El ¡®fen¨®meno Trump¡¯ y las dudas sobre Clinton marcan los 'caucus' y primarias de EE UU
El inicio de las votaciones en Iowa y New Hampshire colocan al 'estabishment' a la defensiva
El proceso para sustituir al dem¨®crata Barack Obama en la Casa Blanca arranca con los candidatos insurgentes confiados en trastocar el statu quo y con el establishment a la defensiva. En una semana Iowa abrir¨¢ el baile con los caucus, las asambleas vecinales en las que los estadounidenses empezar¨¢n a elegir a los candidatos de ambos partidos para las presidenciales de noviembre. Ocho d¨ªas despu¨¦s votar¨¢ New Hampshire. La favorita dem¨®crata, Hillary Clinton, teme la fuerza de su rival de izquierdas, el senador Bernie Sanders. A la derecha, el ¨¦xito de Donald Trump siembra el p¨¢nico en las ¨¦lites republicanas.
Los dem¨®cratas tienen tres candidatos: Clinton, Sanders y el exgobernador de Maryland Martin O¡¯Malley. Los republicanos, 12. ¡°Es m¨¢s probable que Clinton gane que pierda. Esto no significa que sus probabilidades de ganar sean del 100%, pero sigue siendo la favorita clara¡±, dice John Sides, profesor asociado de ciencias pol¨ªticas en la Universidad George Washington y coautor de The Gamble (La apuesta), uno de los libros imprescindibles sobre las elecciones presidenciales de 2012. Una derrota en Iowa y New Hampshire ante el senador Sanders, que atrae el voto progresista con un mensaje contrario a Wall Street, cuestionar¨ªa la condici¨®n de favorita de la exprimera dama, exsenadora y exsecretaria de Estado.
¡°Con los republicanos¡±, a?ade Sides, ¡°no me atrever¨ªa a hacer predicciones. Las cosas son demasiado cambiantes¡±. En estado de conmoci¨®n, el establishment del Grand Old Party constata c¨®mo sus candidatos m¨¢s convencionales y experimentados, como Jeb Bush, quedan descolgados en los sondeos, y c¨®mo dos heterodoxos como Trump y el senador por Texas Ted Cruz se disputan la victoria.
Ni Iowa, el 1 de febrero, ni New Hampshire, el 9, decidir¨¢n la nominaci¨®n: el proceso de caucus y primarias termina en junio y ser¨¢n las convenciones del Partido Dem¨®crata y el Partido Republicano, en julio, las que proclamar¨¢n oficialmente a ambos candidatos. Pero estos dos peque?os Estados ¡ªIowa, de 3,1 millones de habitantes; New Hampshire, con 1,3 millones¡ª se?alar¨¢n los candidatos con posibilidades de ser nominados y empezar¨¢n a descartar a los m¨¢s d¨¦biles.
Diez meses m¨¢s de campa?a
Durante los pr¨®ximos cinco meses, los votantes de ambos partidos elegir¨¢n, Estado a Estado, a miles de delegados. Votar¨¢n millones de ciudadanos y se gastar¨¢n millones de d¨®lares. Los candidatos llevan ya m¨¢s de medio a?o en campa?a, y a los nominados les quedan 10 meses m¨¢s de viajar por el pa¨ªs, dormir en hoteles de carretera, cortejar a votantes y a donantes en una carrera incierta para ser el presidente de EE?UU, el comandante en jefe, el pol¨ªtico m¨¢s poderoso del planeta.
Todo esto empieza en Iowa, un Estado en el Medio Oeste, el granero de EE?UU, un lugar predominantemente blanco y rural, poco representativo de la diversidad del resto del pa¨ªs. No importa. Cada cuatro a?os Iowa y su capital, Des Moines, se convierten en la capital estadounidense, quiz¨¢ mundial, de la democracia: el lugar donde los candidatos deben pelear voto a voto, donde los anuncios ¡ªmuchos de ellos negativos, dedicados a descalificar al rival con nombre y apellidos¡ª inundan las radios y las televisiones, donde los engranajes de la democracia estadounidense ¡ªengranajes primitivos y rudimentarios, como las asambleas del caucus¡ª se ponen en marcha.
Kathie Obradovich es la columnista pol¨ªtica del Des Moines Register, el principal diario de Iowa. Durante los meses previos a los caucus, es seguramente el peri¨®dico m¨¢s influyente de la pol¨ªtica estadounidense y Obradovich la periodista m¨¢s poderosa. ¡°En Iowa los candidatos no pueden ganar solo siendo famosos y gastando mucho dinero. Deben defender sus argumentos ante los votantes, uno tras otro¡±, dice Obradovich tras un mitin de Clinton.
Iowa y New Hampshire, al ser Estados peque?os, permiten algo que ser¨ªa dif¨ªcil en grandes Estados como California, Texas o Florida: una campa?a intensa y directa, una democracia en la base que al final garantiza que quien llegue a la Casa Blanca habr¨¢ hablado con miles de conciudadanos y habr¨¢ escuchado sus quejas y sus inquietudes.
El showman Trump ¡ªconsagrado ya como la estrella de la campa?a con una ret¨®rica agresiva contra los inmigrantes latinoamericanos y los musulmanes¡ª romper¨¢ un precedente si gana en Iowa, puesto que se ha negado a la campa?a voto a voto, como prescribe la tradici¨®n. Su campa?a consiste en m¨ªtines multitudinarios y en exabruptos que desatan pol¨¦micas virulentas y atraen la atenci¨®n de los medios de comunicaci¨®n. En todas las conversaciones en Iowa, incluso con ciudadanos poco interesados en la pol¨ªtica, siempre aparece Trump, para denigrarlo o para ensalzarlo. ¡°Hay una explicaci¨®n bastante simple del ¨¦xito de Trump¡±, dice Sides. ¡°Tiene que ver con la cantidad de cobertura medi¨¢tica que obtiene, y con que su mensaje llega a algunos votantes, en particular a quienes les preocupa la inmigraci¨®n¡±.
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