Las protestas sociales vuelven a sacudir T¨²nez
La muerte de un joven desempleado en una manifestaci¨®n ha extendido las protestas
Una vez m¨¢s, el coraz¨®n rebelde de T¨²nez irradia aires de revuelta al conjunto del pa¨ªs magreb¨ª. En los ¨²ltimos cinco d¨ªas, se han registrado enfrentamientos en la regi¨®n de Kasrine entre las fuerzas de seguridad y j¨®venes desempleados que exigen a las autoridades puestos de trabajo. En un escenario que evoca la revoluci¨®n de 2011, el movimiento de protesta se extendido por toda la geograf¨ªa del pa¨ªs, incluida la propia capital. En algunos localidades, los manifestantes incendiaron comisar¨ªas e intentaron ocupar edificios p¨²blicos. De momento, los disturbios se han saldado con decenas de manifestantes heridos y un polic¨ªa muerto en Kasrine, donde rige el toque de queda desde el pasado martes.
La chispa que encendi¨® los ¨¢nimos en Kasrine fue la muerte de un chico el pasado s¨¢bado en el transcurso de una manifestaci¨®n de j¨®venes parados que ped¨ªan trabajo. Ridha Yahyaoui, cuyo nombre desapareci¨® de un proceso de selecci¨®n de un empleo p¨²blico unos d¨ªas antes, se electrocut¨® al subirse a un poste el¨¦ctrico. Desde entonces, se ha ido produciendo una escalada progresiva en la magnitud y la violencia de los choques entre los manifestantes y la polic¨ªa, que ha utilizado gases lacrim¨®genos y balas de goma para dispersar a la multitud. La noche del mi¨¦rcoles, un agente muri¨® en la vecina localidad de Feriana despu¨¦s de que su coche volcara y fuera luego atacado por los manifestantes.
Las regiones centrales de Kasrine y Sidi Buzid, esta ¨²ltima cuna de la revoluci¨®n tunecina y, por tanto, tambi¨¦n de la primavera ¨¢rabe, han sido hist¨®ricamente marginadas por el Gobierno central. Las estad¨ªsticas atestiguan su subdesarrollo cr¨®nico: el 27% de paro en Kasrine casi dobla la media nacional, el analfabetismo es del 32% frente al 12% en todo el pa¨ªs, y solo la mitad de la poblaci¨®n tiene acceso a agua potable.
¡°La gente en el centro del pa¨ªs tiene un esp¨ªritu rebelde. Las revueltas siempre se inician aqu¨ª. Por eso, fue especialmente castigada por el r¨¦gimen de Ben Al¨ª¡±, cuenta Lamine Buazizi, un investigador de Sidi Buzid. De hecho, las autoridades de Kasrine han entregado un informe a la Comisi¨®n de la Dignidad y la Verdad, encargada de aplicar la justicia transicional en el pa¨ªs y cuyo estatuto admite que colectivos se presenten como v¨ªctimas de la represi¨®n.
La reacci¨®n del Gobierno
Otros grupos sociales, como militantes de izquierda y estudiantes, se han sumado a las protestas como muestra de solidaridad. "Trabajo, libertad y dignidad nacional!", gritaron decenas de personas en una concentraci¨®n en la sede capitalina de la UGTT, el sindicato mayoritario. "No se han satisfecho las principales demandas de la revoluci¨®n, y no solo en lo que respecto a las oportunidades de trabajo, sino tambi¨¦n en la cuesti¨®n de la justicia social", se queja Haizam Benzit, vice presidente de un sindicato estudiantil.
Tras celebrar un Consejo de Ministros de urgencia, el Gobierno aprob¨® la noche del mi¨¦rcoles un paquete de medidas para apaciguar los ¨¢nimos de los manifestantes, entre ellas la concesi¨®n de ayudas a 5.000 parados en la provincia de Kasrine y la puesta en marcha de varios programas de desarrollo local. ¡°No tenemos una varita m¨¢gica para arreglar la situaci¨®n en Kasrine enseguida, pero estamos trabajando para [realizar] inversiones p¨²blicas all¨ª que pronto se iniciar¨¢n¡±, declar¨® Jaled Chaouket, portavoz del Ejecutivo. El primer ministro, Habib Essid, ha decidio volver inmediatamente de Suiza, donde participaba en el Foro de Davos.
A pesar de haber culminado con ¨¦xito su transici¨®n a la democracia, los diversos Gobiernos que se han sucedido tras la huida del dictador Ben Ali no han sido capaces de relanzar la econom¨ªa del pa¨ªs, lastrada por los ataques yihadistas contra el sector tur¨ªstico y que registra un crecimiento econ¨®mico an¨¦mico. La tasa de paro oficial ha aumentado del 12% en 2010 al 15% actual, si bien la cifra real podr¨ªa ser muy superior, y golpea especialmente a los j¨®venes diplomados. Esta situaci¨®n, sumada al encarecimiento del coste de la vida, ha provocado un sentimiento de frustraci¨®n y nostalgia en amplias capas de la poblaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.