Brasilia a Caracas: ¡°No cabe una soluci¨®n fuera del Estado de derecho¡±

El proceso electoral en Venezuela y sus consecuencias ya llevaban tiempo perfil¨¢ndose como una encrucijada para la diplomacia brasile?a. En las ¨²ltimas semanas fue obvio que, dependiendo del comportamiento de Nicol¨¢s Maduro ante una derrota, para el Gobierno Dilma Rousseff ser¨ªa insostenible mantener su pol¨ªtica de advertencias, m¨¢s privadas que p¨²blicas, ante desv¨ªos de las normas democr¨¢ticas del Mercosur. Ese martes ha llegado el cambio m¨¢s significativo. Horas antes de la tensa y esperada toma de posesi¨®n de la nueva Asamblea de Venezuela, con una mayor¨ªa cualificada de la oposici¨®n antichavista por primera vez en 16 a?os, el Ministerio de Relaciones Exteriores brasile?o ha lanzado un duro comunicado. Ante los intentos del chavismo para arrebatar la ventaja de la oposici¨®n en la Justicia, la diplomacia brasile?a ha sido clara: "No hay lugar en la Am¨¦rica del Sur del siglo XXI para soluciones pol¨ªticas fuera de la institucionalidad y del m¨¢s absoluto respeto a la democracia y al Estado de Derecho".

El texto es una cr¨ªtica inequ¨ªvoca a la tentativa del chavismo de impugnar judicialmente la toma de posesi¨®n de diputados de la oposici¨®n y otras maniobras, como la creaci¨®n de un Parlamento paralelo. Sin los parlamentarios de oposici¨®n, los antichavistas pierden la mayor¨ªa capaz de proponer cambios constitucionales e indicar puestos clave en la Administraci¨®n p¨²blica, entre otras prerrogativas. A Brasil tambi¨¦n le preocupa el ascenso de un discurso radicalizado en la oposici¨®n, con la elecci¨®n del dinosaurio Henry Ramos Allup, del tradicional partido Acci¨®n Democr¨¢tica, como presidente de la Casa. En esa disputa, ganan los radicales de ambos lados, y no los interlocutores de Brasilia, como el gobernador de Miranda, el opositor Henrique Capriles.

No es la primera vez que el chavismo echa mano de "soluciones pol¨ªticas fuera de la institucionalidad" ante una derrota. Tras reveses importantes, como en las elecciones municipales en la d¨¦cada pasada, el entonces presidente Hugo Ch¨¢vez pr¨¢cticamente vaci¨® el Ayuntamiento metropolitano de Caracas para nombrar una especie de interventor chavista. En la ¨¦poca, como ahora, llovieron cr¨ªticas a la vista gorda que hizo Brasil, aunque la diplomacia brasile?a siempre ha asegurado que hac¨ªa llegar a Caracas sus opiniones. Pero ahora la coyuntura internacional y la de Venezuela han cambiado. En el pa¨ªs caribe?o hay cambios en el Poder Legislativo, central para el ya precario equilibrio democr¨¢tico. Y, en la regi¨®n, el factor Mauricio Macri. El nuevo presidente argentino ha hecho p¨²blica su intenci¨®n de expulsar a Caracas del Mercosur, y eso presiona a Brasilia. Tanto en Argentina como en Brasil, Venezuela es un asunto de alto voltaje en la pol¨ªtica interna, pero Macri, a la diferencia de Rousseff y su Partido de los Trabajadores, gana puntos con su base cada vez que fustiga p¨²blicamente a Caracas.

Se?ales previas y militares

El comunicado de este martes se suma a las advertencias previas del Gobierno Rousseff a Maduro acerca del proceso electoral. Antes de las elecciones, la presidenta envi¨® una carta privada al presidente venezolano con observaciones sobre la situaci¨®n. Antes, a principios de a?o, el Itamaraty, (el Minsiterio de Exteriores brasile?o), tambi¨¦n public¨® una nota criticando la prisi¨®n del alcalde opositor Antonio Ledezma.

Entre diplom¨¢ticos latinoamericanos con larga experiencia en la regi¨®n, e incluso entre simpatizantes del chavismo, el momento es de preocupaci¨®n. La profundizaci¨®n de la crisis econ¨®mica en Venezuela y la ofensiva de supervivencia de un chavismo dividido (y con militares en posiciones llave, tambi¨¦n en la econom¨ªa) hace dudar acerca de la efectividad de advertencias diplom¨¢ticas.