La hermandad de los pr¨®fugos

En julio de 2008, nueve mexicanos del cartel de Sinaloa fueron capturados en Ingeniero Maschwitz, en las afueras de Buenos Aires. Elaboraban metanfetamina cristalizada. Los descubrieron porque explot¨® el taller.

Pocos d¨ªas despu¨¦s, los empresarios Sebasti¨¢n Forza, Dami¨¢n Ferr¨®n y Leopoldo Bina, due?os de droguer¨ªas, fueron asesinados en Quilmes, otra localidad cercana a Buenos Aires. Estaban conectados con los mexicanos. Se los vio por ¨²ltima vez el 7 de agosto en un hipermercado Walmart, almorzando con un exagente de los servicios de Inteligencia. Sus cad¨¢veres aparecieron seis d¨ªas m¨¢s tarde, en General Rodr¨ªguez, a 75 kil¨®metros de Quilmes.

Forza, Ferr¨®n y Bina comerciaban con efedrina, un precursor qu¨ªmico indispensable para fabricar metanfetaminas. Exportaban hacia M¨¦xico, donde esa sustancia est¨¢ prohibida. Su muerte fue atribuida al env¨ªo de un cargamento adulterado. El nexo entre ellos y el cartel de Sinaloa, que adquir¨ªa la efedrina, ser¨ªa Esteban P¨¦rez Corradi, un exempleado del Banco Naci¨®n. A P¨¦rez Corradi se lo acusa de encargar el asesinato de Forza, Ferr¨®n y Bina. Est¨¢ pr¨®fugo. Las autoridades sospechan que se mueve entre Brasil y Paraguay, vinculado al negocio de las drogas.

Mart¨ªn y Cristian Lanatta y V¨ªctor Schillacci fueron condenados por liquidar a los tres empresarios, por presunto encargo de P¨¦rez Corradi. En la causa judicial, afirmaron que recib¨ªan protecci¨®n de un funcionario conocido como La Morsa, por sus grandes bigotes. En la ¨²ltima campa?a electoral, desde la c¨¢rcel, Mart¨ªn Lanatta declar¨® que La Morsa es An¨ªbal Fern¨¢ndez, el jefe de Gabinete de Cristina Kirchner y principal caudillo de Quilmes, donde se produjo el triple crimen. En ese momento, Fern¨¢ndez enfrentaba en las primarias del kirchnerismo, como candidato a gobernador, al presidente de la C¨¢mara de Diputados. Fern¨¢ndez gan¨® y, d¨ªas despu¨¦s, un abogado se present¨® en su nombre en el presidio para negociar con los Lanatta y Schillacci una desmentida. Los reos filmaron y difundieron fragmentos de la conversaci¨®n, en la que aparecen detalles elocuentes de su vinculaci¨®n con Fern¨¢ndez.

El jefe de Gabinete kirchnerista perdi¨® las elecciones frente a Mar¨ªa Eugenia Vidal, del partido de Mauricio Macri. Vidal asumi¨® la gobernaci¨®n el 10 de diciembre pasado. Seis d¨ªas despu¨¦s, los Lanatta y Schillacci huyeron, sin ejercer violencia, del penal donde estaban alojados. Las fuerzas de seguridad los buscaron durante 15 d¨ªas. Cayeron casi por casualidad. Una exhibici¨®n incomparable de corrupci¨®n e incompetencia del aparato policial de Argentina.

Los familiares de los condenados dicen que escaparon para evitar que Fern¨¢ndez los mandara a matar. Las autoridades creen que lo hicieron para matar a Fern¨¢ndez. Ambas tesis pueden ser ciertas. O ambas falsas.

La causa por el crimen de Forza, Ferr¨®n y Bina tiene dos derivaciones. En un expediente por el tr¨¢fico de efedrina, Mart¨ªn Lanatta confes¨® ante la jueza Mar¨ªa Servini de Cubr¨ªa haber entregado tres millones de d¨®lares al entonces ministro Fern¨¢ndez, en el Departamento de Polic¨ªa. Era, seg¨²n ¨¦l, el bot¨ªn del tr¨¢fico hacia M¨¦xico. En esa pesquisa aparecen involucrados los hermanos Zacar¨ªas, que trabajan en el entorno ¨ªntimo de los Kirchner desde hace dos d¨¦cadas.

Seg¨²n otra investigaci¨®n, del juez Ariel Lijo, para las elecciones de 2007 Cristina Kirchner fue financiada por droguer¨ªas ligadas al tr¨¢fico de efedrina. El segundo aportante en importancia fue Forza, uno de los tres asesinados en Quilmes. El recaudador era H¨¦ctor Capaccioli, el superintendente de Salud, encargado del control oficial de las droguer¨ªas.

En julio de 2008 una examante de El Chapo, Mar¨ªa Alejandra L¨®pez Madrid, hab¨ªa tratado de pasar 20 kilogramos de efedrina por el aeropuerto de Ezeiza, en Buenos Aires. En septiembre de ese a?o, las autoridades mexicanas informaron al embajador argentino Jorge Yoma sobre la penetraci¨®n del cartel de Sinaloa en la Argentina. Yoma lo comunic¨® a su gobierno. Pero no despert¨® inter¨¦s alguno. El responsable de la seguridad era An¨ªbal Fern¨¢ndez.

En Argentina, el Estado no lucha contra una mafia. En buena medida, ha sido sustituido por una mafia. Nada que sorprenda. En M¨¦xico se discute si la soluci¨®n para que El Chapo no vuelva a escaparse no ser¨ªa extraditarlo a los Estados Unidos.