Las cinco noticias que han marcado 2015 en Estados Unidos

Dos grandes acuerdos en pol¨ªtica exterior, un ataque terrorista, un giro en la pol¨ªtica monetaria, el arranque de la campa?a electoral y un profundo debate social han marcado 2015 en Estados Unidos.

El califato en la casa de al lado

Pasadas las nueve de la ma?ana del pasado 2 de diciembre, Syed Farook y Tashfeen Malik, un matrimonio de clase media de Redlands, San Bernardino, al este de Los ?ngeles, dejaron a su hija de seis meses con la madre de ¨¦l y dijeron que ten¨ªan una cita con el m¨¦dico. A las 11 de la ma?ana, entraron armados con rifles de asalto en un local donde se celebraba la fiesta de Navidad del trabajo de Farook. Mataron a 14 personas e hirieron a 21. La peor matanza en Estados Unidos desde la escuela primaria de Sandy Hook, en 2012.

Las consecuencias del atentado de San Bernardino, que sumaba su efecto al de Par¨ªs, han afectado no solo a las familias de las v¨ªctimas, sino a millones de norteamericanos. Primero, la comunidad musulmana, que ha visto un aumento de la agresividad hacia sus miembros. Segundo, al sistema migratorio. La sospecha de que Malik ya era una terrorista decidida a matar norteamericanos cuando entr¨® en el pa¨ªs con un visado rutinario hizo que el principal candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, propusiera sin tapujos vetar la entrada en EE UU a todos los musulmanes hasta que se aclare c¨®mo pudo ocurrir. La propuesta ha secuestrado la campa?a y ha puesto en el punto de mira al Departamento de Interior y amenaza con hacer m¨¢s dif¨ªcil el proceso para visados que EE UU concede anualmente de manera rutinaria por cientos de miles, como los familiares o estudiantes.

Por ¨²ltimo, ha afectado a la seguridad ciudadana. Las administraciones de las grandes ciudades viven en un estado de tensi¨®n antiterrorista como no se ve¨ªa desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 y la paranoia de los ataques con ¨¢ntrax. El pasado 15 de diciembre, Los ?ngeles decidi¨® cerrar todas sus escuelas p¨²blicas (casi un millar de centros que dan servicio a 650.000 estudiantes) por un email amenazante que, para la polic¨ªa de Nueva York, era una broma a simple vista.

El ataque de San Bernardino proyectar¨¢ su sombra sobre muchos debates y decisiones en Estados Unidos en los meses venideros. El pa¨ªs ha tomado conciencia, de manera brutal, de que una conexi¨®n a Internet, un carn¨¦ de conducir para comprar las armas y un objetivo anodino son suficientes para llevar el terror de ISIS a sus calles. Y el yihadista puede ser el padre de familia del chal¨¦ de al lado. Por PABLO XIM?NEZ DE SANDOVAL

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Negociando con enemigos hist¨®ricos

El presidente Barack Obama ha manifestado su deseo de visitar Cuba en alg¨²n momento en 2016. Supondr¨ªa el broche de oro a un acercamiento a un enemigo m¨¢s hist¨®rico que real, La Habana, con el que Washington consolid¨® durante este 2015 que ahora acaba el inicio de la normalizaci¨®n de relaciones anunciado hace un a?o. En estos 12 meses no se han derribado todas las barreras. Quedan, de hecho, las m¨¢s dif¨ªciles, como el embargo, la cuesti¨®n de los derechos humanos o negociar las compensaciones. Tampoco se ha recuperado del todo una confianza perdida en m¨¢s de medio siglo de antagonismo. Pero se han dado pasos considerados por muchos como irrevocables y que han culminado en dos hist¨®ricas reuniones entre Obama y Ra¨²l Castro, as¨ª como en la reapertura de embajadas que hizo que la bandera estadounidense vuelva a ondear el La Habana y la cubana lo haga tambi¨¦n ya en el coraz¨®n de Washington.

Obama no fue este a?o tan lejos en el restablecimiento de relaciones con otro de sus enemigos hist¨®ricos, Ir¨¢n. Pero el acuerdo para contener el programa nuclear iran¨ª firmado en julio junto a otras cinco potencias extranjeras tambi¨¦n marc¨® un hito en la agenda pol¨ªtica de un presidente muy cuestionado tanto internamente como por su gran aliado, Israel, por su disposici¨®n a hablar, bajo condiciones, con el antagonista persa. En el caso iran¨ª, el propio Obama ha descartado una foto hist¨®rica suya en Teher¨¢n. Pese a ello, y aunque siguen habiendo muchas reticencias y desconfianzas, el pacto avanza y el presidente dem¨®crata puede decir que en este 2015 gan¨® su apuesta internacional m¨¢s arriesgada desde que ocupa la Casa Blanca. Por SILVIA AYUSO.

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Donald Trump revienta la campa?a electoral de 2016

Pocos apostaron el pasado mes de junio por las posibilidades en la carrera hacia la presidencia de un multimillonario que en su acto de presentaci¨®n pronunci¨® insultos xen¨®fobos contra los inmigrantes. Pero a seis semanas del comienzo de las primarias, Donald Trump sigue siendo el favorito entre los candidatos republicanos. Su ¨¦xito es el mayor interrogante de la contienda electoral.

En estos ¨²ltimos meses ha insultado a las mujeres, a los jud¨ªos, a los musulmanes, a los medios de comunicaci¨®n y al resto de candidatos de su partido, y a¨²n as¨ª ha sobrevivido a todos y cada uno de los debates. A pesar de que sus afirmaciones har¨ªan descarrilar cualquier apuesta por ocupar un cargo p¨²blico, el empresario sobrevive gracias a sus armas personales.

La fortuna multimillonaria de Trump hace que no necesite grandes inversiones de donantes. Estos d¨ªas ha anunciado que est¨¢ dispuesto a gastar m¨¢s de dos millones a la semana en anuncios electorales. Tampoco est¨¢ atado a Wall Street y sus seguidores lo aprecian, como el hecho de que siempre dice lo que piensa o que asuma el inusual riesgo de improvisar todos sus discursos.

El resultado es una f¨®rmula a la que Estados Unidos mir¨® primero con escepticismo y despu¨¦s con asombro, pero hoy es ya una gran inc¨®gnita que anuncia un comienzo de primarias con resultados impredecibles. Por CRISTINA F. PEREDA

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Punto final a una era en pol¨ªtica monetaria

Es la noticia econ¨®mica del a?o en Estados Unidos y una de las principales en el mundo. La Reserva Federal aprob¨® en diciembre una subida de los tipos de inter¨¦s por primera vez en casi una d¨¦cada y puso as¨ª fin a una etapa de est¨ªmulos monetarios sin precedentes, en medio de una Gran Recesi¨®n de la que a¨²n quedan heridas.

El precio del dinero llevaba en casi cero desde 2008, lo que se traduce en una financiaci¨®n muy barata y mucha liquidez en el mercado, que estaba calentando mucho el valor de algunos activos y generado el miedo a una nueva burbuja financiera. Los tipos solo subieron un cuarto de punto y siguen extraordinariamente bajos, en la horquilla entre 0,25% y el 0,50%, pero la Fed es el motor de pol¨ªtica monetaria m¨¢s importante del mundo y sus medida afectan a todo el mundo, muy especialmente Am¨¦rica Latina.

Esto explica la presiones que la instituci¨®n pilotada por Janet Yellen ha soportado en el ¨²ltimo a?o para que aplazara la medida, a veces de forma totalmente expl¨ªcita, como los mensajes enviados desde el Fondo Monetario Internacional. Pero el pleno empleo y los ¨²ltimos datos de crecimiento econ¨®mico en Estados Unidos animaron a la Fed a pulsar el bot¨®n, si bien la baja inflaci¨®n sigue generando inquietud. Por AMANDA MARS.

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Estados Unidos intensifica el debate sobre racismo y desigualdad

Si 2014 fue el a?o de la irrupci¨®n, 2015 fue el de la consolidaci¨®n del debate en Estados Unidos sobre el trato de la polic¨ªa con la comunidad negra. El momento m¨¢s tenso se vivi¨® en abril en Baltimore con varias noches de disturbios tras la muerte de un joven negro desarmado por las lesiones provocadas en su detenci¨®n. Otros casos similares han aflorado con regularidad en todo el pa¨ªs.

La muerte en agosto de 2014 de un negro desarmado en Ferguson (Misuri) ha marcado un punto de inflexi¨®n. Hay un mayor escrutinio a las pr¨¢cticas policiales. Las grabaciones con tel¨¦fonos m¨®viles han revelado casos que dif¨ªcilmente se hubieran conocido con detalle. Se ha extendido el uso de c¨¢maras en los uniformes policiales. Sin embargo, los familiares de las v¨ªctimas han tenido dificultades para que la justicia condenara a polic¨ªas dada la amplia protecci¨®n a la defensa propia que concede la ley.

Desde el punto de vista policial, ha habido alivio ante el papel judicial. Pero se ha considerado injusto el escrutinio creciente de la opini¨®n p¨²blica y el Gobierno federal, y se ha sugerido que la mayor cautela de algunos agentes puede explicar el aumento de los delitos en algunas ciudades.

Fuera del ¨¢mbito policial, el debate sobre la discriminaci¨®n racial ha llegado a los campus universitarios, provocando dimisiones y cambios de nombre de edificios. Por JOAN FAUS

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