Plata o plomo en Morelos
Los alcaldes mexicanos, como la edil recientemente asesinada en Temixco, tienen al narco como socio o como enemigo
Cada vez que entona alto Y llevas en tu alma / la virginal pureza, aprieta fuerte con los dedos el tercer bot¨®n de su camisa negra y las venas del cuello se le inflaman como dos tuber¨ªas. Mauricio Vargas Mota y su banda al estilo sinaloense est¨¢n cantando el viejo bolero mexicano Perfume de gardenias mientras al otro lado de un mont¨ªculo de arena, los sepultureros entierran a su prima. Un grupo de encapuchados entraron el dos de enero en su casa y delante de su familia la asesinaron con cuatro balazos en la cabeza. Gisela Mota Ocampo, de 33 a?os, era la nueva alcaldesa de Temixco. Llevaba tan solo un d¨ªa en el cargo.
¡°El a?o no ha empezado bien¡±, dice un vecino con un crucifijo de plata al cuello y los zapatos manchados de polvo del cementerio de este peque?o municipio ¡ª98.000 habitantes¡ª del Estado de Morelos, en el centro del pa¨ªs. En A?o Nuevo el pueblo amaneci¨® con dos macabras premoniciones.?Un cad¨¢ver en una fosa en el campo y otro cuerpo descuartizado en una carretera.
La investigaci¨®n del asesinato de la alcaldesa, enterrada este domingo entre v¨ªtores por sus vecinos, dibuja un tri¨¢ngulo entre las tres muertes recientes.?La Fiscal¨ªa de Morelos tiene ya en sus manos a tres detenidos, presuntos integrantes del cartel Los Rojos, uno de los grupos mafiosos que con m¨¢s fuerza est¨¢ pretendiendo imponer le ley de dinero o muerte en la zona. Las autoridades apuntan a este grupo originario del vecino Guerrero como responsables del homicidio de la joven alcaldesa perredista ¡ªla izquierda mexicana¡ª que en su discurso de toma posici¨®n lanz¨® un vehemente y duro mensaje contra la extorsi¨®n y el secuestro, dos de los principales tumores de Temixco y de todo el Estado. ¡°Ella era muy buena. Estaba tan limpia que no quer¨ªa ni guardaespaldas. Dec¨ªa que no quer¨ªa que murieran otros por ella¡±, a?ade el hombre del crucifijo, que prefiere no dar su nombre porque ¡°aqu¨ª todos murmuran¡±.
Por su cercan¨ªa con la capital mexicana y su buen clima. Morelos?¡ª1,7 millones de habitantes¡ª es considerada una zona residencial para las clases acomodadas del Distrito Federal. Pero su proximidad con puntos calientes como Guerrero, Estado de M¨¦xico y Michoac¨¢n ha provocado en los ¨²ltimos a?os la llegada de los grandes grupos criminales. En 2009 la Marina abati¨® a tiros en una lujosa mansi¨®n de Cuernavaca, la capital del Estado, a Arturo Beltr¨¢n Leyva, el m¨¢ximo dirigente por entonces del c¨¢rtel de Sinaloa. Morelos registr¨® en 2013 la tasa de secuestros m¨¢s alta de M¨¦xico: 8,5 por cada 100.000 habitantes. Las cifras han ido bajando, pero el a?o pasado a¨²n ocupaba la segunda plaza tanto en raptos como en extorsiones, a lo que se suma la alerta de g¨¦nero lanzada el pasado agosto.
Ante la crecida de los ¨ªndices de criminalidad en su territorio, el gobernador Graco Ram¨ªrez?¡ªtambi¨¦n perredista¡ª decidi¨® en 2014 imponer el llamado Mando ?nico, una medida que consiste en subsumir a todas las fuerzas policiales bajo el mismo paraguas estatal en un intento de neutralizar la penetraci¨®n de las mafias en las instituciones locales, las m¨¢s vulnerables al poder corrosivo del narco.
El operativo policial, que adem¨¢s de los tres detenidos, abati¨® a otros dos presuntos delincuentes en la tarde del s¨¢bado, est¨¢ pilotado por Alberto Capella, el Comisionado Estatal de Seguridad P¨²blica. El que fuera el antiguo jefe polic¨ªa en Tijuana durante los peores a?os de la guerra con el narco desde la frontera con EE UU, es ahora el encargado de aglutinar bajo su manto a las 33 polic¨ªas municipales de Morelos y vencer las resistencias de los alcaldes que no quieren perder el poder que supone tener una polic¨ªa propia.
¡°En Morelos hay una crisis pol¨ªtica m¨¢s que delincuencial. Algunos alcaldes quieren debilitar al Mando ?nico y eso est¨¢ permitiendo que el narco haga pol¨ªtica otra vez. Est¨¢ regresando al control municipal. Pero en Temixco estamos avanzando en una l¨ªnea de averiguaci¨®n muy s¨®lida, que nos va a permitir solucionar no uno sino varios de los ¨²ltimos homicidios¡±, explica por tel¨¦fono el sheriff Capella. La alcaldesa de Temixco, que s¨ª era partidaria de ceder las competencias policiales al Estado, habr¨ªa sido v¨ªctima de esa crisis. No quiso colaborar y la mataron. Dinero o muerte.
La casa de Mota Ocampo est¨¢ en la parte alta del pueblo, pasando los famosos balnearios a los que acuden sobre todo turistas del interior de M¨¦xico. En una calle sin asfaltar, con muros de abasto, la ¨²nica luz que ilumina la entrada es un ne¨®n blanco sobre el port¨®n de madera. Alrededor de las siete de la ma?ana del s¨¢bado, siete individuos encapuchados y armados saltaron los muros e irrumpieron en el domicilio donde viv¨ªa la alcaldesa junto a sus padres, su hermana, su cu?ado y dos sobrinos. Uno de los muchachos, que tambi¨¦n prefiere no dar su nombre, recuerda que los agresores les sacaron a todos de la cama y los hicieron tumbarse boca abajo en el sal¨®n: ¡°A mi t¨ªa le dijeron que fuera gateando hasta la puerta. Cre¨ªamos que la iban a secuestrar. Pero ella se volte¨® para mirarnos y entonces le dispararon cuatro veces en el cuello¡±.
En la ¨²ltima d¨¦cada, 71 alcaldes han sido asesinados en el pa¨ªs, seg¨²n datos de la Asociaci¨®n de Autoridades Locales de M¨¦xico. Mientras que otros tantos acabaron fundi¨¦ndose en las redes del narco, como fue el caso del edil de Iguala, donde desaparecieron los 43 estudiantes. Muchos analistas consideran a Morelos -uno de los pocos Estados en que impera el Mando ?nico y no de manera total- como el laboratorio de la nueva pol¨ªtica de seguridad que aspira a implantar el Gobierno de Enrique Pe?a Nieto.
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