Clinton y Sanders chocan en un vigoroso debate

La cercan¨ªa de Iowa se palp¨® este domingo en el ambiente en el cuarto debate televisivo de los aspirantes dem¨®cratas a las elecciones presidenciales de Estados Unidos. A dos semanas del inicio, en ese Estado, del proceso de caucus y primarias para determinar el candidato del partido en los comicios de noviembre, se visualiz¨® el choque m¨¢s combativo y crispado entre Hillary Clinton y Bernie Sanders desde el inicio de la campa?a. El ascenso de Sanders en las encuestas en las ¨²ltimas semanas ha puesto a la ofensiva a Clinton, que hasta hace poco gozaba de una s¨®lida ventaja en la carrera dem¨®crata y revive ahora los fantasmas de su fallida candidatura en 2008.

El debate, celebrado en Charleston (Carolina del Sur) y emitido por la cadena NBC, transmiti¨® la sensaci¨®n de que ha llegado la hora de la verdad. Es el ¨²ltimo debate antes del?caucus de Iowa el 1 de febrero.

Clinton y Sanders aparcaron el guante blanco que hab¨ªan exhibido en anteriores citas. La ex secretaria de Estado y el senador mantuvieron vigorosos intercambios de opiniones en un abanico de asuntos, como la atenci¨®n sanitaria, el control de las armas de fuego o la regulaci¨®n del sistema financiero. Fue la culminaci¨®n de los crecientes ataques cruzados en la ¨²ltima semana entre ambas campa?as.

Observados en un segundo plano por el tercer aspirante, Martin O¡¯Malley, Clinton y Sanders exhibieron con claridad las recetas con las que aspiran a hacerse con la nominaci¨®n. Fue un debate constructivo que contrast¨® con el tono pesimista del debate, el pasado jueves, de los candidatos republicanos. Tanto Sanders como Clinton transmitieron convicci¨®n. ¡°Estamos en el camino hacia la victoria¡±, dijo el senador.

Clinton, de 68 a?os, enfatiz¨® su experiencia en las ¨²ltimas d¨¦cadas como primera dama, senadora y secretaria de Estado para postularse como una gestora eficiente y curtida; encumbr¨® el legado del presidente Barack Obama -del que se hab¨ªa distanciado en los ¨²ltimos meses en asuntos clave y que este domingo evit¨® criticar- para mandar un mensaje continuista y trat¨® de posicionarse como la candidata m¨¢s cercana a mujeres y minor¨ªas raciales.

La ex secretaria de Estado reproch¨® especialmente al senador por Vermont su posici¨®n ambivalente en los ¨²ltimos a?os respecto al control de las armas de fuego. ¡°Ha votado con la NRA¡±, dijo Clinton en referencia al acr¨®nimo del potente lobby de la Asociaci¨®n Nacional del Rifle.

Sanders, de 74 a?os, se present¨® como el ¨²nico candidato capaz de promover cambios de calado en Estados Unidos mediante su llamada ¡°revoluci¨®n pol¨ªtica¡± y asoci¨® a Clinton con el establishment. El senador habl¨® con entusiasmo, en ocasiones con voz af¨®nica, sobre la necesidad de acotar Wall Street, reducir la influencia del dinero en pol¨ªtica o impulsar un sistema de atenci¨®n sanitaria universal.

Sanders se declara socialista, un t¨¦rmino que puede tener connotaciones negativas en este pa¨ªs. Sus mayores ataques a Clinton fueron por sus lazos con Wall Street. ¡°No recibo pagos personales de Goldman Sachs por discursos¡±, dijo.

Ventaja mermada

Varias encuestas en los ¨²ltimos d¨ªas muestran a Clinton y Sanders muy igualados en Iowa y New Hampshire, el segundo Estado en celebrar primarias. En todo el pa¨ªs, Clinton sigue gozando de una ventaja significativa (51%) frente a Sanders (38,3%), seg¨²n la media de sondeos hecha por la publicaci¨®n Real Clear Politics. Pero el dato m¨¢s alarmante para la campa?a de la ex secretaria de Estado es que a principios de diciembre se distanciaba de Sanders en casi 30 puntos.

El auge de Sanders ha sorprendido al equipo de Clinton, que ha admitido haber subestimado el potencial del senador, seg¨²n public¨® este domingo el diario The New York Times. La campa?a esperaba que ser¨ªa una competici¨®n re?ida, pero no que Sanders ser¨ªa tan popular entre j¨®venes y simpatizantes independientes, especialmente mujeres. El reto de Clinton es lograr revertir esa popularidad antes de los caucus de Iowa el 1 de febrero. El de Sanders, ampliarla.