Sesenta desplazados por razones ambientales cada minuto, apunta el informe, que indica que los continentes m¨¢s afectados son Asia y Am¨¦rica.
Los ejemplos de refugiados clim¨¢ticos o ambientales son muchos: personas que han tenido que abandonar sus casas en Tuvalu (un archipi¨¦lago del Pac¨ªfico) por la subida del nivel de las aguas; en Senegal, debido a la sequ¨ªa; en Mozambique, por las inundaciones; en Bangladesh... Sin embargo, el concepto de refugiado tiene una definici¨®n restringida ¡ªalguien que no puede regresar a ese pa¨ªs por un temor bien fundado a la persecuci¨®n por motivos de raza, religi¨®n, nacionalidad, pertenencia a un grupo social determinado u opini¨®n pol¨ªtica¡ª, y el t¨¦rmino "refugiado clim¨¢tico" no tiene ning¨²n tipo de significado legal en el derecho internacional que ampare a los desplazados por los desastres de origen natural o causados por el cambio clim¨¢tico. Solo hay algunos pa¨ªses que s¨ª incluyen a los "migrantes ambientales" en una categor¨ªa especial de personas que necesitan protecci¨®n, como es el caso de Suecia o Finlandia, explica Benjamin Glahn, del Think Tank Salzburg Global Seminar.
Con la actual crisis de refugiados en Europa, el debate sobre la ampliaci¨®n del concepto de refugiado que recoge la Convenci¨®n de Ginebra se ha enfriado. En una Uni¨®n Europea que apenas es capaz de ponerse de acuerdo en las cifras de acogida de asilados, el proyecto para amparar a los desplazados por cuestiones ambientales est¨¢ a¨²n en mantillas, se?ala Maite Pagazaurtund¨²a, eurodiputada de UPyD, tras el seminario sobre migraci¨®n y asilo celebrado la semana pasada en el Parlamento Europeo en Bruselas y al que este diario acudi¨® invitado. Ni siquiera hay consenso a nivel internacional en vincular los desplazamientos con las consecuencias del calentamiento global. ¡°Pero hay una cosa cierta, y es que con el cambio clim¨¢tico y la mano del hombre estos ser¨¢n cada vez m¨¢s y necesitar¨¢n protecci¨®n¡±, dice.
Adem¨¢s, se?ala Jan Egeland, secretario del Consejo Noruego para los Refugiados, los pa¨ªses m¨¢s pobres son m¨¢s vulnerables a estas consecuencias porque est¨¢n menos preparados. ¡°Una inundaci¨®n no es un desastre por s¨ª misma, tiene consecuencias catastr¨®ficas cuando las personas no est¨¢n preparadas y protegidas¡±, dice Egeland en el informe del NRC. El cambio clim¨¢tico, sostienen los expertos, est¨¢ provocando que estos fen¨®menos sean m¨¢s intensos y frecuentes. Tambi¨¦n la mano del hombre impulsa desde hace a?os una tendencia que va en aumento. El desarrollo econ¨®mico, el crecimiento de la poblaci¨®n en las zonas m¨¢s vulnerables, la urbanizaci¨®n juegan un papel clave.
Por ahora, muchos de quienes han tenido que dejar sus hogares por sequ¨ªas, inundaciones o terremotos est¨¢n desamparados en cuesti¨®n de asilo. Ioane Teitiota es ejemplo de ello. Hace unos meses, Nueva Zelanda deneg¨® la petici¨®n de asilo de este habitante de Kiribati, un archipi¨¦lago del Pac¨ªfico que apenas supera los dos metros sobre el nivel del mar, y le devolvi¨® a su casa. Teitiota, que llevaba seis a?os viviendo en Nueva Zelanda, hab¨ªa pedido ser considerado un refugiado clim¨¢tico para quedarse. Su pa¨ªs, es uno de los territorios que los expertos han definido como m¨¢s vulnerables al calentamiento global y muchos han vaticinado que terminar¨¢ por desaparecer bajo las aguas.
Por eso, adem¨¢s de tomar medidas para que las temperaturas no aumenten durante este siglo m¨¢s de dos grados, tal y como se acord¨® el pasado s¨¢bado en la Cumbre del Clima en Par¨ªs, es fundamental adoptar pol¨ªticas de adaptaci¨®n. ¡°Hay hechos que ya no se pueden negar como los cambios en la estacionalidad en las precipitaciones¡± con sus consiguientes efectos en la agricultura, considera Antonio Marquina, coautor del libro Global Warming and Climate Change y catedr¨¢tico de Seguridad y Cooperaci¨®n en la Universidad Complutense de Madrid. Seg¨²n el experto, la producci¨®n de alimentos en lugares como el norte de ?frica est¨¢ ya al l¨ªmite lo que obliga a dise?ar ¡°nuevos cultivos¡± adaptados a la alteraci¨®n de las lluvias o programas para tratar y recoger el agua. Sin alimentos ni agua, no hay otra alternativa que la migraci¨®n.
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