Nueva York registra temperaturas r¨¦cord en Navidad
Noviembre y diciembre pasan a los registros como los meses m¨¢s calidos en la ciudad de los rascacielos
Ventanas abiertas de par en par y gente por la calle con mangas cortas en la v¨ªspera de la Navidad. No es Miami, en la c¨¢lida Florida, o de Los ?ngeles, en California. Es la ciudad de Nueva York, donde los term¨®metros en la recta final de diciembre alcanzan los 24 grados, una temperatura m¨¢s t¨ªpica de comienzos de oto?o que del invierno y que est¨¢ animando a que los vecinos a salir a hacer las compras de ¨²ltimo minuto antes de poner los regalos bajo el ¨¢rbol.
Nunca se hab¨ªa visto nada igual en la ciudad de los rascacielos, al menos desde que se registran las temperaturas. La ¨²ltima vez que hizo una Navidad tan c¨¢lida fue en 1996, hace casi dos d¨¦cadas. Pero entonces el m¨¢ximo al que lleg¨® el mercurio fueron los 17 grados. El calor se siente especialmente al entrar en las tiendas, como la de Toys R Us en Times Square, donde los clientes se quejaban porque el sistema de aire acondicionado no funcionaba.
Raphael Miranda, el hombre del tiempo para la cadena local de la NBC, bromea diciendo que hay rumores de que Santa Claus hab¨ªa dejado el abrigo colgado en su armario en el Polo Norte y que lo cambi¨® por una camisa y pantalones cortos m¨¢s t¨ªpicos de un clima como el de Hawai. Pero aunque la temperatura invita a remangarse, el tiempo no acompa?a del todo. Las fuertes tormentas y la niebla est¨¢n provocando numerosos atrasos y cancelaciones de vuelos.
Estas temperaturas inusualmente altas est¨¢n pillando desprevenidos a los turistas que llegan a la ciudad de los rascacielos preparados para justo lo contrario: un fr¨ªo intenso. Y el term¨®metro seguir¨¢ a estos niveles varios d¨ªas, aunque tienden a moderarse. Diciembre va as¨ª camino de rebasar c¨®modamente el r¨¦cord de 2001, cuando la media para el mes fue de unos seis grados. En este momento ya los 10,5 grados. El pasado noviembre ya fue el m¨¢s c¨¢lido.
Mientras las tiendas abren sus puertas de par en par antes de cerrar por Nochebuena, el calor est¨¢ mermando el negocio de las peque?as ferreter¨ªas. Los sacos de sal para echar en las aceras y las palas para quitar la nieve se amontonan a la espera de la llegada del fr¨ªo y de los primeros copos. En su lugar est¨¢n vendiendo m¨¢s bien carb¨®n, porque hay clientes que quieren aprovechar que no hiela para echar unos filetes en la barbacoa estas fiestas.
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