Estrasburgo avala que una empresa inspeccione correos de sus empleados
El Tribunal de Derechos Humanos justifica la intercepci¨®n de los mensajes, privados y de trabajo, si el empleado utiliza material corporativo como medio
Una sentencia publicada el martes por el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo (Francia) defiende que est¨¢ justificado que una empresa lea e inspecciones los correos electr¨®nicos ¡ªprivados o profesionales¡ª de cualquier empleado. La sentencia se refiere a un caso "espec¨ªfico" ocurrido en Ruman¨ªa, seg¨²n fuentes del Tribunal, en el que la empresa accedi¨® al correo electr¨®nico de un trabajador y se encontr¨® con contenido personal, que ley¨® e incluso transcribi¨®. Estrasburgo opina que no hay vulneraci¨®n de la privacidad porque los mensajes de contenido privado fueron enviados durante el horario laboral, a trav¨¦s de herramientas corporativas y, adem¨¢s, estaba prohibido expresamente por la normativa interna de la compa?¨ªa.?
El caso se puso en marcha en 2008, cuando el ciudadano rumano Mihai B?rbulescu, de 37 a?os, llev¨® la cuesti¨®n al Tribunal de Derechos Humanos. B?rbulescu trabajaba entre 2004 y agosto de 2007 en el departamento de ventas de una empresa privada de ingenier¨ªa donde se le orden¨® crear una cuenta de Yahoo Messenger con el prop¨®sito de responder a las inquietudes de los clientes. El 13 de julio de 2007, la direcci¨®n de la empresa comunic¨® a B?rbulescu que sus mensajes y correos electr¨®nicos (que entraban y sal¨ªan de esta cuenta de Messenger) estaban siendo vigilados desde hac¨ªa una semana e incluso se le mostraron transcripciones literales de los correos electr¨®nicos personales donde, en ocasiones, hablaba de sexo y temas de salud, seg¨²n el comunicado del tribunal, con su pareja y su hermano.
La respuesta de la direcci¨®n no tard¨® en llegar. El 1 de agosto se le comunic¨® el fin de su contrato laboral en la empresa en la que B?rbulescu llevaba ofreciendo sus servicios durante m¨¢s de tres a?os. El argumento: la empresa proh¨ªbe en su normativa interna el uso de los recursos corporativos ¡ªcomo pod¨ªa ser esta cuenta de Yahoo o la propia conexi¨®n a Internet¡ª para fines personales. "De esta forma, el tribunal avala lo que ya opin¨® en un principio un tribunal rumano", reiteran desde Estrasburgo.
La sentencia, que ha salido adelante con seis votos a favor y uno en contra (el del magistrado portugu¨¦s Paulo Pinto de Alburquerque), explica tambi¨¦n que B?rbulescu "fue informado de las normas de la empresa en todo momento", por lo que ¨¦l mismo sab¨ªa el riesgo que asum¨ªa al utilizar las herramientas de la compa?¨ªa con fines exclusivamente privados. "El empleador actu¨® dentro de sus facultades disciplinarias (...) por tanto, el acceso [al correo electr¨®nico del empleado] hab¨ªa sido leg¨ªtimo", explica el tribunal, que dice no ver "ninguna raz¨®n" para cuestionar el dictamen del tribunal rumano. La empresa, aunque desde el momento de la intercepci¨®n de los mensajes ¡ªque pensaba en todo momento que eran profesionales¡ª conoc¨ªa la identidad de los destinatarios, nunca desvel¨® de qui¨¦nes se trataba. Estrasburgo, por este motivo, ha encontrado un "equilibrio" entre la lectura de mensajes privados de un empleado por parte de su empleador y el mantenimiento del derecho a la privacidad, explica el tribunal. En una primera instancia el empleado se querell¨® contra la empresa, cuyo nombre no se ha hecho p¨²blico, pero la denuncia se desestim¨® porque "no es irracional el hecho de que un empleador quiera verificar que los empleados realizan efectivamente tareas profesionales en horas de trabajo", seg¨²n se lee en el comunicado de tres p¨¢ginas.
A partir de este martes, las partes disponen de tres meses para recurrir la decisi¨®n del tribunal. Pero antes, esta decisi¨®n deber¨¢ ser examinada y valorada por cinco jueces que decidir¨¢n si el recurso sale adelante o no, en cuyo caso la sentencia de este martes se convertir¨¢ en firme, explica la corte.
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