Ir¨¢n-Estados Unidos, como la Espa?a de Franco
Las elecciones del 26 de febrero ser¨¢n la primera prueba pol¨ªtica de los efectos en Teher¨¢n del levantamiento de las sanciones econ¨®micas
Pactan los gobiernos, los partidos, incluso las naciones. Las causas no pactan. No pacta una revoluci¨®n. Dif¨ªcilmente pactan los sistemas, los reg¨ªmenes, las ideolog¨ªas, atenazados por los principios irrenunciables. Los valores y los principios no se pactan. Quienes lo hacen aparecen como traidores. Solo se pacta lo que se puede cuantificar. El n¨²mero de prisioneros que se intercambia. Las centrifugadoras nucleares que se desmontan. Los reactores que se paralizan. Las toneladas de uranio enriquecido que se guardan a buen recaudo. O las sanciones que se levantan.
?Santiago Carrillo distingu¨ªa dentro de la ¨¦lite franquista entre ultras y evolucionistas. Ahora esto vale para Ir¨¢n
Eso es lo que ha sucedido entre Ir¨¢n y Estados Unidos. Han pactado. ?Y vaya pacto! El acuerdo nuclear es la almendra. Pero hay m¨¢s. Hay un acuerdo de intercambio de prisioneros, tejido en secreto durante dos a?os y medio. Si el acuerdo nuclear ha sido pactado en un marco diplom¨¢tico multilateral, en el que han participado China, Rusia y naturalmente la UE, el intercambio de prisioneros es un acuerdo bilateral negociado por una v¨ªa paralela entre servicios secretos. Todo un ejercicio de mutua confianza entre dos pa¨ªses enemistados desde 1979, y el aut¨¦ntico gesto de deshielo entre Washington y Teher¨¢n.
Del acuerdo sale un mundo m¨¢s seguro, tal como ha subrayado el presidente Obama; y una experiencia de lucha contra la proliferaci¨®n nuclear por medios diplom¨¢ticos: sanciones y negociaci¨®n en vez de bombas y guerra. Cundir¨¢ si el ¨¦xito le va acompa?ando. Tambi¨¦n se normaliza la situaci¨®n de un gran pa¨ªs como es Ir¨¢n, aislado y en un entorno hostil que estimulaba sus reflejos m¨¢s agresivos.
No cabe descartar que el ¡°Estado profundo¡± iran¨ª contin¨²e por los caminos terroristas que ha practicado hist¨®ricamente: todav¨ªa pesa la sospecha de su implicaci¨®n en el atentado contra la Asociaci¨®n Mutual Israelita de Argentina de Buenos Aires en 2004, e incluso en la muerte hace un a?o del fiscal Alberto Nisman que la investigaba. Pero la realidad de la actual oleada terrorista que afecta a todos los continentes es que no tiene que ver con el chi¨ªsmo y con Ir¨¢n, como en otras ¨¦pocas, sino que es estrictamente sun¨ª, inspirado en el adoctrinamiento violento del wahabismo saud¨ª y con financiaci¨®n de origen en los pa¨ªses del Golfo. Henry Kissinger dijo hace unos 10 a?os que Ir¨¢n deb¨ªa elegir si quer¨ªa ser una naci¨®n o una causa. Ahora est¨¢ claro que el Gobierno iran¨ª ha elegido a la naci¨®n, aunque una parte de su ¨¦lite religiosa, pol¨ªtica y militar sigue prefiriendo todav¨ªa que sea una causa.
Los espa?oles tenemos a mano en nuestro pasado reciente un ejemplo para comprender lo que ha pasado entre Ir¨¢n y EE. UU., y es el r¨¦gimen de Franco, que en 1942 era todav¨ªa un pa¨ªs amigo e incluso aliado del eje fascista, que suministraba minerales para su armamento, hombres para el frente ruso y se preparaba para el nuevo mundo hitleriano, y apenas 11 a?os despu¨¦s restablec¨ªa relaciones con Washington, abr¨ªa bases y puertos a sus militares, y recib¨ªa a su presidente con gestos de amistad.
La actual oleada terrorista que afecta a todos los continentes no tiene que ver con el chiismo y con Ir¨¢n, como en otras ¨¦pocas
Ahora se abre un margen para que el r¨¦gimen evolucione, algo nada f¨¢cil ni obvio. Espa?a tard¨® 23 a?os en el plano pol¨ªtico, pero menos en el econ¨®mico: en 1959 empez¨® la apertura que termin¨® conduciendo a la democracia d¨¦cada y media m¨¢s tarde. Para que evolucione un r¨¦gimen hace falta que tenga el germen en su interior. Estaba en Espa?a: el dirigente comunista Santiago Carrillo distingu¨ªa dentro de la ¨¦lite franquista entre ultras y evolucionistas. Ahora vale para Ir¨¢n, donde hay un gobierno econ¨®mico moderno y con ansias de apertura, evolucionista, que es el que preside Rohan¨ª y ha conseguido los m¨¢rgenes para negociar el acuerdo, y luego hay unas instituciones pol¨ªticas, que son las que controlan la seguridad, la defensa, las relaciones exteriores, la ideolog¨ªa y los medios, y que son los ultras, las fuerzas del statu quo, de la reacci¨®n.
En el caso de Ir¨¢n, si tambi¨¦n se acelera la apertura pol¨ªtica, el pa¨ªs persa se convertir¨¢ muy pronto en una econom¨ªa emergente. Lo tiene todo para conseguirlo: una poblaci¨®n instruida, con talento y apertura al mundo, una cultura milenaria, es una potencia energ¨¦tica. Menos su sistema pol¨ªtico, que es insostenible. Nos fijamos en el Gu¨ªa Supremo, el ayatol¨¢ Jamenei, pero hay que ver el entramado institucional inventado por los revolucionarios isl¨¢micos para perpetuarse en el poder, y evitar que avancen los evolucionistas en las elecciones. La democracia isl¨¢mica iran¨ª es lo m¨¢s parecido que hay ahora a la democracia org¨¢nica del franquismo, con sus instituciones de nombres solemnes y poderes concentrados en evitar cualquier desviaci¨®n y evoluci¨®n democr¨¢tica.
Una rep¨²blica iran¨ª pr¨®spera y abierta al mundo es una pesadilla para las monarqu¨ªas del Golfo
Los pactos con EE. UU. recibir¨¢n un primer bautismo pol¨ªtico el 26 de febrero, con motivo de unas elecciones dobles: las generales, en las que se eligen los diputados para el legislativo, el Majlis, y las que eligen a los 88 componentes de la Asamblea de Expertos por un mandato de ocho a?os, un organismo que tiene como ¨²nica funci¨®n velar por el Gu¨ªa Supremo y por su sucesi¨®n. Esta vez coinciden por primera vez y en un momento especial, no tan solo por el acuerdo con Washington, sino tambi¨¦n por la edad de Jamenei, 76 a?os. La Asamblea que salga el 26 ser¨¢ muy probablemente la que tendr¨¢ que nombrar su sucesor. Pero los evolucionistas lo tendr¨¢n muy dif¨ªcil, gracias al derecho de veto a los candidatos que tiene el reaccionario Consejo de Guardianes, formado por 12 expertos, la mitad de ellos nombrados por el Gu¨ªa de la Revoluci¨®n.
Adem¨¢s de las elecciones iran¨ªes, pesar¨¢ sobre la evoluci¨®n de las relaciones entre Teher¨¢n y Washington el resultado de la elecci¨®n presidencial estadounidense. Obama ha podido sortear al Congreso para alcanzar el acuerdo, pero con un republicano extremista en la Casa Blanca la normalizaci¨®n podr¨ªa torcerse. Tambi¨¦n depende de c¨®mo evolucione la regi¨®n. Israel vigilar¨¢, pero los saud¨ªes boicotear¨¢n. Cuanto mejor vayan las cosas a Ir¨¢n peor le ir¨¢ a la Casa de Saud y a todos los monarcas del Golfo que, con excepci¨®n de Kuwait, gobiernan como reyes medievales, sin apenas instituciones ni contrapoderes. La idea de un Ir¨¢n pr¨®spero y abierto al mundo, que evolucione hacia la democracia y la libertad, es un ejemplo y por ello tambi¨¦n una pesadilla que atormenta a los pr¨ªncipes saud¨ªes.
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