Men¨² con descuento por mostrar el arma en Texas
Un restaurante ofrece un descuento a los clientes que porten su arma de forma visible
En el peque?o restaurante-tr¨¢iler ¡°Brooks Place¡±, en Cypress, a las afueras de Houston, Texas, se vive al m¨¢s puro esp¨ªritu texano. Carne asada y costillas de cerdo se venden por kilo, que los clientes degustan al aire libre sentados en largas mesas compartidas. Aqu¨ª las armas son bienvenidas e incluso son merecedoras de un descuento del 10%.
¡°Si vives tu vida como si no existiera Dios, m¨¢s vale que est¨¦s haciendo lo correcto¡±. Esa es la consigna con la que su due?o, Trent Brooks, recibe al p¨²blico. ?l no tiene un arma a la vista en el restaurante, aunque posee una, pero quienes compran su comida son premiados por portar p¨²blicamente sus pistolas.
La promoci¨®n comenz¨® el 1 de enero, que es cuando entr¨® en vigor la nueva ley estatal que permite llevar armas a la vista en lugares p¨²blicos. Ese d¨ªa, la rebaja lleg¨® a ser del 25%, para marcar una jornada tan especial.
¡°El descuento es una manera de mostrar el aprecio que sentimos por los clientes que llevan sus armas para protegerse a s¨ª mismos, a sus familias y los negocios donde van¡±, dijo Brooks a EL PA?S.
El impacto ha sido grande, aunque no siempre positivo. ¡°Durante estos primeros d¨ªas hemos tenido un buen n¨²mero de clientes. La respuesta al descuento ha sido mixta, algunas personas nos felicitan, pero otras -que notoriamente no son de aqu¨ª- nos han dicho cosas controvertidas¡±, admiti¨®. E incluso amenazas, que por ahora el due?o dice no tomarse demasiado en serio, seg¨²n revel¨® en la p¨¢gina de Facebook de su restaurante.
En Brooks Place, las l¨¢grimas que el presidente Barack Obama derram¨® esta semana al anunciar medidas para restringir el acceso a armas no conmovieron a nadie. Al contrario, Brooks es un hombre de extremos y en lo que respecta a la Segunda Enmienda de la Constituci¨®n, que garantiza el derecho a portar armas, no admite t¨¦rminos medios. ¡°El gobierno no tiene por qu¨¦ interferir¡±, zanj¨®.
Pero en el resto del Estado, las opiniones son m¨¢s matizadas. Una encuesta realizada en 2013 por la Universidad de Texas y la organizaci¨®n Texas Tribune revel¨® que el 44% de los participantes cree que las leyes de control de armas deber¨ªan ser m¨¢s estrictas, un 36% las dejar¨ªan en su forma actual y un 16% las disminuir¨ªan.
En el caso espec¨ªfico de leyes para portar armas a la vista en lugares p¨²blicos, otra encuesta realizada por el mismo equipo en febrero del a?o pasado mostr¨® que solo el 32% apoyaba esta tendencia.
A pesar de eso, a partir del 1 de enero Texas estren¨® la nueva ley. Ahora, cualquiera con un permiso puede portar armas de manera visible. Eso se traduce en que las 826.000 personas con autorizaci¨®n pueden circular tranquilas con sus pistolas bien a la vista en la cintura.
Los negocios pueden negar el ingreso de personas armadas siempre que especifiquen la prohibici¨®n. Brooks Place es una excepci¨®n frente a la tendencia generalizada de empresas y restaurantes locales, que han colocado los carteles necesarios para no aceptar a personas con armas visibles.
As¨ª lo han hecho cadenas grandes como Whole Foods, Fiesta, Costco y Target, junto a restaurantes y negocios peque?os como Amy's Ice Creams, Brooklyn Athletic Club, Dolce Vita, Gringo's/Jimmy Changa's y Lupe Tortillas, entre otros.
Supermercados como Kroger, Aldi o Walmart han optado por guardar silencio y no colocar carteles.
La prohibici¨®n no preocupa a los impulsores de la ley. ¡°Algo similar ocurri¨® en 1995, cuando se aprob¨® la ley para portar armas ocultas. Los negocios reaccionaron de manera exagerada debido al miedo y la mala informaci¨®n. Poco despu¨¦s comenzaron a desaparecer los letreros. Creo que aqu¨ª pasar¨¢ lo mismo¡±, explic¨® C.J. Grisham, presidente de Open Carry Texas, la organizaci¨®n m¨¢s influyente en Texas que promueve el derecho a portar armas.
Entre las 10 ciudades m¨¢s grandes en Estados Unidos, solo Filadelfia y Phoenix permit¨ªan portar armas de forma visible. Ahora Houston, San Antonio y Dallas se unen a la lista. En Dallas, el cambio ha sido el centro de una intensa campa?a para educar al p¨²blico, que se inici¨® el 16 de diciembre. ¡°Un trabajo en progreso¡± como la describieron sus creadores.
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