Ley y democracia en Polonia
No hay democracia sin ley. Nos lo record¨® ayer la Comisi¨®n Europea, que dedic¨® una de sus sesiones semanales a discutir sobre la vigencia del Estado de derecho en Polonia. La democracia no es la regla de la mayor¨ªa sin m¨¢s. No hay democracia sin respeto a la minor¨ªa, que solo garantiza el Estado de derecho, es decir, una regla que est¨¢ por encima de cualquier autoridad del Estado y que solo se puede cambiar siguiendo la misma ley.
El partido Ley y Justicia (PiS) obtuvo la presidencia de la Rep¨²blica el pasado 24 de mayo y una mayor¨ªa absoluta en el parlamento el 25 de octubre, y ha utilizado inmediatamente el poder obtenido para cambiar el sistema de nombramiento de los magistrados del Tribunal Constitucional y de los directivos de la radio y la televisi¨®n p¨²blicas.
Ambos casos son de an¨¢loga gravedad: la primera tentaci¨®n de quien alcanza el poder es hacerse con el control de la justicia y los medios de comunicaci¨®n con el prop¨®sito de perpetuarse tanto tiempo como sea posible. Pero es mayor el da?o que infligen las peleas por el control del Tribunal Constitucional, el ¨¢rbitro ¨²ltimo de la regla de juego, el rule of law del derecho anglosaj¨®n. En dos meses, la nueva c¨¢mara legislativa ha anulado nombramientos realizados por su antecesora, cambiado la duraci¨®n de los mandatos y reforzado las mayor¨ªas para evitar que nuevas sentencias puedan anular sus decisiones.
El conflicto enfrenta la legalidad (el nombramiento de tres magistrados realizados durante la anterior legislatura y ratificados por sentencias del actual tribunal) con la legitimidad democr¨¢tica (los nombramientos realizados por el presidente de la Rep¨²blica sin esperar a la resoluci¨®n del tribunal). As¨ª, la ley que representa el Constitucional queda anulada o superada por la democracia, la voluntad popular representada por diputados y presidente.
El caso ha situado a la Comisi¨®n Europea por primera vez ante la eventualidad de utilizar el procedimiento excepcional de infracci¨®n del Estado de derecho previsto en el art¨ªculo 7 del Tratado. Como guardi¨¢n de los tratados, la Comisi¨®n tiene entre sus obligaciones la vigilancia de los compromisos adquiridos por los pa¨ªses socios en el momento de su adhesi¨®n, entre los que se cuentan el respeto al Estado de derecho. No lo ve del mismo modo el ministro de Justicia y destacado dirigente del PiS Zbigniew Ziobro, que ha denunciado en cartas a los comisarios alem¨¢n G¨¹nther Oettinger y al vicepresidente holand¨¦s Frans Timmermans lo que considera una interferencia intolerable en la soberan¨ªa de Polonia.
Una Europa sin valores deja de ser Europa. El Estado de derecho es uno de ellos e incluso m¨¢s: Europa en su conjunto es parte del sistema de equilibrios y contrapoderes que componen cada uno de los Estados de derecho de los pa¨ªses socios. Cuando todo falla en el plano nacional, los ciudadanos tienen el recurso de las instituciones europeas. Al contrario de lo que sostienen algunos, en Polonia y en Espa?a, solo hay una ley y un Estado de derecho, que es polaco y europeo, o catal¨¢n, espa?ol y europeo, y solo hay democracia cuando se sigue la regla de juego y hay un sistema de recursos y de garant¨ªas iguales para todos.
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