2016 y cuatro desaf¨ªos
Son muchos los problemas en Am¨¦rica Latina e inmenso el abanico de esperanzas y retos
Por cierto que son muchos los problemas en Am¨¦rica Latina y, con ello, inmenso el abanico de esperanzas y retos al inicio de un a?o nuevo. Algunos temas, sin embargo, podr¨ªan ocupar ¡ªo deber¨ªan ocupar, en todo caso¡ª un lugar prioritario.?
En primer lugar, la penumbra derivada del dato de la previsi¨®n de que en 2016 el crecimiento econ¨®mico de la regi¨®n ser¨¢ pr¨¢cticamente cero, seg¨²n el FMI. Despu¨¦s de 10 a?os de crecimiento en el que el producto bruto regional creci¨® m¨¢s del 80% y la clase media aumento en m¨¢s de 50 millones, el estancamiento regional ¡ªy la recesi¨®n en pa¨ªses como Brasil¡ª habr¨¢ de tener consecuencias pol¨ªticas y sociales pues ese progreso est¨¢ amenazado.?
Lo anterior puede tener repercusiones especiales en la nueva, aunque precaria, clase media. La previsible movilizaci¨®n de sectores de esa clase media amenazada aparece como un actor protag¨®nico de impacto particular y m¨¢s impredecible que la tradicional de sectores populares antes centrales en esos escenarios. De c¨®mo se procesa el impacto pol¨ªtico y social del estancamiento y se enfrenta la crisis para prevenir regresiones sociales depender¨¢ mucho de la estabilidad pol¨ªtica e institucional.?
El estancamiento regional y la recesi¨®n en pa¨ªses como Brasil habr¨¢ de tener consecuencias pol¨ªticas y sociales pues el progreso est¨¢ amenazado
En segundo lugar, el manejo de las migraciones. En la regi¨®n estas aparecen c¨ªclicamente como factores de tensi¨®n. En esto destacan dos procesos. En primer lugar, la gente que huye hacia el norte, ya no por razones econ¨®micas, sino como refugiados huyendo de la violencia generalizada y el crimen organizado. En segundo lugar, la emigraci¨®n desde Cuba intentando llegar a EE UU, que seguramente seguir¨¢ aumentando ante la expectativa de que pueda terminar el tratamiento migratorio privilegiado que han recibido los cubanos en las ¨²ltimas d¨¦cadas (¡°ley de ajuste¡± y la regla de ¡°pies secos¡±).
La inseguridad en el ¡°tri¨¢ngulo norte¡± centroamericano no ha mejorado sustancialmente. Cambios en la pol¨ªtica migratoria estadounidense han hecho que 2015 sea, por su parte, el a?o con menos deportaciones en la ¨²ltima d¨¦cada. Ahora que tantos extremistas buscan acceder a la Casa Blanca blandiendo espadas antag¨®nicas a los derechos de los migrantes, es previsible un incremento de la migraci¨®n usando lo que para muchos ser¨ªan las ¨²ltimas ¡°rendijas¡±.?
Tercero, el tratamiento al narcotr¨¢fico. La pr¨®xima asamblea general extraordinaria de las Naciones Unidas sobre el tema de las drogas ¡ªen abril¡ª es propicia para que los pa¨ªses latinoamericanos tengan protagonismo orientando las cosas hacia la sensatez y el pragmatismo, comprobado el fracaso de la ¡°guerra contra las drogas¡±. Reenfocar las cosas de manera que se vire a priorizar la prevenci¨®n y tratamiento en el ¨¢mbito de la salud, acabar con la sobrecriminalizaci¨®n que ha hecho colapsar nuestros sistemas penitenciarios llen¨¢ndolos de ¡°sardinas¡± y concentrando la estrategia del Estado en el crimen organizado, es decir en los ¡°tiburones¡±.?
En cuarto lugar, la criminalidad y el tr¨¢fico de armas de fuego. El 42% de los homicidios con arma de fuego en el mundo ocurre en Am¨¦rica Latina en donde vive menos del 10% de la poblaci¨®n mundial. Armas que, adem¨¢s, provienen en su gran mayor¨ªa de armer¨ªas legales en EE UU. Enfrentar con respuestas m¨¢s eficaces la presencia y expansi¨®n del crimen es una prioridad impostergable. Ahora que Obama y crecientes sectores de su pa¨ªs levantan su voz de alarma contra el comercio indiscriminado de armas y la criminalidad es percibida en Latinoam¨¦rica como el principal problema, se dan condiciones propicias para nuevas pol¨ªticas internas y externas sobre esta materia.?
Hay, por cierto, otros temas hoy candentes y muchos otros que podr¨ªan aparecer. Pero estos cuatro tocan ya a la puerta y son ineludibles. Y tienen una ruta de salida com¨²n: la firmeza y concertaci¨®n democr¨¢ticas.
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