La Justicia pone fin al ¡®caso Belsunce¡¯, el primer asesinato medi¨¢tico del siglo en Argentina
Un tribunal de segunda instancia condena a Nicol¨¢s Pachelo, vecino de Mar¨ªa Marta Garc¨ªa Belsunce, por su muerte a balazos en el barrio privado Carmel en 2002
El asesinato de Mar¨ªa Marta Garc¨ªa Belsunce, un crimen que ha tenido en vilo a los argentinos durante m¨¢s de 20 a?os, parece haber encontrado al fin un punto final. Un tribunal de Casaci¨®n de Buenos Aires, la m¨¢xima instancia de apelaci¨®n penal, ha declarado culpable del asesinato a Nicol¨¢s Pachelo, vecino de Belsunce en el Carmel, un barrio privado a las afueras de la capital argentina donde fue asesinada. Pachelo, que hab¨ªa sido absuelto del crimen en diciembre de 2022, ha sido condenado este mi¨¦rcoles a cadena perpetua tras una revisi¨®n de aquel fallo. Todav¨ªa puede apelar la decisi¨®n ante la Suprema Corte, pero su condena cierra un misterio que acapar¨® telediarios desde principios de siglo hasta la pandemia del coronavirus, y que dio la vuelta al mundo en series documentales de Netflix y HBO.
Garc¨ªa Belsunce, soci¨®loga de 50 a?os y esposa de un marino mercante que hizo dinero como financista, fue hallada muerta en el ba?o de su casa el 27 de octubre de 2002. Ni los m¨¦dicos que certificaron su muerte, ni la funeraria que firm¨® su defunci¨®n como consecuencia de un accidente dom¨¦stico, vieron entonces lo que descubri¨® la fiscal¨ªa casi dos meses despu¨¦s del entierro: Garc¨ªa Belsunce no se hab¨ªa golpeado la nuca en el ba?o, sino que ten¨ªa cinco disparos en la cabeza. Su cad¨¢ver fue exhumado despu¨¦s de que su medio hermano, Juan Hurtig, se acercara a la fiscal¨ªa dos semanas despu¨¦s del entierro para contar que hab¨ªa encontrado un ¡°pituto¡± (un peque?o trozo de metal) en la escena del crimen y que lo hab¨ªa arrojado al inodoro envuelto en papel higi¨¦nico. El ¡°pituto¡± en cuesti¨®n era una bala calibre 32 que no hab¨ªa dado en el blanco.
Cuando la bala fue recueperda de la c¨¢mara de aguas negras de la casa y la autopsia encontr¨® otros cinco proyectiles enterrados en el cr¨¢neo de Garc¨ªa Belsunce, se desat¨® un esc¨¢ndalo. En enero de 2003, el fiscal orden¨® investigar a su marido, Carlos Carrascosa, al que acus¨® de un crimen pasional. Despu¨¦s carg¨® contra los hermanos de Garc¨ªa Belsunce, a los que acus¨® de encubrimiento. Vecinos, amigos, familiares, e incluso la masajista y el m¨¦dico de Garc¨ªa Belsunce fueron indagados durante a?os. En 2007, Carrascosa fue condenado a cinco a?os de prisi¨®n por el encubrimiento del asesinato, y dos a?os despu¨¦s otro tribunal le dio perpetua por el asesinato. El viudo pas¨® cinco a?os preso y dos en prisi¨®n domiciliaria, hasta que la Corte Suprema orden¨® al tribunal bonaerense que revise la sentencia. Horacio Garc¨ªa Belsunce y Juan Hurtig (hermano y hermanastro de la mujer), fueron condenados por encubrir el crimen en 2011 y un tribunal los absolvi¨® por la prescripci¨®n en 2020. El crimen qued¨® impune, pero la familia apunt¨® entonces a un vecino poco amable, Nicol¨¢s Pachelo.
Pachelo, vecino de Carrascosa y Garc¨ªa Belsunce en el barrio Carmel, fue convocado a indagatoria a finales de 2017 por los nuevos fiscales del caso. La hip¨®tesis que manejaba la investigaci¨®n era que este hab¨ªa ingresado a la casa a robar, en complicidad de dos vigilantes del barrio, y que asesin¨® a Belsunce al encontr¨¢rsela dentro. Pachelo, hoy de 47 a?os, ten¨ªa otros problemas con la justicia. En 2005, un tribunal de la Ciudad de Buenos Aires lo conden¨® a tres a?os de c¨¢rcel por robar en casas de amigos. En 2018, mientras era indagado por el caso Belsunce, otro fiscal lo imput¨® por seis robos en otros barrios privados del norte de Buenos Aires.
En diciembre de 2022, a m¨¢s de 20 a?os del asesinato, Pachelo fue hallado culpable de esos robos y condenado a nueve a?os de prisi¨®n, pero se declar¨® inocente del asesinato de Belsunce. ¡°Hace 20 a?os que estoy esperando este momento de estar enfrente del asesino de mi mujer¡±, dijo Carrascosa en una de las audiencias del juicio. ¡°Lo que a m¨ª me mantiene vivo es saber qui¨¦n la mato. Yo ya no tengo nada que hacer en la vida¡±, agreg¨® el viudo mientras apuntaba con el dedo a Pachelo, que lo miraba de brazos cruzados desde el banquillo de los acusados. El tribunal, dividido, termin¨® absolvi¨¦ndole del asesinato.
Pachelo ten¨ªa una coartada que fue rechazada en la resoluci¨®n del tribunal de apelaciones este mi¨¦rcoles. Seg¨²n Pachelo, el d¨ªa del asesinato hab¨ªa dejado el barrio sobre las cinco de la tarde, m¨¢s de una hora antes de la hora de muerte de Garc¨ªa Belsunce, y a las siete de la tarde se hab¨ªa encontrado con su madre para pasear por un centro comercial de la ciudad de Buenos Aires. Su defensa incluso present¨® el ticket de una compra que hicieron a las 19.40 de ese 17 de octubre. Dos registros de llamadas que revisaron ahora los jueces lo contradicen: a las siete de la tarde de ese d¨ªa, Pachelo llam¨® a su madre (seg¨²n los fiscales lo hizo para coordinar la coartada), y sobre las siete y media recibi¨® otra. Ambas fueron registradas desde el municipio de Pilar, donde se encuentra el barrio de Carmel, a m¨¢s de una hora en coche del centro comercial donde Pachelo afirm¨® haber pasado esa tarde.
¡°Era lo que esperaba, era la deuda que ten¨ªa con Mar¨ªa¡±, dijo este mi¨¦rcoles el viudo, Carlos Carrascosa, ante una consulta del diario La Naci¨®n. ¡°Creo que, por la persecuci¨®n que sufrimos como familia, Mar¨ªa nunca lleg¨® a descansar en paz. A Mar¨ªa la sigo extra?ando como todos los d¨ªas. Quer¨ªa saber qui¨¦n fue el asesino y se logr¨®¡±. Despu¨¦s de tres juicios, condenas y absoluciones Pachelo cumplir¨¢ una cadena perpetua. La historia, sin embargo, parece no tener fin: podr¨¢ apelar ante la Suprema Corte, el mismo tribunal que en su momento revoc¨® la condena del propio Carrascosa.
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